Lidia Bedman y Santiago Abascal van de la mano en la vida y en popularidad. La joven pareja se conoció gracias a la política y a sus similitudes en cuanto a ideales respecta. La ultra derecha tiene una buena promoción teniendo en cuenta que la esposa de su cabeza visible es una reconocida influencer y a la vez ella también obtiene likes y seguidores extras al ser la esposa, pese a que su idea nunca fue beneficiarse del nombre de su marido.
En las últimas fotos del perfil de Instagram de Lidia Bedman se puede ver un recurso fotográfico que usa a menudo con sus hijos, Jimena y Santi, ocultando un poco sus caras cogiéndolos de espalda, de perfil o manteniéndolos ella en brazos. Poco a poco, y de forma discreta, la influencer ha ido mostrando en sus redes cómo han ido creciendo los dos hijos que la pareja tienen en común. Algo similar ha hecho con su marido desde que anunciaron su relación.
Ella trabaja, entre otras cosas, anunciando marcas y tendencias y en estos campos las ideologías políticas expuestas en las redes pueden traerle tanto nuevos apoyos como detractores. Decantarse todavía más políticamente siendo una figura pública no es demasiado inteligente y ella no ha puesto en su perfil nunca nada relacionado con dichas ideologías de extrema derecha. El truco de Lidia Bedman para mostrar su vida sin necesidad de promocionar directamente el partido de su esposo ha sido la misma que con sus hijos, salir con él en fotos en las que se le vislumbra e imagina, pero no es el protagonista como tal.
La vida del político que más cuida su aspecto físico y su pulcra indumentaria ha estado expuesta desde que se conocieron. La boda de Santiago Abascal y Lidia Bedman estuvo retransmitida en vivo por la influencer casi por completo. Es el segundo matrimonio para el líder de VOX y en esta ocasión ha optado por un perfil contrario al de su anterior esposa, quien ha preferido mantenerse en el anonimato siempre. En el 2002, este defensor del catolicismo se casó por primera vez por el juzgado y tuvo a sus dos hijos mayores. En el 2010 se divorció y desde entonces ha continuado manteniendo una estrecha relación con sus primogénitos.
El periódico “El Mundo” lo entrevistó en una ocasión y le preguntó el porqué de no haberse casado por la iglesia y por su posterior divorcio, a lo que Santiago Abascal dio una respuesta un tanto ambigua y bastante política: “Esos conflictos se los plantean los progres y la Izquierda, no nosotros. Todo el mundo desea que su proyecto familiar no se trunque, pero a veces no se tiene suerte. Sigo siendo defensor de la familia, y si alguien me critica por eso, me importa un bledo”.
Su segundo matrimonio no fue hasta después de llevar con Lidia Bedman cuatro años de noviazgo, pero ya esta vez sí fue por la iglesia San Vicente de Ferrer ubicada en el pueblo natal de Lidia, Raspeig en Alicante. La joven influencer utilizó dos trajes para su gran día, de José María Peiró.
MARKETING ABASCAL
Para orgullo patriota de Santiago Abascal, su esposa, Lidia Bedman, es la influencer más seguida por los ultra derechistas españoles, superándolo incluso a él. Como otras influencers, se dedica a contar un poco de su vida metiendo marcas, estilismo y novedades de moda.
En este sentido, la familia de Santiago Abascal se ha visto beneficiada porque la influencer se ha encargado de levantar y modernizar la empresa familiar, una tienda de textiles ubicada en el pueblo donde se crió el político en Álava que no supera los diez mil habitantes, Amurrio.
La carrera de las redes de Lidia Bedman va viento en popa hasta el punto de representar a una conocida agencia que representa a otros influencers, Belleville. La alicantina, a sus 34 años, está muy preocupada tanto por su salud como por su condición física, al igual que su marido. Ella sube vídeos en los que se la ve haciendo sentadillas con salto incluido para curarse el resfriado o levantando pesas.
FAMILIA DERECHISTA
Los padres de Lidia Bedman son de Cuenca y Andalucía. Su madre, Asunción Lapeña, y su padre, José Ramón Bedman, se trasladaron a Raspeig, Alicante, sitio donde nació y creció la famosa influencer tal y como informa la revista Vanity Fair.
Tanto la familia materna como la paterna de Lidia son afines a su marido y al partido de este. Algunos de los integrantes de la familia Bedman Lapuente han formado y forman parte de las listas de VOX en estas últimas elecciones y en las nuevas del próximo 10 de noviembre en Raspeig.
Lidia Bedman comenzó a interesarse por la política hace cuatro años, que fue cuando conoció a Santiago Abascal, pero ha decidido dejar esa faceta para su esposo y continuar ella con su trabajo después de presentarse en el 2015 en las listas del partido de ultra derecha como diputada de Madrid. La joven estudió Publicidad y Relaciones Públicas en Elche en la Universidad de San Pablo CEU, además de tener un máster en Dirección Comercial y Marketing al que le está sacando mucho provecho en las redes.
COMIENZOS
Lidia Bedman comenzó como la mayoría de las jóvenes que prueban suerte en la red. En un principio, tenía un canal de YouTube que en la actualidad tiene en desuso, un blog en el que informaba sobre moda y belleza en la que también tiene un curso hecho.
Las marcas como Huawei, Clinique o Bimbo la tienen fichada para promocionar sus productos. El mundo de esta influencer ha ido creciendo desde estar en casa con una cámara de un móvil hasta pasar a tener en el día de hoy dos ayudantes para las fotografías y edición de vídeos.
De todas las marcas que anuncia, la que más empeño pone en promocionar es la que pertenece, desde la muerte del padre de Santiago Abascal, a su madre, Isabel Conde, y a su hermana, Iria Abascal.
Lidia Bedman también tiene otras amistades de las redes con las que comparte su vida diaria. Entre ellas se encuentra la blogger Desireé Jurado o Judith Frontón, con quien en ocasiones comparte almuerzos en sus bares favoritos como, por ejemplo, Sushita Café, Ninja Ramen o Lady Madonna.