El 30 de junio de 2005 España se convertía en el cuarto país del mundo en reconocer el derecho al matrimonio entre personas del mismo sexo (después de Países Bajos, Bélgica y Canadá). La Ley 13/2005 impulsada por el PSOE salió adelante a pesar de los votos contrarios del PP.
José Luis Rodríguez Zapatero explicaba que daba «estricto cumplimiento de un compromiso electoral» y que esta ley contribuía a tener «un país más decente, porque una sociedad decente es la que no humilla a sus miembros».
El PP utilizó su derecho a veto en el Senado para torpedear la ley, llevó la misma hasta el Tribunal Constitucional y se lanzó a las calles bajo el lema «la familia sí importa». Once días antes de su aprobación, el 19 de junio, la plana mayor de los populares casi al completo arropó una manifestación del Foro de la Familia.
A esta convocatoria, que según los organizadores congregó a millón y medio de personas, acudieron Ángel Acebes, Eduardo Zaplana, Jaime Mayor Oreja, Federico Trillo, Ana Pastor, Miguel Arias Cañete y Vicente Martínez Pujalte.
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El 18 de septiembre de 2015, diez años después de aprobarse la ley, el PP disponía de una mayoría absoluta que no había utilizado para tocar siquiera una coma sobre la medida de Zapatero, síntoma de que el asunto lo habían utilizado anteriormente de forma electoral.
Aquel día el ‘político segoviano’ Javier Maroto se casaba con su novio y al evento no faltó la plana mayor su partido: Mariano Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría, Dolores de Cospedal o Pablo Casado. La derecha, al igual que con el aborto, aceptaba en el poder las medidas que le habían enfadado cuando aguardaba en la oposición.
EL MANIFIESTO CONTRA EL MATRIMONIO GAY
El PP arropó en 2005 al Foro de la Familia, que leyó en aquella manifestación un manifiesto en el que aseguraban que el Gobierno promovía «iniciativas que atentan contra los fundamentos de la familia como espacio ecológico de la vida y fuente de la solidaridad más eficaz».
«En concreto, pretende equiparar las uniones de personas del mismo sexo con el matrimonio, permitiendo además la adopción conjunta. Entendemos que esta equiparación y la adopción por parte de parejas del mismo sexo supone un atentado contra la institución matrimonial y contra el derecho del menor a una madre y un padre», añadían.
El Foro de la Familia decía que «a esta medida se unen otras propuestas del Gobierno que nos causan honda preocupación; la banalización legal del compromiso matrimonial mediante el divorcio unilateral y sin causa desde los tres meses de la boda, el progresivo menoscabo del derecho a la vida, la limitación del derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos, y la exclusión de las expresiones y convicciones morales y religiosas de la vida pública».
ALBERT RIVERA, UN MAGO DEL CAMBIO
Albert Rivera mostró su apoyo al colectivo LGTBIQ+ en el Día del Orgullo Gay 2019: «Todo el mundo tiene derecho a amar a quien quiera y a formar la familia que quiera. La libertad y la igualdad deben estar garantizadas en toda sociedad moderna. No al odio, sí al respeto y la tolerancia. Vive y deja vivir».
En 2006, antes de ser famoso a nivel estatal, tenía un discurso muy distante con el anterior en una entrevista concedida a un medio digital: «Llamar matrimonio a una unión homosexual genera tensiones innecesarias y evitables».
SERGIO SAYAS ANTE UPN
Sergio Sayas se ha convertido, según La Razón, en el «diputado revelación» de esta legislatura por su discurso contra Pedro Sánchez. Sea como fuere, este joven político de Navarra Suma ha dado numerosas muestras de pelear en favor de los derechos del colectivo LTBIQ+ a pesar de que su partido, UPN, no siempre lo ha tenido muy claro.
Sayas, que nunca ha ocultado su condición sexual, peleó porque las ponencias políticas de UPN, partido socialmente más aventajado que el PP, incluyesen el reconocimiento a los derechos de las personas homosexuales. Y esta defensa provocó que recibiese ataques de medios ideológicamente afines.
Peores ataques ha recibido Javier Maroto, que en 2018 cargó contra Vox y recibió los salvajes insultos de Jiménez Losantos, que utilizó su condición sexual: «Eres un canalla, malvado, sinvergüenza alopécico. Conoces a Santiago Abascal de toda la vida. No tienes ni decoro ni vergüenza ni dignidad. Deberían expulsarte del partido por infundios contra gente que era lo mejor del PP mientras tú Maroto coqueteabas con el peluquero de Bildu. ¡Miserable!».
Un excompañero de Losantos, Pablo Montesinos, se ha convertido en uno de los políticos de valor emergente en el PP y también ha recibido golpes bajos. Curro Troya, del canal malagueño 7tv, decía lo siguiente el pasado año: «Cuando Pablo Montesinos ha estado en Málaga se le ha podido ver en Grindr, una red social de contactos gais».
AZNAR, VOX Y EL MATRIMONIO GAY
Javier Maroto ha sostenido en público que José María Aznar tuvo la intención de aprobar una ley de parejas de hecho en 2001, pero la realidad es que muchos activistas se sintieron insultados por el presidente cuando se enteraron que les pretendía equiparar a una unión mercantil entre compañeros de piso.
Peor están las cosas en Vox: Ortega Smith dice que mandaría el Orgullo a la Casa de Campo y Abascal lo tiene claro: «Nosotros no consideramos que la relación entre dos hombres o entre dos mujeres sea un matrimonio. Sí, una unión civil que necesita ser regulada. Creo que es bueno que las personas se unan, que dos hermanas viudas, o dos amigos viudos puedan hacerse una unión civil para cuidarse unos a otros o legar».
