El Ayuntamiento de Barcelona cerrará al tráfico cada fin de semana siete grandes ámbitos de la ciudad para reservarlos al paseo, las actividades de ocio y la práctica deportiva respetando la distancia de seguridad, en una iniciativa que empezará este sábado y se alargará hasta finales de junio, aunque se «estudiará su continuidad».
Lo ha explicado este viernes en una rueda de prensa telemática la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, que ha dicho que quedará restringida la circulación por la montaña de Montjuïc, la Via Laietana, la avenida Litoral, la calle Gran de Gràcia y los ejes de Creu Coberta-Sants, Pi i Maragall-paseo de Sant Joan y Fabra i Puig-Onze de Setembre.
Se prohibirá el paso de vehículos entre las 9 horas del sábado y las 21 horas del domingo, y en festivos de 9 a 21 horas (1 y 24 de junio), con lo que el consistorio prevé «recuperar» 122 kilómetros lineales de calles, que equivalen a 347.000 metros, y las 376 hectáreas de la montaña de Montjuïc para uso ciudadano.
Los cortes de tráfico se harán con vallas y señales, y solo se permitirá el paso a residentes, servicios y distribución urbana de mercancías, y se han habilitado pasos alternativos para las líneas de autobús que quedarán afectadas.
La actuación en el frente litoral también prevé convertir la zona de aparcamiento en espacio para el paseo y el ocio, por lo que se han cerrado los estacionamientos de las playas de Nova Icària, Bogatell, Mar Bella, Nova Mar Bella y Llevant para ampliar el espacio para peatones y garantizar desplazamientos «más seguros».
Sanz ha detallado que la continuidad de estas medidas dependerá de «cómo evolucionen las fases de desconfinamiento» por la crisis del Covid-19, y ha añadido que estas medidas para dar más espacio a los peatones también favorecerán al comercio de proximidad y a mantener más bajos los niveles de contaminación de la ciudad.