Parece que no es suficiente con la situación tan complicada que se vive a nivel mundial provocada con la pandemia de coronavirus. En la tarde del sábado, tuvo lugar el tiroteo más letal de la historia de Canadá, cuando un hombre armado con un rifle y disfrazado como un policía mataba a 16 personas. Aunque en un primer momento, los rumores hacían pensar que el atacante habría sido detenido, fuentes oficiales confirmaron que ha fallecido en el tiroteo que se produjo entre él y la policía en una gasolinera de la región.
Tiroteo en Nueva Escocia
De momento hay pocos aspectos conocidos de Gabriel Wortman, un hombre de 51 años que comenzó a disparar el sábado por la tarde y mantuvo su afrenta con la policía hasta bien entrada la mañana del domingo. Los primeros asesinatos parecen apuntar a alguna cuestión personal, pues se hallan concentrados en una casa de Portapique, una comunidad rural perteneciente a la provincia de Nueva Escocia, al este del país.
Sin embargo, es bastante probable que los siguientes se produjeran al azar, especialmente después de la intervención de las fuerzas de seguridad que comenzaron una persecución tras el asesino que también le costó la vida a una policía, la agente Heidi Stevenson.
Condolencias del primer ministro
Las palabras del primer ministro Justin Trudeau no se han hecho esperar. Este, ha declarado en rueda de prensa que «su corazón está con todos los afectados en lo que es una situación terrible«. Además, el primer ministro de Nueva Escocia se ha sumado a las condolencias. Cree que el tiroteo es uno de los actos de violencia más insensatos en la historia de la provincia.
La investigación sigue abierta. Según han advertido las fuerzas de seguridad canadienses resultará difícil conocer el número exacto de víctimas mortales del tiroteo. Al parecer quedan muchas zonas de la provincia por explorar que ayudarán a esclarecer lo que ha sucedido.