Cuando pensamos en sexo, pensamos en la excitación del principio, el placer del durante y la relajación de después. Sin embargo, en muchas ocasiones este momento de clímax podría convertirse en algo realmente terrorífico. Peligroso. Incluso mortal. ¿Cómo puede ser esto posible? Existe más de una manera de morir cuando lo practicamos.
A pesar de que no solemos pensar en determinadas consecuencias que pueden acarrear las relaciones sexuales, esto no quiere decir que no se puedan dar. Bien es cierto que las ocasiones en las que suceden suelen ser pocas. No obstante, no dejan de estar ahí y, conociéndolas, podemos tenerlas en cuenta para evitar que sucedan.
Ante todo, debes tener claro que no debes obsesionarte con el tema, tan solo ser precavido. Eso sí, cuidado con el sexo: practicarlo te puede matar.
El sexo también debemos practicarlo con cabeza
Solemos decir que el sexo nos hace perder la cabeza. No debemos tomarlo de forma literal. De hecho, no está mal tener fantasías sexuales y cumplirlas. Cada persona es un mundo y, siempre que esté dentro del acuerdo entre los dos, las cosas que se hacen en pareja son solo de esa pareja. No obstante, debemos pensar bien las consecuencias de muchas de las prácticas sexuales que podemos llevar a cabo.
Una de las prácticas que está de moda es la de la asfixia erótica. Mucho se ha escrito sobre ella y muchos otros son los que se han atrevido a probarla. Se la conoce también como hipoxifilia, hipoxiofilia o asfixiofilia. Aunque muy atrayente a primera vista para todos aquellos apasionados de vivir emociones fuertes y de practicar sexo de forma diferente y viviendo al límite, debemos saber que es muy peligrosa.
Se trata de una forma de obtener placer sexual mientras disminuye nuestra respiración cuando estamos practicando el coito. Aunque se suelen dar más casos en pareja, también la puede practicar uno mismo. Se hace a través de cuerdas, de las manos o incluso con bolsas de plástico. Hay que saber que practicar sexo de esta forma ha conseguido cobrarse la vida de muchas personas. Una de ellas fue la del actor David Carradine. Cuando practiquemos relaciones sexuales, debemos tener cuidado. En ocasiones, es mejor dejar ciertas prácticas a los actores de «50 sombras de Grey».
Cuidado con los agentes externos
Aunque los métodos anticonceptivos están para usarlos, también tenemos que tener cuidado con cómo lo hacemos. La responsabilidad es esencial siempre que metemos un agente externo dentro de la relación. Aunque a simple vista parecen inofensivos, los condones pueden esconder un secreto oculto del que pocas veces se habla. Existen varios casos de mujeres que han fallecido atragantadas por un condón. Esto sucede tras succionarlo cuando se practica sexo oral. Lo dicho, mejor ser precavidos.
Pero no solo los condones pueden ser peligrosos. Cada vez está más de moda introducir juguetes sexuales en las relaciones sexuales, tanto las que se practican en pareja como las solitarias. Sin embargo, hay que prestar especial atención a aquellos que puedan resultar cortantes. No es lo habitual, pero se han dado caso de personas que han decidido usar objetos como una motosierra para duplicar la vibración.
Debemos tener cuidado con las ideas que se nos pasan por la cabeza a la hora de mantener sexo. Compra siempre juguetes y productos homologados para no sufrir ninguna consecuencia fatal. Aún así, no te confíes, hay que ser siempre responsable con el tema.
Probar cosas nuevas está bien, hasta cierto punto
Hay parejas a las que les encantan las emociones fuertes. Para cargarse de adrenalina durante el coito, deciden practicarlo en lugares inusuales. En una ocasión, un par de estudiantes de la Universidad de Carolina del Sur se cayeron desde 16 metros de altura por practicar sexo en la terraza de un edificio. Mejor ser convencional a terminar muerto o en el hospital.
Pero no hay que irse muy lejos para hacer una locura. Tener sexo en el coche es algo muy común, sobre todo entre la gente joven. Aunque parezca una tontería, cuando lo llevamos a cabo, es mejor estar seguros de que no tocaremos el freno de mano. Hay casos de personas que han tenido un accidente por haberse olvidado de él o haberlo tocado sin querer durante el clímax.
El sexo está para disfrutarlo y para probar cosas nuevas. Sin embargo, debemos tener claro que estas emociones nuevas deben ir ligadas a prácticas responsables. No merece la pena poner en riesgo nuestra vida a cambio de obtener unos minutos de adrenalina o unos segundos de placer. Quizá sería mejor hacer una visita al parque de atracciones.
Consecuencias médicas tras el sexo: pene roto o ataque cardíaco
Pero no todas las causas de muerte por el sexo van ligadas a la irresponsabilidad de quienes lo practican. A veces hay consecuencias graves que ocurren por meternos demasiado dentro del papel. Una consecuencia común en los hombres de tener sexo demasiado fuerte es la del pene roto. Es cierto que no contiene huesos. No obstante, eso no quiere decir que no pueda fracturarse. Ocurre cuando mantenemos relaciones sexuales demasiado duras o por elegir malas posiciones en las que el miembro soporta demasiado peso.
En caso de que suceda, debes saber que hay que acudir de forma urgente al hospital. Además de tener un dolor insoportable, las consecuencias van mucho más allá. Si no vamos al médico de forma urgente, podría provocar impotencia sexual, tener complicaciones renales y, finalmente, que estas conduzcan al hombre a la muerte. Ante todo, es mejor usar el sentido común y dejar lo que tenga que ser en manos de profesionales cualificados.
Los ataques cardíacos también son una consecuencia común después del sexo. Puede suceder tanto en hombres como en mujeres. El sexo se considera ejercicio físico y, cuando este es muy intenso, puede desembocar en infarto. Las relaciones sexuales son las responsables de uno de cada diez mil infartos, pero ahí está la posibilidad. En caso de que haya drogas de por medio, esta cifra aumenta de forma considerable. Cuando se consumen estupefacientes, se puede tener sexo durante horas. Y aquí es donde vendrán las terribles consecuencias.