El cabo del Ejército español, Jenner López, preside la asociación 45sindespidos, cuya lucha contra la Ley de Carrera Militar continúa tras dos años en pie de guerra. Esta ley establece que los soldados y marineros temporales deben abandonar las Fuerzas Armadas a la edad de 45 años. El Ministerio de Defensa está estudiando modificar esta ley y así poner fin al problema que, desde diferentes asociaciones militares, llevan denunciando desde su aprobación en 2007 bajo el mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, según El Confidencial Digital.
Jenner López ha atendido a Moncloa.com para explicar cuál es la situación en la que se encuentra en estos momentos, ya que su malestar con las Fuerzas Armadas le ha supuesto tener siete expedientes abiertos e incluso, en alguna ocasión, ha estado cobrando 300 euros por desvelar «trapos sucios» de las Fuerzas Armadas.
Desde la asociación que preside, 45sindespidos, llevan más de dos años exigiendo la derogación de la Ley de Tropa y Marinería y que se cumplan las condiciones que se les prometen cuando firman el contrato para acceder al Ejército.
En concreto, la esta ley establece que los soldados que alcancen los 45 años de edad y que no hayan conseguido la condición de soldado permanente, cesarán su relación de servicio activo en las Fuerzas Armadas y adquirirán la condición de reservista de especial disponibilidad y se les dará una pensión no contributiva de 600 euros al mes.
Por ello, López tacha de «injusta» y de «discriminatoria» la ley que, se supone, que tiene que amparar a los trabajadores. Es decir, cuando un soldado cumple los 45 años, todo aquel que no haya superado la convocatoria de permanencia «será enviado a la cola del paro» con una hoja laboral en blanco sin reconocimiento profesional alguno.
Tanto él como muchos de sus compañeros accedieron al Ejército con la mayoría de edad recién cumplida, por lo que llevan más de 15 o 20 años como profesionales desempeñando tareas con armas, vehículos o como administrativos, pero no tienen ninguna certificación que confirme que han realizado esas labores de cara a un posible trabajo tras el despido al cumplir los 45 años de edad.
«Un militar de carrera puede sufrir un accidente en servicio y tiene un año de baja mientras que un militar temporal solo seis meses»
Además, esta ley, según denuncia López, ha dejado a más de 1.800 personas en el paro en 2019 y prevé que en este año la cifra también supere los 1.000 afectados. López adelanta que, como se continúe en esta línea, para 2035 se verán implicadas más de 52.000 familias. Asimismo, el cabo considera que en el Ejército hay una desigualdad entre trabajadores, ya que no tienen las mismas condiciones ni derechos que los militares de carrera, a pesar de que realizan las mismas labores.
«Un militar de carrera puede sufrir un accidente en servicio y tiene un año de baja mientras que un militar temporal solo seis meses», explica López, antes de cuestionarse cuánto tiempo ha de pasar para conseguir un puesto fijo. «Llevo 20 años superando convocatorias y sigo en el mismo trabajo y con las mismas condiciones».
El cabo afirma que les han intentado silenciar y esto les ha costado sufrir acoso porque es la manera que tienen de ejercer «control» sobre ellos, pero advierte que no podrán porque «el rebaño está cansado» y es necesario que se conozca la verdad. «¿Cómo es posible que los militares de carrera no superen las pruebas físicas y no pasa nada, y en nuestro caso con 44 años y 364 días seamos aptos pero al día siguiente ya no?», lamenta Jenner López.
LOS JUEGOS DEL HAMBRE
Otra de las quejas que ha manifestado López se debe a las convocatorias de permanencia o también como él mismo ha denominado «los juegos del hambre». Estos exámenes sirven para tener un puesto fijo en el Ejército pero solo se convocan 130 plazas para casi 2.000 aspirantes, una cifra insuficiente para el cabo. «La convocatoria de la permanencia es un examen más que parece ser que si lo apruebas no envejeces nunca, ya que entonces la edad dejará de ser el problema», detalla López, que añade que se sigue incumpliendo la ley, «una vez más», porque las plazas vacantes solo cubren el 15 por ciento del total de la Tropa y Marinería por ley, pero no se supera el diez por ciento.
