El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha asegurado que ahora su trabajo se centra en el ‘Plan de Vuelta a la Normalidad’ tras la crisis de la epidemia del coronavirus, y ha pedido al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que este sea compartido y se respeten las especificidades.
Además, ha anunciado que hoy empiezan a realizarse los test rápidos en residencias a todas las personas con síntomas y, aunque ve signos positivos en cuanto a contagios por Covid-19 en Euskadi, ha lamentado que los fallecimientos «golpeen con fuerza».
Urkullu ha presidido la reunión del Comité Asesor que le asiste como director único del Plan de Protección Civil de Euskadi (LABI), a la que han asistido el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, la consejera de Salud, Nekane Murga, y la de Seguridad, Estefanía Beltrán de Heredia; el viceconsejero de Régimen Jurídico, Sabino Torre, el de Salud, Iñaki Berraondo y el de seguridad, Josu Zubiaga; así como, los diputados Generales de los tres territorios históricos, Ramiro González, Markel Olano y Unai Rementería; el Presidente de Eudel, Gorka Urtaran, y el delegado del Gobierno, Denis Itxaso.
Durante el encuentro, el Lehendakari ha explicado que la serie acumulada de datos diarios confirma los indicadores «positivos» a partir del viernes pasado, con una mejora la evolución del número de contagios, así como en el balance de ingresos y altas hospitalarias. Además, se ha estabilizado la ocupación de camas en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).
A estos datos, se suma la evolución de altas hospitalarias en población en general, «que hoy supera la cifra de 4.150 personas» y la recuperación de más de 200 profesionales sanitarios.
El Lehendakari ha lamentado que, «por el contrario, los datos de fallecimientos siguen golpeándonos con fuerza». Además, ha apuntado que «una buena parte de fallecimientos se producen en casos de personas mayores que se encuentran en residencias», aunque sean los datos relativos al mes de abril «los más se pueden asociar con el coronavirus».
Urkullu ha recordado que se han creado cuatro unidades nuevas de referencia, con 389 plazas, «especialmente pensadas para una gestión centralizada de las personas enfermas del virus en las residencias».
Estas, según ha precisado, ofrecen cobertura a las residencias de las redes forales «y a las que no cuentan con condiciones adecuadas para el aislamiento». En la actualidad, se han ocupado ya 129 camas repartidas en las residencias Zadorra, Birjinetxe, Igurko Umbe y el centro socio-sanitario de Cruz Roja en Donostia.
El presidente del Ejecutivo vasco ha asegurado que «toda la atención» de su Gabinete «se centra, también, en las residencias de personas mayores». Con este objetivo, se ha habilitado una vía de contacto telefónico directo de Atención Primaria con cada residencia.
TEST RÁPIDOS Y MASCARILLAS
Además, este miércoles comienzan a realizarse los test rápidos en las residencias para todas la personas con síntomas. «Esta sigue siendo una prioridad en Euskadi y también en el conjunto del Estado», ha manifestado.
Iñigo Urkullu ha asegurado que durante la semana pasada, se han abierto «varios debates» que «están generando un cierto nivel de inquietud en la sociedad», en alusión al uso de mascarillas, la utilización de test rápidos y el listado de infraestructuras para acoger a pacientes asintomáticos.
«Defiendo como criterio que avancemos pisando suelo firme. Considero que, antes de abrir debates que pueden generar incertidumbre, deben establecerse criterios claros y contrastados que puedan dar respuesta a las interrogantes», ha defendido.
Por ello, según ha explicado, el Gobierno autónomo ha pedido al Ejecutivo de Pedro Sánchez «una definición clara sobre estas tres cuestiones, en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud. «Este deber ser nuestro criterio de base», ha añadido.
«PLAN DE VUELTA A LA NORMALIDAD»
El Lehendakari ha destacado que una de las tareas en las que ahora están centrados es la preparación y elaboración del «Plan de Vuelta a la Normalidad». En este sentido, ha admitido que se trata de «una tarea tan estratégica como compleja» que incluye los ámbitos sanitario, educativo, económico, social o cultural.
Iñigo Urkullu ha recordado que el domingo pasado planteó al Pedro Sánchez que «éste debe ser un Plan compartido, que tenga en cuenta las especificidades de cada Comunidad, así como las medidas adoptadas por la Unión Europea y otros países del mundo».
Para finalizar, ha explicado que las circunstancias de estas semanas han puesto de manifiesto «una capacidad extraordinaria de cooperación de la sociedad vasca». Todos los Departamentos del Gobierno estamos recibiendo muchas comunicaciones ofreciendo colaboración», ha indicado.
Asimismo, ha subrayado la cooperación interinstitucional, «como lo demuestra este LABI, que pone en común la actuación del Gobierno Vasco, las Diputaciones Forales, los Ayuntamientos», y también la resaltado «la cooperación con el Gobierno español y los Gobiernos autonómicos».
También ha aludido a la colaboración público-privada a través de los Clústeres en los que se organizan los diferentes sectores: alimentación, papel, medio ambiente, automoción, energía o fundición, por ejemplo. Colaboración con las Cámaras de comercio, Centros especiales de empleo y empresas de inclusión, Organizaciones y agencias de desarrollo comarcal que agrupan empresas locales, centros de investigación cooperativa y tecnológicos.
Asimismo, ha puesto en valor la coooperación de proveedores habituales de todo tipo de servicios para la Administración pública, así como por parte de los medios de comunicación con la difusión de información y programas de servicio público.
El Lehendakari no se ha olvidado tampoco de la colaboración del Tercer Sector Social, con la contribución de organizaciones y asociaciones como Cruz, Roja, DYA, EGK, FEVAS o Sareen Sarea; la de Centros de Formación Profesional o Colegios profesionales, así como la de las personas que contribuyen a título individual o en la iniciativa «Guztion artean».
«Esta fotografía de la colaboración con más de 240 entidades, tiene un valor objetivo estratégico para responder a las necesidades que nos plantea esta crisis. Tiene también un valor subjetivo que confirma un espíritu colectivo de resiliencia y superación. Una vez más, la última palabra es de agradecimiento», ha concluido.
