El coronavirus ha causado importantes estragos a nivel de salud. En España, pese a reducirse la brecha (517 en el último día), son más de 17.000 las personas que han perdido la vida. A nivel económico los efectos se empezarán a percibir pronto. Por el momento se suceden los despidos e infinidad de negocios continúan cerrados. El sector del taxi, como muchos otros, también ha sufrido el golpe.
Estos trabajadores del sector del transporte privado pueden desempeñar su labor con las medidas oportunas, pero sin gente en la calle es más que complicado. Sin embargo, el regreso al trabajo este lunes de muchas personas ha impulsado de nuevo su negocio. Pero la clave ha sido otra: el temor al transporte público.
España va camino de los 200.000 contagios y la gente no quiere asumir riesgos innecesarios. El metro y el tren son focos de contagio de coronavirus y muchos optan por el sector del taxi o por alternativas como Uber y Cabify. Aunque siempre se aboga por lo contrario, José Luis Ábalos reconoció que ante la «excepcional situación» sí es recomendable apostar por el uso privado.
El ministro de Transportes y Movilidad considera que, en términos de movilidad, la reanudación de los trabajos no esenciales a partir de este lunes, sólo supondrá un repunte de los «trayectos cortos», los que se realizan entre pequeñas distancias.
Así, aseguró que no esperan que repunten las «testimoniales» cifras mínimas de movilidad que se vienen registrando en los transportes entre ciudades o comunidades, tanto en tren, como en autobús o avión.
LA CUARENTENA CONTINÚA
En este punto, Ábalos insistió en que el fin de la paralización de actividades económicas no supone el fin del confinamiento. «Seguimos en estado de alarma y en confinamiento, y la movilidad está restringida a las causas de fuerza mayor que fija el Decreto», recordó.
El ministro recordó las medidas adoptadas por su Ministerio y Renfe y Adif ante la reanudación de la actividad, como son el aumento de la frecuencia de los trenes de Cercanías, la reserva de trenes y maquinistas para atender una eventual incidencia en el servicio, el refuerzo de la seguridad privada o los mensajes por la megafonía de los trenes y las estaciones para recordar a los pasajeros la necesidad de mantener las distancias recomendadas por las autoridades sanitarias.