La epidemia en Cantabria parece «controlada», pero mantienen la alerta

Cantabria registró el «pico máximo» de hospitalizaciones por coronavirus el pasado 30 de marzo, con 403 personas ingresadas, y las altas han aumentado en ocho de los nueve días transcurridos desde entonces, unos datos que invitan a pensar que la región está «en una fase controlada» de la epidemia, si bien el vicepresidente del Gobierno, Pablo Zuloaga, ha destacado la necesidad de «seguir alerta», no bajar la guardia y cumplir de forma «constante y responsable» las normas de confinamiento.

En la rueda de prensa telemática posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, Zuloaga ha señalado que se están viendo los resultados de las medidas adoptadas, y aunque los datos invitan a pensar que «la parte más difícil ha pasado», hay que ser «muy respetuosos».

Según ha detallado, el incremento de ingresos fue rápido en la segunda quincena de marzo y ha ido estabilizándose y descendiendo en los primeros días de abril. Los ingresos por Covid-19 en las unidades de cuidados intensivos (UCIs) han seguido la misma tendencia que los ingresos totales, si bien en este caso, el «pico máximo» se alcanzó el 31 de marzo, con 47 personas, y está descendiendo «a un ritmo más lento«.

El vicepresidente ha recordado que el trabajo en los hospitales está siendo reforzado por los profesionales de Atención Primaria, que se han volcado en la atención telefónica y el seguimiento remoto de pacientes Covid y no Covid. Y ha recordado que los centros de salud abriran los días festivos de Semana Santa.

A preguntas de los medios sobre la situación en las UCIs, Zuloaga ha asegurado que es «estable» y que el aumento del número de camas en estas unidades «no es una urgencia» porque «la curva de contagios parece que está descendiendo y también las nuevas hospitalizaciones». El Gobierno trabaja con escenarios diferentes, incluyendo los más negativos, a los que no hemos llegado», precisado.

Y en cuanto al levantamiento del confinamiento una vez superada la epidemia, ha afirmado que «lo más prudente es esperar a que el Gobierno de España marque las pautas», y ha defendido que Cantabria ha sido una de las comunidades autónomas «más cumplidoras» y más previsoras en la adopción de medidas.

En su intervención, el vicepresidente ha trasladado un mensaje de agradecimiento a todos los trabajadores que están «en primera línea de batalla y se dejan la piel» para que Cantabria siga siendo una de las comunidades autónomas con menor incidencia de este virus «fatal». También ha enviado un «mensaje de apoyo, acompañamiento y cariño» a las familias que han perdido a algún ser querido y las que «viven con angustia» la evolución de familiares o amigos «en estos difíciles momentos».

Zuloaga se ha remitido a lo dicho por el consejero de Sanidad, Miguel Rodríguez, en el Pleno del Parlamento del pasado lunes, donde sin querer «pecar de imprudente, porque todavía no se ha superado la crisis», dibujó una evolución «favorable» de reducción progresiva de nuevos casos diarios, aumento de curados, descenso de hospitalizaciones y UCIs «estables».

De cara a las jornadas festivas de Semana Santa, que van a ser «duras», el vicepresidente ha insistido en la importancia de que «todos y cada uno de nosotros sigamos de forma constante y responsable las indicaciones del Ministerio de Sanidad y las normas de confinamiento que nos obligan a quedarnos en casa». «No podemos relajarnos nada. Que ningún buen dato nos permita pensar que podemos salir o relajarnos», ha apostillado.

Ha añadido que «Cantabria es una tierra de acogida que recibe con los brazos abiertos a los visitantes de todo el mundo, pero en estos días tenemos que ser muy exigentes y pedir a todas las personas que nos visitan que asuman también esa responsabilidad y se queden en casa», igual que los cántabros también tienen que evitar cualquier desplazamiento a segundas residencias, ha recalcado.