¿Pueden las grandes fortunas trasladar sus éxitos empresariales al servicio de causas sociales a través de grandes donaciones de capital? ¿Servirá esto para afrontar de manera más eficiente la crisis que con toda seguridad azotará a la economía global? Hace más de diez años surgió el filantropismo, una nueva forma de filantropía. Ésta, puede ser la clave para resolver problemas sociales que siempre han estado atascados en los programas políticos. Ahora, parece que ha llegado su momento.
4Las fortalezas
Los filantrocapitalistas no son donantes tradicionales sino inversores sociales que tratan el dinero y esfuerzos que destinan a las causas sociales como un negocio más. De hecho, el filantrocapitalismo se diferencia de la filantropía en que esta última, tan sólo se preocupa de donar dinero sin atender a su uso o control. El filantrocapitalismo trata de buscar cómo maximizar las ganancias como si las causas sociales fuesen una empresa más que rentabilizar. La mayoría de los filantrocapitalistas son grandes emprendedores que buscan implicarse emocionalmente en los proyectos. De hecho, aunque sea un contrasentido, en el filantrocapitalismo hay lucro. Los ricos invierten en proyectos sociales ya que creen que hacerlo redundará de alguna manera en sus negocios; esto, que antes era considerado como un vicio comienza a verse como un motor para el cambio.