La Policía Nacional, la Guardia Civil y la Agencia Tributaria han llevado a cabo una operación conjunta con la que han desarticulado una organización criminal especializada en la fabricación clandestina de tabaco. El grupo se encargaba de fabricar los cigarrillos para posteriormente distribuirlos tanto por España como por otros países de la Unión Europea.
Siete personas procedentes de Letonia, Rusia y Ucrania han sido detenidas. Se les acusa de delitos de contrabando, contra la propiedad industrial y contra la Hacienda Pública.
Las investigaciones policiales se iniciaron en marzo del pasado año 2019. Por aquel entonces los investigadores recibieron el aviso de la llegada de un hombre de nacionalidad rusa a España, cuyo objetivo era el de trabajar en una fábrica clandestina de tabaco en la provincia de Málaga.
Tras recibir esta información los agentes llevaron a cabo las correspondientes pesquisas, gracias a las cuales pudieron corroborar la misma. A continuación se inició una investigación conjunta entre las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para seguir los movimientos de este individuo por todas las poblaciones por las que se desplazó. En ellas estableció contactos con otras personas de su misma nacionalidad. Además, prevenía posibles vigilancias policiales adoptando fuertes medidas de seguridad.
Gracias a este proceso de investigación y el seguimiento realizado sobre un segundo individuo de nacionalidad rusa que llegó a la Península en octubre, se pudo centrar la investigación en la provincia de Málaga. Las indagaciones policiales permitieron conocer la existencia de una vivienda situada en una zona de difícil acceso en la sierra de Axarquía (Sedella).
FABRICACIÓN DE TABACO DE MARCAS RECONOCIDAS
Las vigilancias efectuadas sobre dicho inmueble permitieron a los agentes detectar a seis personas que entraban y salían de la vivienda así como de la nave contigua a la misma. También descubrieron a otros individuos que accedían a la finca en coches y furgonetas.
Para dificultar una posible investigación policial, la organización criminal hacía uso en ocasiones de vehículos de alquiler. De esta manera trataban de eludir el seguimiento por parte de los agentes. No obstante, gracias al rastreo de estas personas se pudo localizar una segunda nave industrial. Esta está situada en Aguilar de la Frontera, en Córdoba.
Cuando se pudo corroborar su actividad ilícita, los cuerpos implicados planificaron un dispositivo con el cual proceder a la detención de los integrantes de la organización criminal.
Los agentes detectaron la llegada de dos vehículos y un camión a la finca sita en Sedella. En ella permanecieron durante espacio de una hora. Cuando la abandonaron fueran seguidos por los investigadores, que posteriormente les interceptaron. En la detención se pudieron incautar un total de 54.500 cajetillas de tabaco de una conocida marca que eran transportados por estos vehículos.
SIETE DETENIDOS
Tras este hallazgo se procedió a llevar a cabo dos inspecciones en las mencionadas naves industriales, además de practicar una entrada y registro en un domicilio. Todo ello permitió detener a las siete personas que integraban el grupo criminal, desarticulando el mismo. En el registro de la vivienda se pudo encontrar material para la fabricación de cigarrillos de una segunda marca, también muy popular.
Uno de los vehículos era utilizado como «coche piloto», en el cual se pudo encontrar un dispositivo inhibidor de frecuencias de gran potencia. De esta manera se pudo constatar la existencia de medios técnicos sofisticados enfocados al entorpecimiento de la labor policial.
SISTEMAS DE INSONORIZACIÓN
La organización utilizaba la nave que tenía en el término municipal de Sedella (Málaga) para la fabricación del tabaco. En el registro de la misma se pudo hallar material suficiente para el proceso total de la fabricación de cigarrillos a partir de picadura en granel.
Esta nave estaba dotada de diferentes sistemas de insonorización. De esta forma se buscaba reducir al máximo el ruido de máquinas, extractores y generadores de corriente para evitar ser detectados desde el exterior.
Por su parte, la nave ubicada en Aguilar de la Frontera (Córdoba) se utilizaba como almacén. En ella los agentes encontraron muestras de cartonaje de la misma marca que se había intervenido en el camión interceptado.
El tabaco fabricado de forma clandestina era distribuido en furgonetas por diferentes partes de la geografía española, principalmente por Andalucía. Algunos vehículos solo se utilizaban para transportar el producto desde la fábrica a la nave utilizada como almacén.
Fruto de la operación policial han sido detenidas siete personas, ingresando seis de ellas en prisión. Los arrestados eran tres ucranianos, tres lituanos y un ruso.
PROLIFERACIÓN DE FÁBRICAS CLANDESTINAS DE TABACO
En los últimos años ha habido una gran proliferación de fábricas clandestinas de tabaco. La razón de que las organizaciones criminales decidan crear estos negocios en España es la financiación para sus otros negocios.
Al ser la mayor parte del precio destinada al impuesto, si se puede hacer tabaco y comercializarlo más barato, los beneficios son muy suculentos. Además, teniendo en cuenta que ocupan poco espacio, en cada camión cargado de cajetillas se pueden conseguir beneficios cercanos a los dos millones de euros.
La mayoría de las organizaciones criminales que llevan a cabo este delito son procedentes de países del Este. En gran parte porque en estos lugares había muchas fábricas de tabaco que han quedado en desuso. Esto provoca que la maquinaría y los trabajadores especializados puedan llegar a España, donde comienzan con su fabricación ilegal de tabaco.
De esta forma, las mafias reciclan las viejas fábricas de estos países, así como sus trabajadores para así poder tener la financiación apropiada para sus grupos criminales. El dinero que obtienen con esta actividad es invertido en tráfico de drogas, de armas, de personas…
Además de las consecuencias del delito en sí mismo, estas mafias tienen a sus empleados como esclavos. Es decir, no les dejan salir de las naves en las que trabajan. Duermen y comen allí, sin contacto con el exterior hasta que hayan pasado unos meses. Posteriormente son trasladados a otras manufacturas similares de las organizaciones en otros países.
Las naves industriales siempre están localizadas en lugares elegidos con detenimiento. Acostumbran a estar a las afueras de polígonos, en pueblos entre montañas, etcétera. Asimismo, las fábricas cuentan con diferentes medidas de seguridad para evitar que pueda ser detectada su actividad desde el exterior. Por ello recurren a sistemas que eliminan olores, paredes insonorizadas, generadores de gasoil, etcétera.