Iberdrola, la Champions que perdió Florentino Pérez

El presidente de ACS, Florentino Pérez, fue espiado por Iberdrola en el periodo en el que intentó sin éxito hacerse con el control de la compañía energética. El encargo realizado por parte de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán se produjo cuando pretendía entrar en el consejo haciendo valer su control sobre el 12,6% del capital de la compañía. El intento de asalto de Florentino Pérez a Iberdrola le supuso una apuesta de unos 8.000 millones de euros. Para él, suponía ganar la Champions en el mundo empresarial.

La batalla se produjo en un momento especialmente delicado, cuando hacía poco tiempo se habían producido rumores sobre una posible fusión entre Iberdrola y Gas Natural. Si el encargo que Iberdrola realizó a Villarejo se produjo en febrero de 2009, tal como reflejó el comisario en sus informes, esto ocurrió en pleno intento de entrar en el consejo.

Oficialmente Florentino Pérez reclamó al presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, un puesto en el consejo de administración de la eléctrica el 13 de marzo, menos de un mes después de que Villarejo recibiera el encargo de recabar información comprometida. La situación era muy tensa. Sánchez Galán se resistía en aquel momento y Pérez había requerido notarialmente su asiento en el consejo.

La junta de accionistas de ese año se produjo poco más de un mes después de este movimiento, el 20 de abril. Durante su celebración, la reclamación de Florentino Pérez estuvo presente y formó parte de las intervenciones de algunos accionistas. Precisamente, Iberdrola investigó a un accionista que tomó la palabra con una intervención crítica hacia la gestión del presidente Sánchez Galán, como publicó este periódico. La compañía encargó a Villarejo averiguar qué vínculos podría tener este accionista con otras personas y quién pudo dirigir su intervención.

La entrada de Florentino Pérez en el consejo no era su meta, ni era tan sencilla. Pérez era el principal accionista de Fenosa y tuvo que renunciar a su presencia en esta otra compañía eléctrica. De esta manera pretendía evitar los problemas que podrían argumentarse en contra de la presencia en el consejo de Iberdrola del principal accionista de una empresa competidora. Pérez tenía el 45% de Fenosa antes de deshacer su posición.

En aquel momento y tras esos movimientos, Ignacio Sánchez Galán no pudo más que echar balones hacia adelante y afirmar que Iberdrola estudiaría la entrada de Florentino Pérez en el consejo de administración en el “momento oportuno” y siempre y cuando hubiera una vacante.

FLORENTINO VS. SÁNCHEZ GALÁN

La junta de accionistas fue tormentosa. Ignacio Sánchez Galán hizo referencia a que nadie podría pretender el control de la compañía que preside si era en beneficio propio y en detrimento de los demás. El mensaje parecía dedicado a ACS y Florentino Pérez.

Además, Sánchez Galán recordó una batalla anterior que aún no había cicatrizado, como fue la de un posible acuerdo de la constructora con la eléctrica francesa EDF para controlar Iberdrola. Sánchez Galán criticó lo que a su juicio eran “intereses bastardos” que había tras la operación.

En aquella junta de accionistas se produjo, además, una modificación en los estatutos, otra de las medidas que pretendía impedir la entrada de ACS en la sala de mandos de la eléctrica. Estos cambios iban desde reducir el número de consejeros a eliminar la edad de jubilación de estos, lo que podría abrir la puerta.

Además, después de que Florentino Pérez saliera de Fenosa para no colisionar con su ansiada presencia en Iberdrola, el cambio de estatutos de esta última amplió la incompatibilidades de los consejeros a su presencia no solo en compañías competidoras en el sector eléctrico, sino en cualquier otro. En ese sentido, ACS se desenvuelve en un sector, el de la construcción, donde Iberdrola también cuenta con filiales.

La aventura de Florentino Pérez en el sector eléctrico se fue al traste con la crisis económica. Los problemas de ACS le obligaron a ir vendiendo sus participaciones en Iberdrola. El pasado mes de abril se deshizo de su último paquete por 65 millones de euros. El presidente de ACS había llegado a tener bajo su control hasta el 20,2% de las acciones de la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán en 2010, un año después del encargo de Iberdrola a Villarejo. Florentino Pérez se había llegado a jugar en Iberdrola 8.000 millones de euros.