Muchas voces dentro del Congreso y en la oposición consideran que Pedro Sánchez ya tiene el apoyo de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC); o al menos su necesaria abstención para la investidura. El PP, Ciudadanos e incluso el Partido Regionalista de Cantabria (PRC) consideran que la razón por la que se retrasa la investidura es porque tanto el PSOE como los independentistas quieren aparentar dificultades. Sin embargo, desde Ferraz aseguran que las negociaciones con ERC no se centran solo en investir a Sánchez presidente del Gobierno, sino en aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2020, ya que sin ellos el Ejecutivo estaría abocado a unas nuevas elecciones generales.
Los independentistas lo saben. Son perfectamente conscientes de que Sánchez les necesitará para dar continuidad a la legislatura. Pero también de que el presidente del Gobierno, si aprueba unos presupuestos en 2020, podría prorrogar esos PGE durante un par de años para, así, no depender más de las demandas nacionalistas. Por eso, para ERC esta negociación es tan relevante. Y es esta la razón, según fuentes del PSOE, que está retrasando la investidura, ya que según muchos partidos, medios e incluso fuentes del PSOE, los independentistas republicanos ya han informado de que se abstendrán en la investidura de Sánchez.
Este martes incluso el propio presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, ha afirmado ante las cámaras del programa al que asiste de forma asidua (El Hormiguero) que ERC ya ha dicho que apoyará la investidura del presidente del Gobierno. Revilla sostutvo esta tesis no sin antes confirmar que ellos también apoyarán a Sánchez siempre que se comprometa a cumplir con lo prometido a la comunidad autónoma.
Los independentistas apretarán a los socialistas con el referéndum vinculante sobre la autodeterminación. La mesa de negociación no es más que una herramienta para tratar con el Estado de forma directa temas que se verían truncados si se presentaran en el Congreso de los Diputados. Pero el horizonte es, primero, más autogobierno y dinero y, después, un referéndum sobre la independencia vinculante. Por no hablar de la amnistía a los políticos presos.
El PSOE está dispuesto a dar concesiones. Pero no quiere ni oír hablar de autodeterminación o referéndum por la independencia, los únicos temas que los nacionalistas quieren tratar en la mesa. Es Unidas Podemos, el socio del futuro gobierno de los socialistas, quien se ha convertido en el aceite que engrasa las relaciones y las fricciones entre las dos formaciones. Y quien intenta buscar una vía intermedia para solucionar el problema.
El PSOE quiere seducir a los independentistas por otra vía, con unos Presupuestos Generales del Estado de izquierdas, que aumenten el gasto dirigido hacia las clases trabajadoras y que eleve los impuestos a los que más tienen. ERC no deja de ser un partido de izquierdas, y el PSOE espera que los nacionalistas catalanes dejen a un lado la amnistía a los políticos presos y se centren en medidas políticas más urgentes, como ligar las pensiones al IPC o elevar el salario mínimo interprofesional a 1.000 euros en 2020.
Aún así, el PSOE tiene prisa. Quiere acelerar todo lo que pueda el proceso de investidura. Quien tiene el freno de mano echado es ERC, que quiere atar bien lo acordado con un Sánchez que en los últimos años la hemeroteca no ha sido su mejor aliada.
El secretario de organización del PSOE y todavía ministro de Fomento, José Luis Ábalos, ha lanzado este miércoles un mensaje optimista. «Creo que tendríamos que culminar el año con una investidura. Espero que estemos más cerca del acuerdo», ha confirmado el socialista en una entrevista en TVE. Pero desde ERC insisten en que el acuerdo aún no está sellado.
Para los independentistas catalanes, solo falta un paso, un compromiso, que es el documento que marcará el diálogo entre el Estado y el Govern de la Generalitat. Esa hoja de ruta escrita es la que los nacionalistas quieren tener con todo tipo de garantías, ya que en caso de que el PSOE se echara atrás en alguna concesión, podrían aferrarse a ella y exigir a los socialistas que cumplan su palabra.
Según aseguran desde Ferraz, los socialistas lo tienen todo preparado para la investidura. Pese a las fiestas y a que queden pocos días para que acabe el año, si ERC da el visto bueno a la última oferta de Sánchez, habría un Gobierno antes de que acabara el año. Aún quedan algunos flecos por solventar, como es el apoyo del PNV o de EH Bildu, pero la confianza de los socialistas parece indicar que son puntos solucionados. Todo pasa por Cataluña, incluido el próximo Gobierno de España.