La siesta, el nombre que recibe el sueño después de comer, puede ser muy beneficiosa para la salud, tal y como han demostrado los diferentes estudios que se han llevado a cabo desde hace años. Sin embargo, siempre ha existido cierto debate acerca de su duración perfecta.
El descanso a media tarde puede variar su duración en función de los beneficios que se desee conseguir, si bien lo más recomendable es que no dure más de 20 minutos. A continuación te explicamos las razones que así lo demuestran.
3LA SIESTA PUEDE ALTERAR EL CICLO DE SUEÑO NOCTURNO
Una siesta que se prolongue en exceso y que pueda llegar a alcanzar los 40 minutos o más puede llegar a provocar importantes alteraciones en el ciclo de sueño nocturno.
Esto provocará que a la persona le cueste más conciliar el sueño por la noche, con el riesgo de llegar a un círculo vicioso consistente en largas noches de insomnio y largas siestas, lo que mermará el rendimiento durante el día.
Por este motivo es preferible optar por siestas cortas de hasta 20 minutos. Está demostrado que sirven para recuperar la energía sin tener riesgos de alterar la rutina habitual de sueño, con la ventaja que ello conlleva.