No sabemos si fue Winston Churchill, Groucho Marx o Don Manuel Fraga, pero la frase «La política hace extraños compañeros de cama» viene que ni pintado al reportaje publicado este lunes por nuestros colegas de El País sobre la figura de la actual presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, reporte en el que se ensalza su figura y en el que el otrora «diario independiente de la mañana» le entrega a la presidenta por la vía administrativa rápida, como si de la Universidad Rey Juan Carlos se tratase, los títulos de «lideresa», «baronesa» y otra serie de parabienes sin que Ayuso haya llegado todavía ni si quiera a la presidencia del PP regional, de momento.
Este ayuntamiento Ayuso-El País ha llamado mucho la atención tanto en medios políticos madrileños como periodísticos, teniendo en cuenta lo dispar de la mezcla. El diario, uno de los pilares de la Transición y de la libertad de prensa en España, se caracteriza por sus ideas progresistas que le han llevado a ser ferozmente crítico con el Partido Popular y en especial con el sector liberal del partido. Tirando de hemeroteca y memoria, serían múltiples las invectivas que el periódico ha vertido sobre los líderes del PP y sus políticas, siendo especialmente cicatero con el PP de Esperanza Aguirre, rama de la que Díaz Ayuso procede y enorgulleciéndose de llevar el estandarte liberal de un lado al otro de la Comunidad de Madrid.
GLORIAS Y ALABANZAS A LA LIDERESA
Sin embargo, el reportaje de nuestros colegas esta lleno de glorias y alabanzas a la política madrileña a la que el diario califica de «lideresa» y se pregunta, suponemos que de manera retórica, si Isabel Diaz Ayuso es la nueva Esperanza Aguirre. Para ello, el avezado informe sobre como la presidenta esta construyendo su liderazgo recurre a dos politólogos (dícese de aquellos que afirman ser expertos en política), uno de los cuales señala al diario madrileño de la calle Miguel Yuste que Ayuso «parece querer ocupar el lugar privilegiado de los casadistas del PP, su principal baronesa frente a los moderados, como Alberto Núñez Feijóo«.
Las consecuencias de este análisis con que nos obsequia El País son claras. Al situar a Ayuso al mismo nivel que Feijóo, principal alternativa al casadismo, se está situando a la política madrileña (seguramente sin quererlo ella) en la rampa de salida de la sucesión de Pablo Casado en el PP Nacional, aplicando la ley de transitividad del condicional, que es una de las leyes que usamos los seres humanos para razonar. O, al menos, eso se enseña a los estudiantes de Lógica Clásica.
El reporte pivota sobre las convergencias versus divergencias entre las figuras de Aguirre y Ayuso, reforzando la idea de que el diario le expide ya a la presidenta madrileña el carnet de conducir por la autopista de los grandes líderes nacionales calificándola de «baronesa», un papel que se ve reforzado por ser la «resistencia» madrileña al Gobierno social-comunista de Pedro Sánchez.
DÍAZ AYUSO Y LOS LIDERAZGOS SITUACIONALES
Los parabienes en el artículo van desde considerarla por los expertos la persona «idónea» para unificar la derecha española, hablando de que Ayuso se ajusta muy bien a «liderazgos situacionales», que éste que escribe este artículo no sabe muy bien qué es, pero debe ser algo muy trascendente. Sin duda.
El almíbar y el azúcar se siguen derramando sobre Díaz Ayuso en el reportaje en forma de frases de los expertos consultores. Entre las más vibrantes encuentran las siguientes:»No cabe duda de que Isabel Díaz Ayuso tiene un prometedor recorrido político tanto dentro de su partido como en la política española…» o «Creo que está siendo inteligente. En un contexto difícil de navegar para cualquier político del PP está manejando su imagen con habilidad» (Sic).
Para completar el esbozo de la nueva lideresa emergente, nuestros compañeros le pasan el botafumeiro a un «anónimo palmero», probablemente a sueldo de Ayuso, quien mueve con ardor el incensario para que el perfil quede redondo, afirmando: «Nada se deja al azar. Todo lo trabaja. Se lee todo, revisa cada documento, discurso, carta, felicitación, cuida al máximo cada detalle. Vive intensamente su trabajo y se involucra personalmente en cada asunto. Otros políticos sobrevuelan más, Isabel lo vive«.
Si alguien se pregunta a cuento de qué viene toda esta amalgama de premisas que el diario madrileño lanza para solaz y esparcimiento de los fans de Ayuso dentro y fuera del PP, solo hay que ir al párrafo final para encontrar la conclusión y el por qué de las cosas:»Ni eso, ni el terremoto que provocó su nombramiento, ha impedido que la líder popular gane el suficiente peso interno como para ocupar la presidencia regional de su partido en el próximo congreso si así lo quiere. Nadie sabe aún si dará el paso. Solo una cosa es segura: hoy todos los focos apuntan a aquella candidata desconocida que eligió Casado para Madrid en enero de 2019. Justo lo que pasaba con Aguirre«. Amén.
Fuentes del PP nacional nos cuentan que la causa de este «masaje» a la presidenta en El País pudiera estar en que a los partidarios de Ayuso no les ha hecho mucha gracia las informaciones publicadas por MONCLOA.COM, en las que se apunta que la dirección nacional esté pensando en una bicefalia en el PP de Madrid y que se estén barajando otros nombres para la presidencia del PP madrileño: De hecho, no citamos a nadie porque miembros del partido en Madrid nos han pedido que no demos nombres para evitar problemas a terceros y gente de bien.
Lo que no hemos podido confirmar desde este medio es si existen equipos de asesores haciendo vudú en algún despacho de la segunda planta de Puerta del Sol 7 a cada nombre que sale para presidir el PP madrileño. Nuestra fuente nos dice que la hipótesis más probable es que Ayuso haya intentado con este reportaje dar un golpe en la mesa con el tema del liderazgo del PP de Madrid, pero se ha «equivocado en la elección del medio, enemigo declarado del casadismo y, además, se les ha ido la mano, probablemente sin querer: una cosa es aspirar al PP de Madrid y otra ponerse en la línea de salida junto con Nuñez Feijóo para sustituir a Casado«.