sábado, 23 noviembre 2024

El plan de Vox para que su mensaje cale en las nacionalidades históricas

  • Santiago Abascal quiere irrumpir en Galicia o Euskadi, 'territorios vetados' para Cs.
  • Vox es consciente de su debilidad en los territorios bilingües y quiere tomar medidas.
  • Las diversas nacionalidades históricas y sensibilidades son intrínsecas al 'Problema de España'.
  • Vox ante el ‘Problema de España’. Santiago Abascal es consciente de que sin una vertebración territorial homogénea no podrá lograr el sorpasso sobre el PP, que teme de que le suceda lo mismo que a sus homólogos franceses e italianos.

    Y es por ello que el tercer partido más votado de España quiere que su mensaje cale en las ‘nacionalidades históricas’. Recuerden que la Constitución establece que la «soberanía nacional reside en el pueblo español», reserva el término «nación» para España y admite que existen varias «nacionalidades históricas» que tenían «el derecho a la autonomía».

    Las tres elegidas eran Cataluña, Euskadi y Galicia, que consiguieron aprobar sus estatutos de autonomía en la II República. Estos tres territorios bilingües parecen poco propicios electoralmente para Vox, que sabe que en estos tres parlamentos podría entrar si prioriza un discurso social en vez de fiar su futuro al sentimiento identitario.

    ESPAÑA Y SU SINGULARIDAD

    Andalucía, Aragón, Comunitat Valenciana, Baleares y Canarias obtuvieron posteriormente el reconocimiento jurídico de nacionalidad, Castilla y León fue reconocida como comunidad histórica y la Comunidad Foral de Navarra es la región europea con mayores cotas de autogobierno y funciona en la práctica como un estado libre asociado.

    Con estas piezas tiene que hacer malabares Vox, que hasta ahora ha apostado por un mensaje nacionalista español que nació a inicios del siglo XIX, resistencia contra Napoleón, odio contra el medievo y liberalismo prodesamortización.

    Estos aires liberales se fueron turnado en reaccionarios y la bandera española se convirtió poco a poco en símbolo de la España nacionalcatólica que glorificaba el Imperio y adoptaba la cultura andaluza (flamenco y toros) en contrapeso contra el movimiento obrero y el surgimiento de los nacionalismos periféricos (neocarlismo), ambos calificados como ‘AntiEspaña’ a inicios del siglo pasado.

    VOX Y LA IDENTIDAD

    Santiago Abascal reconoce que «la fortaleza de Vox está en su identidad. La fortaleza de Vox es que tiene un mismo discurso en toda España, un discurso muy claro, muy inequívoco, que no va cambiando en función del territorio».

    Eso, añade, «hace que en los lugares donde el separatismo ha estado más presente, donde hay un discurso particularista incluso, aunque no sea separatista, como ocurre en el caso de Galicia, sea más difícil la penetración del discurso de Vox».

    Vox
    Santiago Abascal, líder de Vox.

    Y admite que «por eso es tan dispar nuestro resultado, con porcentajes que superan ampliamente el 20 por ciento en el sur de España, en la zona mediterránea… y, por otro lado, con porcentajes más bajos en esas regiones donde ha habido separatismo o localismo».

    Es por ello que reconoce sus puntos ciegos: «Nuestra tarea es hacer que nuestro discurso entre precisamente también en esos sitios, en Galicia, en el País Vasco y en Cataluña, donde ya tenemos representación en la circunscripción de Barcelona. Pero estamos muy motivados porque creemos que precisamente por esa razón, porque nuestros porcentajes son bajos, tenemos todavía mucho margen para crecer».

    PARLAMENTOS ESCARPADOS

    Abascal ha explicado que «con los resultados de las elecciones generales entendemos que habíamos entrado en Cataluña, en Galicia y en el País Vasco, en los parlamentos autonómicos. Y vamos a demostrar que se puede estar en los parlamentos regionales impugnando el Estado de las autonomías, que es lo que ha hecho Vox».

    El líder de Vox se pone manos a la obra «respetando las normas, respetando el orden constitucional y no aspirando a cambiarlo ni a derribarlo, más que utilizando los procedimientos de reforma que la propia Constitución impone. En ese sentido, nosotros somos un partido legalista y estamos muy satisfechos de haber entrado también en los parlamentos regionales para ofrecer una visión distinta».

    La mirada alternativa que ofrece Vox, según Abascal, es «la de todos esos españoles que piensan que las autonomías nos han separado, nos han hecho desiguales y que hay otra manera de gobernar España».

    EL CALENDARIO DE VOX

    Vox sabe que en 2020 hay previstas elecciones en Euskadi y Galicia. Y no está descartado que se adelanten en Cataluña. En el País Vasco existen dudas sobre un pacto entre PP y Ciudadanos, Vascos Suma, que fue frenado hace unos meses por Albert Rivera.

    Galicia es tierra de Feijóo, que busca su cuarta mayoría absoluta consecutiva con un mensaje muy beligerante contra Abascal. El presidente de la Xunta ha repetido en varias ocasiones que cree que Vox es un partido dopado por el PSOE.

    Cataluña parece la comunidad más factible para que se estrene Vox, que ya ha advertido que en estas tierras los discursos contra la inmigración son muy rentables electoralmente: de los artículos racistas de Jordi Pujol contra los andaluces al triunfo de Albiol en Badalona o al fenómeno extinto de la Plataforma per Catalunya de Josep Anglada.