La presidenta del Gremi de Llibreters de Cataluña, Maria Carme Ferrer, ha celebrado este jueves que las ventas en línea de los comercios agremiados se ha triplicado respecto a una jornada normal, lo que no compensa las pérdidas de la diada y de las últimas semanas desde el cierre el 13 de marzo, al inicio del confinamiento.
En declaraciones a Europa Press ha asegurado que «realmente, no ha sido un Sant Jordi», y ha emplazado a los ciudadanos a la fecha sugerida por el sector: el 23 de julio, a falta de su aprobación por parte de la Generalitat y las autoridades sanitarias.
Ha dicho que esta fecha permitirá un Sant Jordi en un «escenario completamente diferente y no normal», con medidas de distanciamiento, y aunque se podrá celebrar, todo dependerá de las autoridades.
Sobre el comportamiento de los lectores, ha dicho que «unos cuantos han comprado en línea», y otros lo harán en los próximas jornadas, pero ha asumido que era imposible vender lo que se vende en una diada de Sant Jordi normal.
Sin embargo, ha lamentado sobre en esta diada y las últimas semanas: «Hemos perdido todo un trimestre de facturación», ya que llevan cerradas desde el inicio del confinamiento, el 13 de marzo.
«Hemos perdido mucha facturación. Muchísima», ha agregado, ya que en Sant Jordi venden entre un 10% y un 30% de la facturación anual, ha remarcado.
APOYO DE CLIENTES
Ferrer ha descrito que en un Sant Jordi normal está fuera de casa desde las 7 hasta las 00 en su librería Empúries, y este jueves solo ha pasado por su librería por la mañana para atender comandas, pero que a las 15 horas ya estaba en casa: «No tiene nada que ver».
Sin embargo, ha celebrado el apoyo «extraordinario» de los clientes que se han solidarizado con la librería por teléfono, WhatsApp y correo para asegurarle, como librera, que cuando reabra, la visitarán, y ha añadido que todos empatizan con la situación de los libreros.
De hecho, ha celebrado acabar de recibir la noticia de que «una gran empresa privada muy importante» dará vales a sus trabajadores para gastar en librerías.
«No eres ni capaz de celebrar Sant Jordi. Es triste», ha añadido Ferrer, y ha agregado que es una jornada tan diferente que deja sensaciones personales terribles.
