El coronavirus no es el único que campa por el mundo a sus anchas causando estragos por donde pasa. Cada vez son más las especies que se convierten en invasoras y que amenazan la fauna local, pero en algunos casos amenazan incluso a las personas. Es el caso de una relativamente vieja conocida de España que ahora arrasa en Estados Unidos: la avispa asiática gigante (velutina). Pero no es la única, ya que, al otro lado del Atlántico, la polilla gitana, de origen euroasiático, también está causando estragos en los bosques por su masiva presencia, ya que se alimentan de arbustos y árboles y los debilitan hasta hacerlos desaparecer.
La avispa asiática ya es una amenaza casi a nivel mundial. En España desde luego lo es, porque acaba con las abejas locales, tan necesarias para la polinización, y además se ha llevado por delante a alguna que otra persona. Recientemente, a principios de mayo, un apicultor gallego de 54 años ha perdido la vida este domingo en Villestro, en Santiago de Compostela, a consecuencia de la picadura de este insecto. En España lleva tiempo circulando por el norte de la península y causando estragos, pero en otros países acaba de aterrizar y algunos ya alucinan con la capacidad de este insecto tan destructivo que tiene un aguijón de medio centímetro.
Las imágenes de una de estas avispas acabando con un ratón circularon por las redes sociales mostrando el poder de este animal. Pero ahora hay otro que aunque no ataque a las personas, también amenaza con causar grandes pérdidas económicas de dimensiones sin augurar.
La polilla gitana (Lymantria dispar) es otro insecto que estremece con solo verle la cara. Es de origen euroasiático pero ha llegado a Estados Unidos para no marcharse. Pese a que la polilla lleva en EE UU bastante tiempo (según algunas fuentes, desde el siglo XIX), parece que ahora se ha hecho más fuerte y amenaza con destruir bosques y cultivos. El problema es con los huevos. Las hembras de este tipo de polilla tan dañina pueden llegar a poner más de 100 huevos, según explican los biólogos. Y las orugas pueden masticar más de 500 especies de árboles y arbustos diferentes, lo que se traduce en daños enormes para la agricultura.
A todo esto hay que sumarle que estamos en mayo y llega el momento de controlar la llegada del mosquito tigre (Aedes albopictus), ya muy presente en la península. Este insecto es capaz de transmitir 22 virus diferentes, entre los que afortunadamente no se encuentra el coronavirus. Pero sí que es el responsable de enfermedades como el dengue, el chikungunya, la zika o el virus del Nilo Occidental, entre otras. Hasta la fecha, no hay ni información ni pruebas que indiquen que la Covid-19 pueda transmitirse por medio de mosquitos”, ha aclarado la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tranquilizador, de momento.
Desde que este mosquito, también de origen asiático, fue localizado en el año 2004 por primera vez en Sant Cugat, cada verano se ha visto al mosquito en otros municipios de España, por lo que está más que contrastado su avance.