Se dice que hecha la ley, hecha la trampa. También en las parejas. Según los datos, parece que nuestro país está lleno de infieles. Los españoles se sitúan a la cabeza de los que más cuernos ponen en Europa y estamos nada menos que los quintos en todo el mundo. De hecho, las grandes ciudades son las que más infieles recogen, como Madrid o Barcelona. Esto puede tener que ver con el estilo de vida, la privacidad y la renta de estas dos ciudades.
Una encuesta determinó que el 80% de los hombres había reconocido ser infiel alguna vez. El dato en las mujeres es de más del 50%. Sin embargo, muchos no lo dicen por vergüenza o temor a represalias. Todos ellos reconocían haberlo sido al menos una vez en la vida, aunque todos coinciden en que no creen que a ellos les hayan sido infieles. Esto es porque cada vez es más fácil y existen herramientas y negocios con los que la discreción es muy fácil de salvaguardar.
Gracias a esta tendencia creciente de infidelidades, los negocios se han puesto al mando y se dedican a hacer dinero con ello. Descubre quiénes son los que se están haciendo ricos gracias a los cuernos.
Los cuernos, un negocio en alza
La infidelidad se ha convertido en todo un negocio gracias a esos infieles que buscan poner los cuernos a sus parejas en un sitio íntimo solo para ellos. La mayoría de los que participan en las infidelidades, están comprometidos o incluso tienen familias, por lo que viven acompañados. De este modo, se convierte en tarea imposible el poder llevar al amante dentro del domicilio.
Por ello, negocios como los hoteles se llevan dedicando desde hace años a publicitarse como hoteles del amor. En este tipo de alojamientos, los amantes pueden pagar por habitaciones por horas a través de un servicio cómodo, limpio y que garantiza la discreción total. Pero no solo ellos son los que se han subido al carro de la infidelidad, pues también hay otros negocios, como las aplicaciones, donde se puede conocer a personas con las que serle infiel a tu pareja sin que esta se entere nunca.
Además de eso, encontramos otros que se hacen ricos, esta vez en materia de investigación. Los detectives privados son de los que más cobran de la lista, y se dedican a descubrir a todos esos infieles que van por ahí acompañados de su amante creyendo que su pareja nunca se va a enterar. Un negocio alrededor de los cuernos muy complicado de parar y que cada vez crece más y más.
Los hoteles del amor, cada vez más ocupados
Los denominados hoteles del amor están creciendo como la espuma. Los encontramos de todo tipo y en prácticamente cualquier ciudad. Uno de los más llamativos lo encontramos en la ciudad de Alcalá de Henares, Madrid. Hablamos de Zouk, un rincón donde poner los cuernos es muy sencillo gracias a su discreción. Aquí todas las suites poseen una plaza privada de garaje, por la que se accede de forma directa a la habitación elegida.
Los amantes reservan vía telefónica y van directamente a su habitación sin que nadie los vea. También otros hoteles, como Luxtal, se hacen ricos en ciudades grandes como Madrid y Barcelona gracias a los infieles. Estas habitaciones se pagan por horas y poseen una estética muy sensual: luces oscuras, colores y una gran cantidad de espejos. Entre 30 y 40 euros la hora, esa es la tarifa para disfrutar de tu intimidad.
A la lista cada vez se van sumando más. En Madrid, por ejemplo, es fácil encontrar otros como Suites Privés o Rooms Madrid. Todos ellos ganan una buena cantidad de dinero gracias a los cuernos, pues los precios pueden subir desde los 30 euros la hora hasta los 150 en el caso de los más exclusivos. Puede ser fácil, pero nadie dijo que no saliera caro.
Hoteles por horas, el mejor negocio para los cuernos
Además de en Madrid, en Barcelona, por ejemplo, también encontramos una amplia oferta de hoteles del amor que se pagan por horas. De hecho, en el caso de Byhours, sus habitaciones también se dedican a alojar a turistas, por lo que el negocio es doble. Se pueden alquilar sus habitaciones durante tres, seis o incluso doce horas.
En algunos casos, además, las tarifas pueden variar según el día de la semana en el que nos encontremos. Por ejemplo, de forma habitual, los fines de semana suelen ser más caros, pero también cuando más se reserva durante la noche. Las tarifas rondan los 90 euros para pasar una velada discreta junto al amante.
Cada vez es más amplia la demanda de este tipo de habitaciones, por lo que no es de extrañar que cada vez haya más hoteles dedicados al amor. Son cómodos, no son tan caros si lo que deseas es que nadie te reconozca y, sobre todo, cumplen con las expectativas en materia de discreción.
Aplicaciones que facilitan poner los cuernos
Antes de quedar con alguien en un hotel, lo suyo es conocerse. Y, ¿cómo se conoce a alguien cuando ya se vive con otra persona? Pues lo más sencillo es a través de tu propio móvil. Usamos las aplicaciones para encontrar pareja cuando estamos solteros, y parece que también para buscar amantes cuando ya estamos en pareja. Lo cierto es que, sea como fuere, este es otro negocio que gana dinero gracias a los cuernos.
Entre estas aplicaciones, destacan algunas como Victoria Millan o Ashley Madison, que cobran a los hombres que desean ligar. En el caso de las mujeres, ellas se pueden apuntar de forma gratuita. La tarifa para ellos es muy cara. Se trata de un sistema de créditos en cuatro packs: 100, 200, 500 y 1.000. Cada conversación cuenta 5 créditos solo por iniciarla.
El pack más barato cuesta 99.99 euros y es el de 100 créditos. Con él podrías abrir 20 conversaciones, lo que se traduce en que cada una de ellas sale por 4,99 euros. En el caso de la mujer, es la que decide si desea o no hablar con él, pero el dinero ya estará invertido sea cual sea el resultado.
El negocio de los detectives privados
En el caso de los cuernos, tenemos que hablar de las dos partes de la ecuación. Los infieles no son los únicos con los que se puede ganar dinero en el negocio, también con el que ha sido engañado. Cuando algunas personas creen que les podrían estar siendo infieles, optan por contratar a un detective privado para que vigile los movimientos de la pareja.
Los precios de los detectives se mueven en cifras bastante dispares. La tarifa para que alguien se dedique a vigilar al infiel o posible infiel puede variar desde los 30 euros hasta los 120 euros por cada hora de trabajo.
Con un número de infidelidades tan alto, no es de extrañar que en nuestro país este tipo de negocios florezcan como la espuma. Todos ellos, gracias a los cuernos, consiguen llevarse su trozo del pastel.