En 1997 llegaba a Telecinco un programa de entretenimiento, con entrevistas, música y espectáculo que cambiaría la historia de la televisión. Crónicas Marcianas, que nació como algo experimental, sin una estructura clara más que asentar un contenido para provocar y sorprender a los espectadores estaba en constante evolución desde su emisión. A veces se centraban más en el corazón, otra en los realities o en cualquier otra polémica de la época. Repasamos los mejores momentos del late show que permaneció imbatible durante ocho temporadas llenas de risa y controversia.
1Los striptease de Boris Izaguirre
La llegada de Boris Izaguirre a Crónicas Marcianas fue una casualidad que han contado el propio Izaguirre y Sardá en varias ocasiones. Boris se paró a ver el coche de Sardá, un Volkswagen Bettle y a éste le hizo gracia su manera de hablar. El venezolano comenzó haciendo el repaso a la crónica rosa, pero pronto se hizo un imprescindible. Una noche, en la que acudía al programa Concha Velasco a promocionar la obra de teatro en la que trabajaba, Boris decidió imitar a un personaje que en dicha obra se desnudaba. E hizo historia. El mismo ha contado, que esa noche, cuando volvió a casa, su marido no le dejó entrar.