La propuesta de la exministra de Justicia Dolores Delgado como nueva Fiscal General del Estado ha pillado a todos por sorpresa provocando un auténtico aluvión de reacciones. Tan remota se antojaba esta maniobra del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que el periodista Federico Jiménez Losantos bromeaba con ella en un artículo publicado este domingo en el diario El Mundo. Una broma que se ha hecho realidad.
“Aún veremos de Fiscal General del Estado a Dolores Delgado”, escribía con sorna Jiménez Losantos en una columna titulada Gobierno de parejas, después de que Sánchez decidiera prescindir de Delgado como ministra de Justicia en su nuevo Gobierno y sustituirla por el magistrado Juan Carlos Campo.
La salida de Delgado, que parecía una purga por su relación con el excomisario José Manuel Villarejo, desvelada por MONCLOA.COM en unos polémicos audios, ha resultado en premio para “Lola” —como la llamaba el antiguo policía en prisión provisional desde 2017— en forma del puesto de mayor responsabilidad dentro del Ministerio Público.
La exministra socialista sustituirá así a María José Segarra, nombrada en junio de 2018, apenas dos meses después del revuelo originado por Sánchez al asegurar que la Fiscalía depende del Gobierno.
Unas declaraciones que afearon en ese momento todas las asociaciones de fiscales porque, aunque la Constitución sí confiere al Gobierno la competencia de proponer al Fiscal General del Estado, el Estatuto Orgánico del Ministerio Fiscal establece que este actuará con “plena objetividad e independencia”.
SORPRESA Y ESTUPOR
Unos principios que se tambalean con el nombramiento de Delgado, ministra de Justicia del Gobierno socialista desde junio de 2018, y que han criticado duramente desde la oposición y desde la Asociación de Fiscales (AF), la mayoritaria del gremio de fiscales.
Su presidenta, Cristina Dexeus, señaló este lunes en declaraciones a Onda Cero y la cadena Cope que la asociación está en contra de que alguien que haya ejercido un puesto político de relevancia vuelva “sin más” a la carrera de fiscal.
La fiscal dejó claro en ambas entrevista su total “sorpresa” y “estupor” ante el nombramiento, en lo que calificó de “un intento nada sutil” por parte de Pedro Sánchez para intentar “dominar a los fiscales”.
OPINIÓN DE ASOCIACIONES DE FISCALES Y JUECES
En la misma línea se han pronunciado las otras dos asociaciones de fiscales, la Asociación Profesional e Independiente de Fiscales (APIF) y la Unión Progresista de Fiscales (UPF), aunque esta última —a la que pertenecía Delgado antes de ingresar en la cartera de Justicia— ha sido la más comprensiva con el nombramiento.
A pesar de reconocer que el nombramiento puede “provocar reticencias”, la UPF ha defendido en declaraciones a Europa Press que «hay que dar un voto de confianza» y que el hecho de que Delgado haya formado parte del Ejecutivo es algo “positivo”. Por su parte, asociaciones de jueces como la Asociación Judicial Francisco de Vitoria, han calificado de “insólito y lesivo” la propuesta de Delgado.
La segunda asociación más representativa de jueces y magistrados de España ha matizado que no cuestiona “sus méritos profesionales”, sino “su procedencia” y considera la decisión “un mal comienzo del nuevo Gobierno”.
Para la Asociación Foro Judicial Independiente (FJI), el problema de esta propuesta radica en la “confusión” que existe en el Gobierno con los “roles” que desempeñan jueces y fiscales. Su presidenta, Concepción Rodríguez, ha afirmado que una vez más Sánchez ha demostrado no tener en cuenta la «falta de separación de poderes».
Por el contrario, el portavoz de Juezas y Jueces para la Democracia (JjpD), Ignacio González Vega, considera que el hecho de que Delgado haya sido anteriormente ministra no supone «ningún obstáculo».
EL PSOE CRITICABA EL NOMBRAMIENTO DE MAZA
Cuando el fallecido José Manuel Maza fue nombrado Fiscal General del Estado en noviembre de 2016, el Partido Socialista criticó que su trayectoria “no garantiza la independencia de la Fiscalía General del Estado”. En un comunicado la formación aseguraba que “su trayectoria como magistrado no garantiza en absoluto el perfil independiente que requiere la figura de fiscal general”.
Según el PSOE la trayectoria “conservadora” de Maza, quien nunca ocupó puesto en ningún Ejecutivo, podía “dejar en una posición de subordinación al Ministerio Fiscal frente al Gobierno” y opinaba que no parecía “la persona indicada para trabajar en favor del consenso requerido en una legislatura sin mayorías absolutas”.
Unas reservas que los socialistas no parecen tener con Delgado, que a pesar de haber sido ministra de Justicia del Gobierno de Pedro Sánchez hasta hace menos de una semana, sí garantiza ese “perfil independiente” que exigían allá por 2016 para Maza.