El Gobierno lleva invertidos más de 72.000 en mejorar la seguridad del cementerio de Mingorrubio, en el distrito madrileño de El Pardo, donde desde el pasado 24 de octubre de enero reposan los restos del dictador Francisco Franco.
En concreto, el féretro del dictador salió del Valle de los Caídos para ser reinhumado en el panteón del citado camposanto donde ya descansaban los restos de su esposa, Carmen Polo, un recinto que forma parte del patrimonio de la Administración General del Estado (AGE).
El mantenimiento y la gestión de los bienes que integran este patrimonio corresponden a la Dirección General del Patrimonio del Estado, un órgano dependiente del Ministerio de Hacienda, que se hace cargo de las reparaciones, la limpieza y la contratación de la seguridad que sea necesaria para estos recintos.
NEGOCIADO SIN PUBLICIDAD
En concreto, según los datos recopilado por Europa Press, desde que los restos de Franco fueron depositados en el panteón de Mingorrubio, la Dirección General de Patrimonio del Estado ha adjudicado tres contratos para incrementar la seguridad del mismo.
El último contrato de seguridad y el más cuantioso se adjudicó el pasado mes de marzo y fue negociado sin publicidad. Hacienda recibió dos ofertas y al final lo adjudicó a una Unión Temporal de Empresas (UTE) denominada ARIPREM. El contrato de licitación asciende a 51.546 euros, impuestos incluidos, y tiene un periodo de ejecución de 24 meses.
Pero antes se habían adjudicado otros dos. En diciembre de 2019 la empresa Ariete Seguridad S.A Vigilancia y Protección se había hecho con un contrato valorado en 17.424 euros, a ejecutar en 54 días. En este caso se presentaron tres ofertas.
Sin embargo, para el siguiente contrato, adjudicado en enero, sólo optó una: Techno Seguridad SL que, al no tener competencia no tuvo problema en conseguir el contrato menor para elementos de seguridad por valor de 3.207,58 euros durante un año.
En una respuesta parlamentaria al diputado de EH Bildu Jon Iñarritu el Gobierno justificó recientemente la contratación de estos servicios destinados a mejorar la seguridad tanto del panteón en particular, como del cementerio que lo acoge.
«Las circunstancias que concurren en el enterramiento producido en el panteón y su repercusión pública, le dotan de una evidente singularidad, lo que ha aconsejado llevar a cabo la contratación de determinados servicios dirigidos a garantizar la seguridad del panteón y el entorno en el que se sitúa», explicaba el Ejecutivo.