La Guardia Civil le sustrajo Jordi Ros, miembro de los Comités de Defensa de la República (CDR) una hoja en la que podía leerse «esquema bomba», según recoge el sumario de la investigación que instruye la Audiencia Nacional. El plan de los CDR, que utilizaron dos lugares distintos para fabricar explosivos, era ocupar una semana el Parlament y reivindicar los sucesos.
El indicio B.1.53 se consignó en el registro en el domicilio de la calle Romeu de Sabadell el 23 de septiembre, el día que fueron detenidos en la ‘operación Judas’ nueve integrantes del Equipo de Respuesta Táctica (ERT), la facción violenta de los CDR desarticulada por delitos de pertenencia a organización terrorista, tenencia de explosivos y conspiración para causar estragos.
Según el sumario, la Guardia Civil considera que Jordi Ros obtuvo precursores de explosivos cuya «venta estaría muy restringida y limitada a actividades profesionales o industriales», y que él mismo se refería a la vivienda de Sabadell como «laboratorio». En este domicilio, según los investigadores, «estarían confeccionando materiales incendiarios como la termita», en un plan que incluía que en el «día D» se ocupara el Parlament.
«En definitiva, todas las acciones en fase de preparación, estarían dirigidas a conseguir o facilitar el fin último de proclamar la república y conseguir la independencia de Cataluña«, asegura la Guardia Civil en sus diligencias. «Es sumamente grave la aparición de notas manuscritas con instrucciones para la confección del explosivo cloratita, ampliamente utilizado por grupos terroristas debido a lo sencillo que es de confeccionar», añade el Instituto Armado.
El explosivo se estaba fabricando en al menos dos lugares: en el domicilio de Sabadell de Jordi Ros y en Sant Fos de Campsentelles, participando también Alexis Codina y Germinal Tomas, a los que se sitúa en el «núcleo productor» del ERT.
OBJETIVO CUARTELES Y TEXTO REIVINDICATIVO
Uno de los informes de la Guardia Civil que obra en el sumario destaca que Ros estuvo consultando por internet direcciones de acuartelamientos de la Guardia Civil en Barcelona, incluido uno en el que «únicamente existen viviendas para miembros del cuerpo sin servicios de atención al ciudadano», algo que descarta que fuese casual.
«Las búsquedas pudieran estar relacionadas con la localización de posibles objetivos sobre los que llevar a cabo acciones en las que se pudieran utilizar las sustancias ya referidas», dice la Guardia Civil, tras poner de relieve que Ros reside en Sabadell, por lo que cualquier gestión relacionada con el Instituto Armado la habría llevado a cabo cerca de su domicilio y no en dependencias de Barcelona.
El plan del ERT, según la Guardia Civil, se encontraba «en un avanzado estadio respecto a la confección de materiales explosivos y/o incendiarios que comprometerían gravemente la integridad de personas y bienes, todo ello en clara similitud de técnicas y procedimientos con respecto a históricos grupos terroristas que actuaron en este país, como ETA o Terra Lliure».
Los investigadores valoran como un «dato inquietante que se localizara un documento manuscrito» que se quería utilizar, según dicen los agentes en el sumario, «tras la comisión de un atentado terrorista por el grupo encargado de cometer la acción, a modo de texto reivindicativo».
LOS CDR TENÍAN COHETES PIROTÉCNICOS
El registro en Sabadell comenzó a las 6.20 horas y terminó a las 15.20, estando presente Jordi Ros (miembro de los CDR) y sus padres. Se clonaron in situ 24 dispositivos electrónicos entre teléfonos, ordenadores, tablet o discos duros, y se precintaron para su posterior análisis otros indicios como seis cohetes pirotécnicos y diversas carpetas con el membrete de la Generalitat de Cataluña, entre ellas el Libro Blanco de la Transición Nacional.
El indicio B.1.117 son 36 horas de diversa documentación con anotaciones de fórmulas, información sobre explosivos y facturación de material de laboratorio. También se consigna como indicio barias bombonas que son intervenidas por la unidad policial.
En esta casa los agentes de la Guardia Civil procedieron al registro junto con un perro especializado en la detección de explosivos, aunque el resultado de la inspección fue negativo. Sí se halló, por ejemplo, un bidón de condensación de plástico de color amarillo junto con un tubo blanco de plástico unido a otro recipiente metálico oxidado. En el interior había un líquido que quedó a disposición de los Tedax.
Entre diversas garrafas con materiales químicos como ácido nítrico o lejía, también se encontró una bolsa con trozos de óxido y metal oxidado, un indicio que la Guardia Civil relaciona con el anterior bidón. En un bote blanco aparece una sustancia «peligrosa» cuya etiqueta refleja que es calcinex. Otras muchas sustancias se consignan para su posterior análisis por especialistas.
La secretaria judicial registra igualmente una lámina fina de aluminio arrugada, que también pasó a ser custodiada por los Tedax, o dos probetas y tela que los agentes manifiestan que es aislante térmico. En una caja aparece sustancia en polvo con una pegatina con la inscripción nitrato de amonio.
El indicio B.1.100 se interviene porque, según la policía, «podría ser un molinillo de bolas casero formado por un bote metálico que en su interior contiene cinco bolas de rodamiento».
