El Gobierno de Reino Unido ha confirmado este jueves otros 539 fallecidos y 5.600 positivos por coronavirus durante el último día, lo que eleva el balance total desde el inicio de la pandemia a 30.615 muertos y más de 206.000 contagiados.
Inglaterra sigue figurando como la región más afectada, con 22.432 fallecidos –incluidos 383 durante el último día–, por delante de Escocia –con 1.762 y 59, respectivamente–, Gales –1.062 y 18– e Irlanda del Norte –422 y cuatro–, según los datos facilitados por el ministro de Exteriores, Dominic Raab.
Raab ha indicado en rueda de prensa que el país «ha pasado el pico del virus» y ha reconocido que el balance de fallecidos es «trágico», con día después de que Reino Unido se convirtiera en el primer país europeo en superar el umbral de los 30.000 muertos y en el segundo con más víctimas mortales a nivel mundial, por detrás de Estados Unidos.
Asimismo, ha señalado que durante el último día han sido realizadas 86.583 pruebas, cerca de 17.000 más que el día anterior pero por debajo del objetivo de los 100.000 test diarios, algo que Londres no ha logrado durante los últimos cinco días consecutivos.
Raab ha advertido además de que si la población «abandona las normas de distanciamiento social» el coronavirus «podría crecer otra vez de forma exponencial», lo que «provocaría otro confinamiento», en un momento en el que Ejecutivo estudia una desescalada de las restricciones.
En este sentido, ha argüido que las próximas medidas deben adoptarse «con pies de plomo» y «ser sostenibles», antes de reiterar que si el número de casos sufre un repunte «se endurecerán nuevamente las restricciones», según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
«Es un momento muy peligroso, debemos actuar con cautela», ha manifestado, al tiempo que ha apuntado que «las decisiones serán tomadas en el momento adecuado» y que «cualquier cambio a corto plazo será modesto, pequeño y gradual».
Por su parte, la ‘número dos’ de Sanidad en Inglaterra, Jenny Harries, ha reconocido que el número de pruebas cayeron durante el pasado fin de semana «por un problema técnico» y ha agregado que ahora están aumentando nuevamente para intentar llegar a la barrera fijada por las autoridades.
«MÁXIMA CAUTELA»
La oficina del primer ministro, Boris Johnson, ha señalado además que las medidas de desescalada serán adoptadas «con la máxima cautela», mientras que Escocia, Gales e Irlanda del Norte tienen autoridad para aplicarlas a un ritmo diferente.
Downing Street ha asegurado que el ‘premier’ ha comunicado a líderes internacionales que su intención es que las medidas sean adoptadas a nivel nacional «incluso si distintas partes de Reino Unido empiezan a moverse a velocidades ligeramente diferentes».
Así, Johnson ha hecho hincapié en que su Ejecutivo no tomará ninguna medida que pueda provocar una segunda oleada y ha agregado que «cada paso» estará guiado por la ciencia y los datos.
El primer ministro adelantó el miércoles que la intención de las autoridades es «empezar con algunas de las medidas el lunes, si es posible», y alertó de que habría un «desastre económico» si se relaja el confinamiento de una forma que provoque una segunda oleada de contagios.
