Pocos son los que no conocen el Museo del Prado. Si eres de Madrid o has ido alguna vez a la capital, no cabe duda de que uno de los imprescindibles es este museo en el que podremos ver obras conocidas por todos como «Las Meninas», de Velázquez, o la mayoría de las obras de Francisco de Goya. Una pinacoteca que debemos conocer porque guarda buena parte de nuestra historia.
Doscientos años. Ese es el tiempo que llevan sus puertas abiertas al público. Fernando VII, en el año 1819, decidió confiar en Villanueva para diseñar un gran museo de pinturas y esculturas. Y vaya si lo consiguió. En todo este tiempo, ha conseguido encumbrarse como una de las pinacotecas más importantes de toda Europa.
Lo que está claro es que, con tantos años a sus espaldas, son muchas las anécdotas que guarda entre sus muros. Descubre los secretos menos conocidos del Museo del Prado.
3Una Mona Lisa en el Museo del Prado
Una de las anécdotas más famosas de los últimos años es el descubrimiento, en el 2012, de una réplica de la Mona Lisa. Todo empezaba al hacer una fotografía de rayos X al cuadro de una mujer que se parecía mucho a ella. Tras el fondo negro, se veía un paisaje muy parecido al del cuadro del Louvre.
Lo limpiaron de forma adecuada y, con ello, toda la comunidad artística del mundo se hizo eco de la peculiar noticia. Fue uno de los secretos mejor guardados del museo, aunque ahora se ha convertido en una gran anécdota.
Ahora la obra está expuesta en la planta baja del museo como una representación realizada por uno de los discípulos de Leonardo. Gracias a su buena conservación, se erige como un complemento de lectura para estudiar matices en la obra de Da Vinci.