Cada país está luchando contra el coronavirus de una forma distinta. Desde que se produjeran los primeros cierres de fronteras, a las situaciones más restrictivas como en España o Italia, pasando por la permisibilidad de Suecia, que, de momento, se mantiene como una los pocos países europeos que no han limitado la movilidad de sus ciudadanos. Sin embargo, la palma se la llevan Estados Unidos o Filipinas, los dos países que parecen querer matar al coronavirus a balazos con pistolas o rifles.
Y es que en Florida, la munición para armas de fuego se agotó en las armerías apenas una hora después de que el gobernador, Ron DeSantis, anunciara que a media noche de hoy entre la orden de cuarentena por el coronavirus.
Esta situación se viene repitiendo por todo Estados Unidos. Los vendedores de armas y municiones han confirmado el aumento en más de un 60% de su volumen de pedidos en los últimos días. La situación está llegando a tal extremo que algunos fabricantes no dan a basto para responder al pico de demanda.
Desde Estados Unidos se insiste en que este incremento en el número de armas y balas vendidas se explica por el miedo de la población al desabastecimiento y el incremento de asaltos en viviedas que ello puede ocasionar.
A BALAZOS EN FILIPINAS CON QUIENES SE SALTEN EL CONFINAMIENTO
El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha saltado a todos los medios internacionales por su polémica orden de «disparar a matar» a aquellas personas que violen los requisitos de la cuarentena que se ha impuesto en el país por la pandemia de COVID-19.
«No dudo. Mis órdenes son para la policía y el ejército, si hay problemas o surge una situación en que la gente pelea y sus vidas están en peligro, disparen a matar», aseveró el mandatario en un discurso televisado. «Muerto. A cambio de causar problemas, te enviaré a la tumba», amenazó Duterte en un discurso con el que parece querer matar al coronavirus a balazos.
Filipinas ha sido uno de los primeros países asiáticos en los que ha prendido la mecha del coronavirus. Lo rotundo del mensaje de su dirigente ha sorprendido a la comunidad internacional pero no a la población local, acostumbrada a los métodos populistas de su presidente.
DINAMARCA, PRUEBAS A LA FUERZA
En Europa, el caso más cercano a una intervención activa de las Fuerzas de Seguridad en la contención del virus «a balazos», es Dinamarca, donde la orden del Ministerio de Sanidad podrá obligar a personas contagiadas, o aquellas que se cree puedan estarlo a ser examinados por un médico. En caso de no querer hacerse el test del coronavirus, está permitido que la policia danesa haga uso de la «fuerza necesaria» para cumplir con el requisito e incluso para llevar al paciente al hospital.