La siesta, el nombre que recibe el sueño después de comer, puede ser muy beneficiosa para la salud, tal y como han demostrado los diferentes estudios que se han llevado a cabo desde hace años. Sin embargo, siempre ha existido cierto debate acerca de su duración perfecta.
El descanso a media tarde puede variar su duración en función de los beneficios que se desee conseguir, si bien lo más recomendable es que no dure más de 20 minutos. A continuación te explicamos las razones que así lo demuestran.
4DOLORES DE CABEZA Y MAL HUMOR
Tras una siesta que es demasiado larga es probable que te levantes mal. Esto se debe a que se ha entrado en una fase de sueño profunda durante un tiempo excesivo para detenerla de golpe, en un momento en el que el organismo ya se estaba preparando para el modo de sueño.
Eso provoca que un organismo en pleno proceso de adaptación a una fase de sueño, tenga que volver a activarse de forma repentina. De esta manera se secretan elevadas cantidades de cortisol, que elevan el nivel de alerta para tratar de salir de esta situación.
La respuesta inflamatoria del organismo es la que explica que, por culpa de una siesta larga, exista la posibilidad de despertarse con mal humor y dolores de cabeza.