Las criptomonedas empiezan a estar cada vez más aceptadas puesto que no dejan de surgir oportunidades para su uso en la vida real. Esto ha llevado a que numerosos países adopten una postura «amigable» con respecto a estos activos digitales, y ahora muchos de ellos apoyan el uso de las criptomonedas y la implantación de una fiscalidad al respecto. Estos países «amigos» de las criptomonedas representan una nueva ola de gobiernos y sociedades que apoyan decididamente a las criptomonedas en lugar de mantenerse neutrales o directamente de prohibirlas.
¿Qué hace que un país sea «amigo» de las criptomonedas? «Amigo» podría ser un término un tanto vago, pero apropiado si se compara con algunos de los otros países que tienen una postura diferente con respecto a las criptomonedas. En un país «amigo» de las criptomonedas, se han implementado por lo general reglamentos que regulan las criptomonedas, normalmente su fiscalidad y para qué deberían utilizarse. También hay eventos asociados a las criptomonedas e importantes establecimientos que aceptan pagos en criptomonedas. Por lo general, un país «amigo» de las criptomonedas será innovador y con visión de futuro. Implantará reglamentos de beneficio mutuo para las empresas que adopten el uso de la tecnología blockchain.
Para ofrecer un ejemplo más claro, aquí señalamos algunos de los países más amigos de las criptomonedas:
Malta
A Malta se le considera la primera «isla blockchain», pues así lo demuestran sus reglamentos, y así la denominó el primer ministro de Malta en una asamblea general de las Naciones Unidas. Joseph Muscat, el primer ministro con visión de futuro, dio todo su apoyo a las monedas virtuales durante la asamblea general, en la que se considera una intervención icónica para los entusiastas de las criptomonedas de todo el planeta. Desde entonces, se reciben miles de solicitudes de licencias de criptomonedas en Malta, y ya hay más de cien empresas de criptomonedas registradas en la isla. Como forma de pago, las criptomonedas en Malta no son necesariamente de curso legal, pero gozan del reconocimiento de instrumento de cambio, unidad de cuenta y/o depósito de valor.
El mundo ha adquirido la costumbre de enfrentar a los bancos con las criptomonedas, pero incluso los bancos malteses son más amigos de ellas que otros bancos en el resto de países. De hecho, Malta, con el respaldo de la destacada plataforma de cambio de criptomonedas Binance y la plataforma de recaudación de fondos de capital con tecnologia blockchain Neufund, ha logrado crear Founders Bank, el primer banco descentralizado de la historia. El objetivo de esta colaboración es ofrecer a las empresas relacionadas con las criptomonedas y la tecnología blockchain acceso a las cuentas bancarias. MSX (la sucursal de innovación de la bolsa de valores de Malta) también trabaja con Neufund para crear la primera bolsa de valores descentralizada y regulada del mundo.
Japón
No es ninguna sorpresa ver que Japón se encuentra en la lista de países más amigos, pues el creador del bitcoin, Satoshi Nakamoto, tiene un alias de inspiración japonesa. En realidad, Japón es uno de los países que lideran el espacio de las criptomonedas. Fue el primero en aceptar el bitcoin con moneda de curso legal (en 2017) conforme a la Ley de Servicios de Pago, por la que se eliminaba el impuesto de consumo en la venta de criptomonedas. Esta ley también facilitó que las empresas aceptaran pagos realizados con activos digitales. Japón también fue el primer país en aprobar reglamentos relativos a sus plataformas de cambio de criptomonedas con la esperanza de que sirviera para mejorar la seguridad general en las plataformas. Aparte de su uso como instrumento de inversión, hay multitud de tiendas japonesas que aceptan el pago en bitcoin. De hecho, más de 200 empresas japonesas ya se han registrado para obtener licencias como operadores de cambio de criptomonedas.
Respecto a su fiscalidad, se gravan los beneficios obtenidos de las criptomonedas, pero no su tenencia. En diciembre de 2018, los legisladores japoneses cambiaron el impuesto, que era del 55%, para dejarlo en una tarifa plana del 20% sobre las ganancias de capital.
Suiza
Al igual que Malta, hay un sitio en Suiza con un apodo distintivo. Una población suiza, Zug, se considera generalizadamente como el «Crypto Valley», un juego de palabras para denotar su paralelismo con «Silicon Valley». Además, Zug fue la primera ciudad del mundo en aceptar el pago de los impuestos locales en bitcoin.
Suiza es un país muy acogedor y la mayoría cree que es por no pertenecer a la Unión Europea (UE). Se sabe que la UE rechaza el uso de las criptomonedas, hasta el punto de no permitir a ninguno de sus miembros crear e introducir su propia criptomoneda. Suiza acepta con sumo agrado las criptomonedas, aparte de albergar algunas de las mejores empresas de criptomonedas y tecnología blockchain del planeta (por ejemplo, ShapeShift y Xapo).
En cuanto a la fiscalidad de las criptomonedas, hay impuestos a las ganancias de capital en el caso de los inversores, e impuesto sobre la renta en el caso de recibir la nómina en un monedero bitcoin.
Estonia
Estonia es conocida por implantar una tecnología de vanguardia, y no debería sorprender a nadie que la veamos en esta lista. De hecho, fue uno de los pocos países que aceptaron el bitcoin a una etapa muy temprana, y con la tecnología blockchain, tiene el objetivo de crear una sociedad digital futurista. Incluso tiene planes para introducir su propia criptomoneda (Estcoin) con la esperanza de ofrecer un procesamiento de pagos más sencillo, rápido y seguro. Sin embargo, la UE desbarató sus planes al dejar bien claro el presidente del Banco Central Europeo que: «Ningún miembro (de la UE) puede introducir su propia moneda».
En todo caso, seguirá siendo un país amigo de las criptomonedas siempre que mantengan su consideración de moneda alternativa. Para las empresas, particulares y negocios que deseen realizar sus transacciones en criptomonedas, primero deben registrarse como proveedores de servicios comerciales. En cuanto a la fiscalidad, los beneficios están sujetos al impuesto de ganancias sobre el capital, pero exentos del IVA.
Gibraltar
Si no ha oído hablar mucho de él, Gibraltar es un territorio británico de ultramar ubicado en la punta más meridional de la península ibérica. Además es un país con objetivos muy ambiciosos en lo relativo a las criptomonedas. Tiene la intención de convertirse en el mayor centro blockchain del Mediterráneo, y para demostrarlo ha creado una legislación favorable a las criptomonedas. El marco de referencia de la tecnología del registro distribuido (DLT, por sus siglas en inglés) es una parte de la legislación que se dirige a regular la tecnología del registro distribuido.
El futuro de las criptomonedas
A día de hoy, ¿quién hubiera pensado que las criptomonedas se habrían expandido tanto? No hace tanto que había una mala disposición con respecto al uso de los activos digitales, y ahora que la gente ha comenzado a ver su utilidad en la vida real, se han convertido en algo más que una mera oportunidad de inversión. Se trata de una oportunidad para la supervivencia, el control y para implantar métodos más eficientes.
Con excelentes ejemplos como los citados más arriba, resulta ilusionante dejar que la mente se vuelva loca pensando en qué será lo siguiente que les depare a las criptomonedas. Países como estos están demostrando que las criptomonedas son un activo revolucionario e innovador que puede aportar muchos beneficios a la industria financiera. Será apasionante comprobar hacia dónde se dirigirá la adopción a partir de ahora, y esperamos que en el futuro haya muchos más países «amigos» de las criptomonedas.