Los esfuerzos, en forma de amenazas, que el excomisario José Manuel Villarejo ha hecho para tratar de salir de prisión no han surtido efecto en el juez Manuel García Castellón, que este lunes acordó prorrogarle la medida cautelar de privación de libertad dos años más.
El titular del Juzgado de Instrucción Número 6 de la Audiencia Nacional ha justificado su decisión en el “evidente” riesgo de fuga y de reiteración delictiva, así como de alteración o destrucción de pruebas, ignorando las amenazas de Villarejo, que asegura estar en posesión de ingentes cantidades de material que comprometería al Estado y que está dispuesto a hacerlas públicas si no se atiende a sus pretensiones.
Además, la defensa del excomisario había alegado problemas de salud para sacar a su cliente de la cárcel de Estremera donde ingresó en noviembre de 2017 que no han servido, tampoco, para convencer al magistrado.
Hasta cuatro años puede por ley permanecer Villarejo en prisión preventiva, es decir, hasta noviembre de 2021. De este modo, cabe esperar que el final de la instrucción de la macrocausa conocida como ‘Operación Tándem’, que se divide, por el momento, en 16 piezas separadas, debería concluir antes de esa fecha, para que Villarejo pueda ser juzgado y, en su caso condenado, antes de que concluya la prórroga de prisión.
LOS PROBLEMAS DE SALUD NO SON SUFICIENTES
De poco le ha servido a Villarejo la súplica que expresó a García Castellón en la vista de la prórroga de prisión que tuvo lugar el pasado jueves en la Audiencia Nacional. “No quiero morir en prisión” fue la frase que, según fuente presentes en la declaración, dijo el excomisario, que declaró por videoconferencia desde la cárcel por su problemas de salud.
Estos problemas de salud fueron, precisamente, una de las justificaciones de la defensa para solicitar la salida de prisión de Villarejo. Su abogado solicitó la sustitución por alguna medida cautelar menos gravosa como, por ejemplo, el arresto domiciliario.
Sin embargo, el juez señala en el auto que sus padecimientos están siendo objeto de examen y control en el centro penitenciario por los servicios médicos y, además, considera que su diagnóstico no es tan grave como para que proceda su salida de prisión.
García Castellón cree que es “evidente” que la delicada salud de Villarejo -que padece problemas de hipertensión- no es una enfermedad grave que no pueda ser atendida en prisión ni entraña un riesgo para su vida.
UN PATRIMONIO DE 16 MILLONES DE EUROS
En el auto, de veinte páginas de extensión, el juez pone de relieve el patrimonio inmobiliario valorado en 16 millones de euros que Villarejo posee tanto en España como en el extranjero y que podría utilizar para “sustraerse de la acción de la justicia, para cometer nuevos delitos o destruir fuentes de prueba que en la actualidad se están investigando”.
En este sentido, también destaca que el propio imputado ha afirmado en numerosas ocasiones disponer de varias copias del material incautado y que es actualmente objeto de desencriptación.
Por el momento, los servicios de inteligencia solo han logrado acceder al 40 % de ese material. Según el magistrado, si el investigado pudiera acceder a esas supuestas copias podría «utilizarlo directamente para continuar con la actividad delictiva por la que se le investiga”.
El juez atribuye al imputado hasta treinta delitos -como cohecho, organización criminal, blanqueo de capitales, extorsión, encubrimiento, falsedad documental o revelación de secretos- lo que, a su juicio, podría ser un criterio suficiente para su mantenimiento en prisión dado las “elevadas penas a las que se enfrenta” que aumentan ese “evidente” riesgo de fuga.
Además, recuerda que a lo largo de la investigación “se ha evidenciado la capacidad concreta que presenta para sustraerse de la acción de Justicia” y hace alusión, en cuanto al también “evidente” riesgo de reiteración de delictiva, que Villarejo lleva “más de treinta años realizando las actividades por las que precisamente se le investiga”.
Contra el auto cabe recurso de reforma en el plazo de tres días ante el Juzgado Central de Instrucción y/o, en su caso, de apelación ante la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.
REPASO DE LA MACROCAUSA
A lo largo del documento divulgado este lunes, García Castellón hace un dilatado repaso de las diferentes líneas de investigación abiertas en torno a la macrocausa ‘Tándem’, más conocida como ‘caso Villarejo’, por encontrarse este en el centro de todas las pesquisas.
Un total de 16 piezas separadas, de las cuales casi una decena aún están bajo secreto, y que han colocado han puesto a Villarejo en el ojo mediático desde hace tiempo.
Este periódico ha desvelado algunas de sus grabaciones más polémicas, que después han sido incorporadas al proceso judicial, como por ejemplo la contratación de sus servicios por parte de grandes corporaciones como BBVA o Iberdrola.
Además, fue MONCLOA.COM quien publicó las polémicas grabaciones en las que podía escucharse a la ministra de Justicia en funciones, Dolores Delgado, insultar al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska llamándole “maricón”, así como decir que, en su condición de fiscal, prefería un “tribunal de hombres”.