A menudo, los padres depositan su confianza en los contenidos infantiles de las cadenas de televisión como meros instrumentos de entretenimiento de sus pequeños y con suerte, como otra opción -además de ellos mismos y la escuela – donde aprender valores como la amistad, la solidaridad, la convivencia o incluso una dieta saludable. Pero ¿qué pasa cuando no estás de acuerdo con los mensajes o los valores que enseña una serie? El debate está abierto a raíz de las voces de muchos padres que ven en la serie de animación Peppa Pig un serio adoctrinamiento a favor del colectivo LGTBI.
Lo peor de todo, insisten, es que en ningún caso se avisa a los padres del tipo de contenido que van a ver los pequeños.
3No promueve valores solidarios en los niños
Quizás el único valor positivo que promueva Peppa Pig es el de la amistad y la multiculturalidad, pues es cierto que Peppa siempre está rodeada de niños de distintos «tipos» distintos a ella (básicamente porque son otros animales).
Pero también es cierto que la serie no fomenta el buen comportamiento. Peppa es especialmente caprichosa y testaruda. Siempre se quiere salir con la suya y no duda en hacer trampas o saltarse las colas en el parque para conseguir sus propósitos. Además, Peppa está casi siempre enfadada con sus amigas y tiene muchas expresiones que fomentan el berrinche y la frustración mal gestionada.
Mención aparte merece el tema de la gordofobia que tanto Peppa como su madre demuestran con papá Pig, el padre de Peppa. La figura de papá Pig es un padre cerdo con cierto sobrepreso. Hasta ahí todo estaría bien. Pero es la sorna constante hacia este exceso de grasa – que es bastante común en los cerdos, todo sea dicho – que hacen tanto Peppa como su madre la que resulta preocupante.