La siesta, el nombre que recibe el sueño después de comer, puede ser muy beneficiosa para la salud, tal y como han demostrado los diferentes estudios que se han llevado a cabo desde hace años. Sin embargo, siempre ha existido cierto debate acerca de su duración perfecta.
El descanso a media tarde puede variar su duración en función de los beneficios que se desee conseguir, si bien lo más recomendable es que no dure más de 20 minutos. A continuación te explicamos las razones que así lo demuestran.
2DORMIR MÁS DILUYE SUS EFECTOS POSITIVOS
Dormir más de 20 minutos de siesta hace que se diluyan los efectos que tiene un sueño corto recuperador. De esta manera, no podrás disfrutar de todas las ventajas que tiene una siesta sobre el organismo.
Entre las ventajas más destacadas de la siesta se encuentran la prevención de cardiopatías, la reducción de la tensión arterial o el incremento de la concentración. Además facilita el aprendizaje, estimula la creatividad y facilita la capacidad para solventar problemas.
Por otro lado, una buena siesta también mejora los reflejos, favorece la abstracción, mejora el estado de ánimo e incrementa la positividad de la persona. Si duermes más de veinte minutos verás como esos efectos positivos se ven reducidos de forma considerable.