Existen casos en los que la ciencia descubre cosas insólitas. Hace ya muchos años, salía a la luz un artículo que relacionaba a cierto antidepresivo con el alcance del clímax cuando el paciente que lo tomaba bostezaba. Se trata de la clomipramina y este es uno de los efectos secundarios más buscados del tratamiento. De hecho, se hizo tan famoso que hasta este tipo de orgasmo relacionado tiene su nombre propio: el bosgasmo. Así lo bautizaba un medio dedicado al humor.
Todo esto salió a la luz gracias a los avances de Internet. Corrían los años 90 cuando los foros se hicieron eco de un estudio publicado nada menos que más de una década antes. En uno de estos grupos de discusión especializados en literatura científica, el curioso dato comenzó a ver la luz y no tardó en circular a toda velocidad. Es lo que hoy llamaríamos como «hacerse viral».
Tal fue su fama repentina, que consiguió llamar la atención de los periodistas especializados de la época. Descubre cuál es el antidepresivo que, al bostezar, te lleva al clímax.
El antidepresivo más famoso de Internet
Gracias a los avances en la tecnología, podemos hablar de un gran antepasado de las noticias virales de hoy en día. La sexualidad siempre ha sido uno de los temas más buscados de la red. El ser humano es curioso por naturaleza y esta es una de las cuestiones que más interesan. Por tanto, no es de extrañar que una noticia tan interesante se hiciera un hueco entre lo más conocido.
El contenido del estudio es mucho más que importante. En el mismo, un grupo de investigadores de Canadá informaban de un caso en concreto en el que había sucedido. Se trataba de una paciente que tomaba clomipramina, un antidepresivo para tratar la depresión. Después de tres meses, su psiquiatra pudo comprobar que su situación había mejorado, por lo que quiso retirarle el tratamiento.
Sin embargo, la mujer se decidió a preguntarle al médico, de forma tímida, si podría seguir recetándole dicho fármaco. De hecho, incluyó que, si fuera posible, le gustaría tomarlo a largo plazo. Después de las preguntas del doctor, ella acabó confesando que dicho tratamiento la llevaba al clímax cuando bostezaba. Es decir, le provocaba orgasmos sin razón aparente. Al principio este placer fue espontáneo, no obstante, terminó dominando la situación para tenerlos cuando quisiera.
Más casos que llegaron al clímax
Lo curioso es que no fue la única. Un total de cuatro casos se recogen en el estudio canadiense para constatar que dicho antidepresivo provoca orgasmos en quienes lo toman. Uno de esos casos fue el de un hombre que tampoco tardó en descubrir las bondades del fármaco. Aunque estas bondades no fueron del todo agradables hasta que consiguió ponerle una solución al problema que se le presentaba.
Él también descubrió de forma forzosa los efectos secundarios del medicamento. Sin embargo, al contrario que en el caso anterior, la mujer que podía disimular su llegada al clímax, el hombre no podía controlarlo. El resultado es que, en su vida diaria, se producían situaciones demasiado incómodas e incluso vergonzosas. Por ello, debía encontrar rápido una solución.
No obstante, a pesar de lo violentas que podían ser dichas situaciones en algunos casos, no quería dejar de tomar la clomipramina bajo ningún concepto. Tanta eran sus ansias de continuar con el tratamiento que ideó una solución. Esta fue llevar un preservativo puesto en todo momento por si acaso llegaba el momento en el que se produjera el orgasmo.
Otros efectos secundarios del antidepresivo
A pesar de las bondades que se le achacaron a la clomipramina, lo cierto es que los cuatro casos recogidos en el estudio de los investigadores se consideraron como excepciones. Por esa razón, al contrario que la Viagra, este antidepresivo no consiguió empezar con toda una revolución sexual.
En un principio, este fármaco se desarrolló para tratar la hipertensión. Según los especialistas de la época, estos cuatro casos de pacientes que llegaban al clímax al bostezar tras tomar el medicamento, habían ganado la lotería. La explicación es que los principales efectos secundarios de dicho medicamento sobre la sexualidad suelen ser, en su mayor parte, negativos.
Entre ellos, por ejemplo, destaca la disfunción eréctil, que se presenta en un 20% del total de los pacientes que la toman. Otros son la anorgasmia o la dificultad para eyacular. Esta última se da hasta en el 40% de los casos, por lo que es uno de los principales efectos negativos sobre la sexualidad relacionados con el antidepresivo.
Cómo se llega al clímax con la clomipramina
En el caso de los antidepresivos tricíclicos, estos actúan sobre los neurotransmisores con el objetivo de inhibir la recaptación de serotonina y noradrenalina. Cuando lo hacen, esto permite aumentar los niveles en el cerebro, lo que ha conseguido probar su eficacia para tratar algunos cuadros depresivos concretos. Además, también se incluyen otro tipo de trastornos como la bipolaridad o el obsesivo-compulsivo. Sin embargo, si hablamos de la clomipramina, también cuenta con efectos colaterales sobre otro tipo de receptores como los adregénicos.
Los adrenoreceptores cuentan entre sus funciones con activar los procesos de vascularidad. Gracias a ello, podían producirse dichos orgasmos relacionados con el curioso antidepresivo. El receptor adrenérgico alfa 2 es el encargado de controlar la vasoconstricción en los músculos genitales. Esta es necesaria para poder provocar el orgasmo. No obstante, a pesar de ciertos indicios científicos, el conocido como «bosgasmo» continúa siendo todo un misterio. Hoy en día se sigue ignorando la función real que cumple el bostezo sobre el clímax.
Pero sí hay algunas teorías al respecto para intentar explicar la relación entre ambos conceptos. Una de ellas y la más extendida, es que supone un subidón de oxígeno para estimular el flujo sanguíneo y los procesos neurológicos. Este cóctel lleva directamente al placer y fue el que, presumiblemente, consiguieron los afortunados que aparecen en el estudio de los investigadores.