Igualmente, a los militares temporales como López se les exige pasar anualmente pruebas físicas para determinar su estado y controles anti droga mientras que a «los oficiales y suboficiales, con mantenerse vivos permanecen en sus puestos». También la Ley establece que apoyarán la reinserción laboral de los despedidos al cumplir los 45 años, la formación y comisiones de seguimiento tras abandonar el Ejército, unas condiciones que Jenner López reconoce que en ningún momento han existido y que por sus compañeros damnificados nadie se ha interesado.
«Ya no nos vale nada. Las soluciones llegan tarde, hay muchas personas sin trabajo ya. Pero nos vamos a encargar de que les den los puestos en la Administración Pública que se nos promete», zanja un López que asegura que le van a echar antes de los 45 porque «no están acostumbrados a que la gente sepa la verdad».
DESFALCO EN EMPRESAS PRIVADAS
Otro de los motivos que esgrime López acerca de su descontento se debe a la externalización de ciertas funciones. Según menciona, el Ministerio de Defensa ha contratado empresas privadas, como por ejemplo de seguridad o limpieza, que a su vez subcontratan para tener empleados en espacios como las cantinas. En este tipo de lugares, López apunta a que en los últimos ocho años se ha destinado más de 1.000 millones de euros a los comedores, unas cantidades que “podría destinarse a otros ámbitos” como la educación o sanidad pero “ese dinero está acordado por los cuatro cuñados de los que firman los contratos”, sentencia López.
Además, algunas de las empresas de alimentación han vivido bajo la sombra de la polémica por el mal estado de las comidas que sirven, por ejemplo, la empresa Dulcinea Nutrición, que contaba con el servicio de catering del Palacio de La Moncloa y debía varios meses a más de 30 trabajadores que fueron despedidos el pasado mes de diciembre.
Una de las soluciones que contempla la Asociación 45sindespidos es que los soldados despedidos realicen una segunda actividad, como encargarse de la limpieza, seguridad o conducción, tareas sobre las que tienen experiencia al haberlas desarrollado durante mucho tiempo y, de esta manera, el Estado podría ahorrarse mucho dinero.
LA POSTURA DEL GOBIERNO
López ha llegado a asegurar que la ministra de Defensa, Margarita Robles, debe desconocer toda esta situación y que su entorno de trabaja «la tiene engañada». A pesar de esto, el cabo no señala únicamente al PSOE como culpable de la Ley de Tropa y Marinería. «La culpa procede de los gobiernos y ministros que han estado en el poder en los últimos 20 años. Se han pasado la pelota unos a otros», denuncia Jenner López.
Algunos de estos soldados llevan tres leyes distintas firmadas «a cada cual peor que la anterior», y es que la anterior ley obligaba a salir de las filas a los doce años de servicio o al cumplir los 35 años. «Las leyes están mal redactadas, obsoletas, discriminatorias y para echar más leña al fuego, incompletas», asevera Jenner López, que no tiene buenos presagios para el futuro debido a unas declaraciones del subsecretario de defensa, Alejo de la Torre, en las que afirmaba que intentaría hacer cumplir la ley, unas palabras que no sabe cómo tomarse el cabo que sentencia con un ejemplo: «Si a mí me multa la Guardia Civil, ¿valdría que les dijese que he intentado cumplir la ley?».
Hace unos meses, Jenner López decidió escribir una carta a Pedro Sánchez para transmitirle su lamento por no haber solucionado los problemas a los que se enfrentan los militares, criticar a la diputada y ex militar, Zaida Cantero por verter acusaciones en las que afirmaba que la asociación que preside está relacionada con la ultraderecha y con los fascistas, y también para sostener que el apoyo que en su día mostró el PSOE a las Fuerzas Armadas al votar a favor de una Proposición No de Ley impulsada por Delgado Ramos (Unidas Podemos) era una herramienta electoralista, ya que tiempo después reconocían los socialistas que no era viable.
Por último, Jenner López, en nombre de la Asociación 45sindespidos, sentencia que no pararán hasta conseguir una Ley de Carrera Militar Única que no distinga «empleados de primera y de segunda» y seguirán para readmitir a los militares que se han visto obligados a abandonar sus trabajos a una edad difícil a la hora de encontrar otras funciones y, además, con un currículum casi en blanco a pesar de una trayectoria profesional de más de 20 años.