El estado de salud del primer ministro británico, Boris Johnson no mejora tras ser ingresado este domingo en el hospital St. Thomas de Londres. A día de hoy, permanece en la Unidad de Cuidados Intensivos debido al empeoramiento de su estado de salud.
Para muchos, este es el resultado de una cadena de imprudencias de las que además, el famoso líder británico, se jactaba ante los medios.
Una imprudencia con serias consecuencias
En el siguiente vídeo, vemos que hace apenas un mes, Johnson trataba con cierta condescendencia a una periodista británica que en una rueda de prensa le afeaba que no diera instrucciones más precisas a los británicos para evitar una pandemia que ya se extendía por el continente europeo.
Boris Johnson fue duramente criticado por parte de la sociedad británica por no tomar medidas drásticas para frenar la pandemia. Incluso cuando esta comenzaba a propagarse por el país (especialmente en la capital, Londres), Johnson seguía minimizando los riesgos.
El premier británico, minimizó el peligro del covid-19 y se negó a tomar medidas drásticas como sus colegas europeos habían ido realizando progresivamente.
A mediados de marzo, y cuando en España por ejemplo, ya se había decretado el estado de alarma, Boris Jonhson prometió «dar la vuelta a la marea del coronavirus en 12 semanas» para lo que instó a la población a mantener una distancia social de prudencia para evitar contagios. Además, frente a las críticas de la sociedad, el día 19 de marzo, ordenó por fin el cierre de las escuelas.
Pero la «parálisis» o cierre del país, como han hecho sus vecinos europeos, no tuvo lugar hasta el lunes 23 de marzo. A esas alturas, la población ya estaba absolutamente confundida tras tres semanas negando la peligrosidad de la pandemia.
Así, el primer llamamiento a que la gente permaneciese en sus casas se demostró absolutamente ineficiente. Los parques y los centros comerciales permanecieron abarrotados de gente sin miedo a la pandemia. Scotland Yard tampoco fue exactamente contundente en su mensaje. De hecho, no fue hasta que el ministerio de Interior se pronunció de manera firme y con la advertencia de multar las infracciones cuando la sociedad británica se ha concienciado de lo importante que es frenar la pandemia.
Quizás, haber visto a Boris Johnson caer por su propia imprudencia les ha servido de lección.