La consejera de Salud, Nekane Murga, asegura que el sistema sanitario vasco «en ningún momento ha estado colapsado» por la epidemia del coronavirus Covid-19 y dice que «puede que haya el doble de infectados» de los detectados, porque la población menor de 50 años «también se infecta, pero como tienen menos síntomas y no están graves, acuden menos a los servicios de salud».
En una entrevista a El Correo, recogida por Europa Press, Murga dice, preguntada si se ha pasado lo peor, que «el futuro es difícil de predecir y hay que tener mucha precaución». «Soy de naturaleza optimista, pero esta epidemia me ha demostrado que puede ser más dura de lo que esperaba», reconoce.
Sobre la situación de los hospitales vascos, asegura que «en ningún momento el sistema sanitario ha estado colapsado» y afirma que, en este momento, Osakidetza tiene «capacidad de respuesta, ya sea para nuevos ingresos, para pacientes graves en UCIs o para convalecientes».
Tras reconocer que «puede que haya el doble de infectados (de lo que señalan las estadísticas oficiales)» ya que «sabemos que la población menor de 50 años también se infecta, pero como tienen menos síntomas y no están graves, acuden menos a los servicios de salud«, explica que a la mayoría de enfermos de gravedad se les realiza el test y si son positivos, aunque la causa de la muerte sea otra, se les considera fallecidos con coronavirus. «Si ha habido más casos lo sabremos en el futuro con el análisis del global de fallecidos en esta época y su variabilidad respecto a años anteriores».
Murga dice que «es posible que durante las dos próximas semanas aún tengamos cifras elevadas de fallecimientos» y precisa que «hasta que no tengamos a un porcentaje de la población inmunizada, ya sea de forma natural o por vacuna, el riesgo de epidemia existe». «Esperamos que no haya nuevos brotes bruscos y con un número de episodios tan alto como el que hemos tenido porque sabemos cómo evitarlos. Pero el riesgo de infección va a existir hasta que haya circunstancias como una masa de personas con inmunidad o el cambio de estación», añade.
En relación a la ampliación del confinamiento, Murga considera bien que se tomen «aquellas medidas que tengan una justificación de Salud Pública y Epidemiología». «El confinamiento se decretó porque el virus estaba circulando libre en la comunidad y no podíamos identificar claramente cómo se estaba contagiando cada persona. En el momento que el número de positivos baje y seamos capaces de localizar las líneas de contagio y realizar una contención, pasaremos a otra fase. También con medidas, pero ya diferentes», indica.
En cuanto al protocolo que se seguirá para levantar las actuales medidas, la consejera explica que «igual que empezamos de forma progresiva, es probable que la manera de revertir la situación sea la misma» con «un escalonamiento inverso».
Según indica, inicialmente «no será posible acudir a lugares que impliquen distancias cortas prolongadas» y «habrá que cuidar los aforos en los sitios públicos». En su opinión, «habrá que valorar qué riesgo suponen la proximidad y el contacto social y a partir de ahí dar las instrucciones necesarias».
Murga, que cree que tendremos vacaciones de verano, aunque no hace predicciones «a tan largo plazo y con las diferentes casuísticas que existen», afirma que «todos hemos aprendido de esta epidemia» y considera que «que hasta que realmente no veamos que no se infectan nuevas personas todos vamos a tomar las precauciones necesarias».
POSITIVOS EN EL PERSONAL SANITARIO
La consejera indica que, en estos momentos, el 15% de los positivos en Euskadi corresponde a personal sanitario, y recuerda que la infección «empezó dentro de uno de nuestros hospitales por profesionales que se contagiaron en el exterior». «Ese 15% me parece mucho y no voy a buscar disculpas. Desde el primer momento hemos reconocido que nuestros profesionales podían tener más riesgo de infectarse. Para nosotros ha sido siempre una prioridad dotarles de materiales y formación», afirma.
También reconoce que «en algún momento ha habido problemas con el suministro de materiales» y que «en febrero China, el principal proveedor, empezó a no responder a los pedidos y aquí ya se dobló el número mascarillas usadas por los profesionales». Las últimas semanas de ese mes, dice, «ya vimos la rotura de stocks, así que buscamos nuevos proveedores e hicimos nuevas peticiones».
Durante marzo, explica, «las necesidades de las mascarillas FFP2 se multiplicaron por 15 y los suministros no llegaban, así que hubo momentos en los que nos vimos con la necesidad de repartir materiales y de trabajar suministros a corto plazo entre todos los centros».
No obstante, asegura que «en todo momento ha habido materiales, tipo mascarillas quirúrgicas o las FFP2, en aquellas circunstancias en las que se realizaban determinadas maniobras». Los profesionales de Osakidetza «han trabajado con el material que teníamos en ese momento y siempre acorde a unos protocolos», mantiene, para asegurar que «los protocolos no se han rebajado acorde a los stocks», sino que «se han cambiado acorde a cómo íbamos conociendo cómo se transmite el virus».CAMAS UCI
Por otro lado, indica que en Euskadi, en este momento, hay entorno a 150 camas UCI con respiradores están libres. Se trata de camas con las condiciones para transformarse en unas de UCI: respirador, monitorización y profesionales que pueden hacerse cargo de ellas.
Murga explica que ha habido periodos en los que el ritmo de crecimiento de camas UCIs era del 8%, pero en los últimos días ha bajado al 3 o 5%, «y es previsible que se mantenga en esa cifra y luego baje», por lo que, «las previsiones que tenemos, disponemos de capacidad para responder durante varias semanas» y «pronto llegarán otros 150 respiradores que hemos adquirido».
Por otro lado, la consejera afirma que, «si hiciera falta», sí vería bien que la UME montase un hospital de campaña en Vitoria. «Si hiciera falta, sí, pero no lo ha hecho. Veo más seguro para el paciente y con más capacidad de dar respuesta habilitar dos plantas de Consultas Externas», dice.
Tras asegurar que ante la crisis sanitaria del coronavirus «siempre se ha priorizado la salud», cree que, probablemente, Vitoria habría sufrido menos sin el foco de Txagorritxu y el velatorio de Vitoria. Murga, que no usa mascarilla, recomienda que la usen aquellas personas que tienen síntomas respiratorios o que son más vulnerables, mientras que a la población general le dice que previene más la infección el lavado de manos.
«Creo que en ocasiones las mascarillas pueden dar una sensación de seguridad que no es real. Tenemos que tener claro que lo que nos lleva a la infección son las manos», insiste.
Sobre la realización de test, mantiene que «hay que usarlos de forma eficiente» y explica que se da «prioridad a los pacientes que acuden con relativa gravedad a nuestras urgencias o a un centro de salud frente a aquellos más jóvenes o con menos síntomas», y también a los profesionales sanitarios y sociosanitarios, «dado que es muy importante identificar si están infectados para saber si han podido contagiar a otros y saber en qué momento pueden incorporarse».
La idea del Departamento de Salud es seguir con los test PCR es seguir con ellos y, «en una futura fase en la que se quite el confinamiento y las personas hagan vida más normal, poder identificar casos y aislarlos para evitar contagios nos permitirá evitar que siga la infección».