viernes, 22 noviembre 2024

España, en manos de los independentistas: ERC aboca al país a nuevas elecciones

  • ERC ha anunciado que votará no a la prórroga del estado de alarma que quiere Pedro Sánchez.
  • Que ERC rompa la disciplina pone en problemas al Gobierno de coalición de cara a los Presupuestos.
  • Sin Presupuestos no hay continuidad de la legislatura.
  • España depende de los partidos pequeños ante la falta de acuerdo entre los que tienen más representación en el Congreso de los Diputados. La continuidad de la legislatura depende de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) y, para ello, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, necesita el apoyo de quienes le dieron su pase a la Moncloa, es decir, de los independentistas catalanes y los nacionalistas vascos. Y ahora, después de que ERC ha avisado de que votará no a la prórroga del estado de alarma, en el Gobierno temen que esto suponga una ruptura que les obligue a convocar elecciones para este año como pronto.

    El Gobierno lo sabe. Son conscientes de que sin Esquerra Republicana no podrán mantener la estabilidad de Gobierno. Son solo 13 diputados independentistas los que condicionarán los pasos que dé el Ejecutivo en los próximos meses. Pero el no de ERC a Sánchez y a su deseada prórroga anticipa que no todo será como el presidente quiere. Y, sobretodo, que sin estado de alarma no hay Gobierno, el mensaje que se ha desprendido más de una vez dentro del Consejo de Ministros.

    Los independentistas están de uñas con Sánchez. El presidente ha tocado la soberanía de las autonomías, algo que ha erosionado considerablemente la débil coalición que dio la presidencia a Sánchez y que dio paso al Gobierno de coalición. Sánchez sigue en contactos con los nacionalistas para intentar aprobar la prórroga que considera tan indispensable, pero no parece que los de Gabriel Rufián vayan a pasar por el aro.

    El no del PP, de Vox y de ERC ha dinamitado los planes del presidente, que pasaban por prorrogar esta situación excepcional unas semanas más para desarrollar su plan tal y como lo habían planteado desde el principio. Pero ahora los independentistas han vuelto a dar un golpe encima de la mesa y han condicionado a todo el país. De hecho, tras la vuelta a la normalidad llega el momento de negociar los próximos presupuestos, pero sin ERC, es un proceso difícilmente viable.

    Sánchez ha intentado aplacar los ánimos con dinero. Ha regado las comunidades autónomas con 18.000 millones de euros en plena crisis para combatir las consecuencias de la pandemia, pero no parece haber sido suficiente para seducir a Esquerra Republicana de Catalunya para que ceda y permita a Sánchez proceder como esperaba.

    ERC quiere sus competencias autonómicas devueltas. Desde las formaciones nacionalistas temen que la crisis del coronavirus sea una excusa para retroceder en cuanto a competencias autonómicas se refiere y lleve a un centralismo más acusado. Desde luego, el Gobierno no ha querido ceder el plan de desescalada a las comunidades, algo que tampoco ha hecho demasiada gracia a ninguno de los barones de los partidos.

    Que la crisis iba a pasar factura no era ningún misterio. El Gobierno esperaba que el paquete de ayudas sociales taimara los ánimos de los ciudadanos y, especialmente, de todos aquellos de los que depende el Gobierno, es decir, de los independentistas. Sin embargo, el hecho de que hayan roto la disciplina que trajo la moción de censura y el Gobierno de coalición puede acabar con los presupuestos y, por consecuencia, llevar a España hacia un nuevo escenario electoral.

    El Gobierno ya sopesa ese escenario que tanto quieren evitar. Prueba de ello es que el presidente ha asociado el plan de recuperación y todas las ayudas que éste traerá a la legislatura. Pero sin presupuestos, no habrá ni plan de recuperación ni nada que se le parezca. Al menos no orquestado desde la batuta socialista.

    De haber elecciones, los socialistas y los dirigentes de Unidas Podemos saben perfectamente que las afrontarán con menos apoyos. Al menos tal y como se reflejan en los últimos sondeos y las últimas encuestas publicadas.