El respaldo aplastante de la militancia de ERC a supeditar la negociación con el PSOE para la investidura de Pedro Sánchez a una mesa de diálogo sin vetos, ni condiciones, era el impulso que le faltaba al partido republicano para catapultarse como la pieza imprescindible en la formación de gobierno. A la penalización en las urnas sufrida por el PSOE, los de ERC suman ahora un apoyo masivo de sus bases, para hacer una exhibición de fuerza, en la que su portavoz, Gabriel Rufián, no duda en mostrarse desafiante: «a un Pedro Sánchez débil y derrotado, se le puede llegar a sentar en una mesa de diálogo». Rufián tampoco ha dudado en recordar que «ERC ha quitado y puesto gobiernos en España, literal». El PSOE no ha entrado al trapo del desafío de ERC, al menos de momento.
Por lo pronto, la respuesta del PSOE frente a la provocación de ERC es la prudencia y más con vistas a la reunión que tendrá lugar este jueves entre ambas formaciones. La portavoz del PSOE en el Congreso, Adriana Lastra, ha señalado que espera poder alcanzar un acuerdo con Esquerra Republicana pese a las declaraciones efectuadas por Rufián, contra el presidente en funciones, Pedro Sánchez, y a pesar también de la resolución soberanista aprobada por el Parlament, prohibida por el Tribunal Constitucional.
Así lo ha puesto de manifiesto en los pasillos de la Cámara Baja, donde ha acudido para participar en la reunión de la Diputación Permanente -el único órgano en pie entre legislaturas- que debate este miércoles los cuatro últimos decretos leyes aprobados por el Ejecutivo socialista.
Lastra ha evitado pronunciarse sobre las declaraciones realizadas por Rufián, quien apuntó que a un Pedro Sánchez «débil y derrotado, se le puede llegar a sentar en una mesa de diálogo», una de las exigencias de ERC para poder facilitar su investidura.
«LO QUE NOS TENGAMOS QUE DECIR, EN LA REUNIÓN»
No me voy a relacionar con ERC a través de los medios de comunicación ni a entrar en un cruce de declaraciones porque mañana tenemos una reunión y lo que nos tengamos de decir lo diremos allí», ha indicado.
En todo caso, sí ha querido dejar claro que lo que ha hecho Sánchez es «derrotar, una vez más, a la derecha» y que su intención es seguir haciéndolo «no sólo en las elecciones sino día a día gestionando». «En eso espero que estemos de acuerdo», ha apostillado.
La dirigente del PSOE ha insistido en que acude al encuentro con Rufián con «ánimo» de conseguir un acuerdo «cuanto antes» porque, según ha remarcado, «no puede pasar ni un día más» sin que España tenga un Gobierno «progresista» que haga las reformas que el país requiere.
CON «ÁNIMO» Y «ESPERANZA»
«Vamos con ánimo, para eso nos sentamos. No iríamos a una negociación sin esperanza», ha añadido la ‘número dos’ del PSOE, quien ha subrayado que sólo dos partidos de ámbito nacional, son partidarias del diálogo entre diferentes para tratar de resolver los problemas.
Preguntada en este punto si la resolución del Parlament que rechaza la sentencia del Tribunal Supremo sobre el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017 reprueba a la Monarquía y defiende la secesión complica las cosas, Lastra se ha limitado a señalar que el Gobierno de Sánchez tiene acreditado que «cada vez que hay que presentar recursos para defender la legalidad, lo hace». «Se está estudiando en estos momentos», ha zanjado.
LAS EXIGENCIAS DE RUFIÁN
La negociación se producirá en un contexto difícil, tras las protestas surgidas después de conocerse la sentencia del 1-O. El PSOE, en plena campaña electoral, mostró su rechazo al independentismo, pese a que ahora parece dispuesto a negociar. El diálogo también se producirá ante la posibilidad de unas nuevas elecciones en Cataluña, donde ERC no podrá facilitar la investidura de Pedro Sánchez a cambio de nada, si no quiere salir damnificado en esos comicios.
Las bases han avalado la negociación siempre y cuando se cumpla ese requisito de exigir algo a cambio. De momento Rufián contempla dos fases, una en la que fijar un calendario y unos compromisos claros, y una segunda en la que se produzca una negociación entre “las dos formaciones que han ganado en España y Cataluña“. Más allá de estas condiciones, Rufián baraja pedir la amnistía de los “presos políticos”, sino no se entendería a este “Gobierno que se califica de izquierdas”.
De momento en ERC exhiben la tranquilidad propia que se deriva de una posición de poder. En este sentido, Rufián ha advertido a Sánchez de que a ellos “no le complica nunca la vida unas elecciones” y ha recordado la influencia que tienen a la hora de investir o tumbar a un candidato, como ha sucedido con el propio Sánchez en el pasado.