Un matrimonio de octogenarios y uno de sus hijos ha fallecido este domingo en su vivienda de Curtis (A Coruña) al sufrir una intoxicación con monóxido de carbono. El suceso habría tenido lugar a consecuencia de la mala combustión de un generador al que habrían recurrido ante un corte de luz provocado por el temporal «Fabien».
Las víctimas eran un matrimonio de 81 y 86 años de edad, mientras que su hijo fallecido, que residía en la misma vivienda, tenía 51. Los cuerpos sin vida de los tres fallecidos fueron hallados en la tarde del domingo por otro de sus hijos, cuando acudió al domicilio de sus progenitores.
Las primeras hipótesis apuntaban a una posible avería o problema de funcionamiento en el generador de la vivienda. Con motivo del temporal que el sábado azotó la parroquia de Fisteus (Curtis), habría habido un corte de luz. Para paliar su efecto, los fallecidos habrían optado por encender un generador que tenían en el sótano del hogar.
Este habría funcionado con normalidad hasta la medianoche, cuando el hijo habría acudido a apagar el generador, ya que se iban a descansar y no necesitaban del mismo. Sin embargo, el sótano se convirtió en una cámara de gas y acabó con la vida del hombre de 51 años. Su cuerpo fue hallado junto al generador.
El matrimonio, por su parte, descansaba en su dormitorio cuando los gases acabaron alcanzando el mismo al subir por la vivienda. De esta manera, el matrimonio murió también a causa de la intoxicación de monóxido de carbono.
ACUMULACIÓN DE GASES
El otro hijo del matrimonio, que también reside en A Coruña, se desplazó a la vivienda familiar en la tarde del domingo, cuando se encontró con los cadáveres de sus padres y hermano.
Tras el correspondiente aviso a los servicios de emergencia, la Guardia Civil, junto a los bomberos de Betanzos, una comitiva judicial y varios grupos del instituto armado de Betanzos, Curtis y Oleiros se desplazaron al lugar de los hechos. Además, también acudieron miembros del grupo de intervención psicológica para atender a los parientes de las víctimas.
A pesar de que en un principio se barajaba la posibilidad de que el motivo del accidente hubiese sido un problema de funcionamiento en el grupo electrógeno, esta hipótesis fue descartada a posteriori. La razón de la intoxicación fueron las horas que el generador estuvo encendido. Al estar ubicado en el sótano y sin ningún tipo de ventilación, el generador provocó una acumulación de gases que resultó ser fatal para los residentes en la vivienda.
Estos gases fueron indetectables para la víctima, que nada más acudir a apagar el generador perdió la consciencia. Su hermano lo encontró junto al aparato con una linterna en una de sus manos. Posteriormente, acudió al dormitorio de sus padres, dónde los encontró sin vida en su cama.
EL TEMPORAL EN GALICIA
A causa del temporal «Fabien» diferentes municipios de A Coruña padecieron cortes discontinuos en la corriente eléctrica, algunos de ellos de varias horas de duración. Estos tuvieron lugar desde el viernes, cuando la borrasca «Elsa» dio paso a «Fabien».
Estos cortes de luz, que en algunos lugares se suceden cada año, provocan que en muchos domicilios se disponga de grupos electrógenos para paliar la falta de electricidad. Este fue el caso de los fallecidos en Curtis, que disponían de un generador en el sótano de su hogar. Al ponerlo en funcionamiento no tuvieron en cuenta la necesidad de la ventilación para evitar la acumulación de una gran cantidad de monóxido de carbono.
Las tres víctimas de Curtis no fueron las únicas afectadas por intoxicación con monóxido de carbono. Otras dos personas de avanzada edad tuvieron que ser trasladadas al Hospital de A Coruña después de que en su vivienda de A Seaia (Malpica) hubiese un problema con un calentador en mal estado.
TRES MUERTES AL AÑO POR INTOXICACIÓN DE ‘CO’ EN GALICIA
Las intoxicaciones por monóxido de carbono (CO) en Galicia causan una media de tres muertes anuales. Así lo reflejan los datos de la Consellería de Sanidade, que también indica que los servicios de urgencias atienden cada año más de 100 casos presuntamente originados por efectos de este gas. En torno a una cuarta parte de las alertas se confirman.
Un dato a tener en cuenta es que en el último trimestre del año ya han sido hospitalizadas ocho personas por inhalación de monóxido de carbono en Galicia. La mayor parte de los casos tienen lugar durante los meses de invierno, cuando es habitual recurrir al uso de calefacciones, chimeneas, estufas… . El uso de estos elementos genera un riesgo por la exposición a la posible inhalación de CO.
El monóxido de carbono está presente en cocinas y calentadores de gas natural, butano o propano, pero también en sistemas de calefacción o cocinado a base de carbón, leña, gasolina, gasóleo o queroseno. El fallo más común es una mala combustión por falta de oxígeno en equipos deteriorados o en malas condiciones.
BUENA VENTILACIÓN Y UN MANTENIMIENTO ADECUADO
Ante el uso de este tipo de aparatos, se considera imprescindible una buena ventilación. A pesar del frío, no se recomienda el uso de sistema de calefacción que originen monóxido de carbono en estancias cerradas por completo. Es aconsejable abrir las puertas y ventanas cada cierto periodo de tiempo para permitir una adecuada ventilación.
De igual forma, las instalaciones deben ser revisadas anualmente por parte de profesionales. A pesar de que en España, al contrario de lo que ocurre en otros países de Europa, no es obligatoria la revisión anual de los sistemas de calefacción, sí es recomendable para evitar riesgos.
Los efectos del CO sobre el cuerpo del ser humano son rápidos y apenas detectables, ya que, a diferencia de otros gases, no genera sensación de ahogo o asfixia. Además, tampoco tiene olor ni color que pueda llegar a dar pistas acerca de su presencia en el ambiente.
Los primeros síntomas son de adormecimiento, mareos, dolor de cabeza, náuseas y cierta debilidad. En caso de no actuar de forma rápida, quién haya inhalado el monóxido de carbono quedará inconsciente. En el peor de los casos, puede llegar a morir en apenas media hora si provoca un fallo a nivel cardiovascular.
El caso acontecido en Curtis (A Coruña) no es un caso aislado. De media, cada año este gas se cobra más de un centenar de muertes. Estas se dan principalmente en los meses de octubre a marzo, época en la que el descenso de temperaturas provoca el uso de diferentes equipos de calefacción.