España es uno de los países donde más nos medicamos no sólo para el cuerpo sino para la mente. Los países occidentales tienen unas tasas preocupantes de trastornos psicológicos y eso deriva en una enorme eso de fármacos para mitigarlos. El Trankimazin es sin duda el rey de los ansiolíticos y somníferos. Perteneciente al grupo de las benzodiacepinas, su gran aceptación deriva en los pocos efectos secundarios que presenta, frente a los altísimos que tenían los antiguos barbitúricos. Sin embargo, su uso excesivo también provoca efectos adversos. Por eso te vamos a indicar por qué no debes abusar del Trankimazin.
4Alteran la química del cerebro
Las benzodiacepinas en general y el Trankimazin en particular funcionan alterando la química del cerebro. Es cierto que debe de ser así para que funcionen pero no es menos cierto que el cerebro acaba acostumbrándose y «necesita» de ese plus para seguir funcionando «normalmente». Si le quitas eso a lo que estaba acostumbrado ya, es cuando reacciona, derivando en síntomas como el insomnio, cambios de humor, pérdida de peso, dolores de cabeza o musculares.