Los matices son importantes para el Govern. El vicepresident de la Generalitat de Cataluña y conseller de Economía, Pere Aragonés, ha afirmado este jueves en Madrid que la puesta en libertad de los líderes del procés condenados es condición sine qua non para avanzar en una mesa de diálogo entre el Gobierno y los políticos independentistas. Pero el matiz que Aragonés ha añadido es que debe ser una amnistía, y no un indulto, lo que se les aplique a los presos. La amnistía significa que el Gobierno reconoce que no se ha cometido ningún delito (a diferencia del indulto).
Desde la Generalitat insisten en sentarse a negociar. Pero las contradicciones se apoderan cada vez más de las exigencias de los nacionalistas. Por un lado, instan al Gobierno de Pedro Sánchez a sentarse a negociar ya. Una petición que ha estado sobre la mesa del Ejecutivo desde que los disturbios se apoderaron de las principales ciudades catalanas a raíz de conocerse la sentencia a los líderes del procés. Pero por otro, los independentistas reconocen que no están dispuestos a avanzar (y ceder) en una mesa de negociación mientras los «protagonistas» de una de las partes estén en prisión.
Tal y como ha reconocido Aragonés, la esperanza del Govern es crear esa mesa de diálogo cuanto antes. Sin embargo, al poco de reconocer su voluntad por acercarse a Sánchez, ha asegurado que «no hay vuelta atrás» con la vía independentista. Según el vicepresidente de la Generalitat, existen vías dentro de la Constitución para permitir que se les aplique la amnistía a los políticos presos. Es algo que hay que desarrollar jurídicamente», ha confirmado el también conseller de Economía. El matiz es importante, ya que con la amnistía el Gobierno reconocería que los nacionalistas no han cometido ningún delito. El indulto, sin embargo, sí que implica que los independentistas se saltaron la ley.
Las negociaciones con el Estado español deben partir de esa base. Porque, según Aragonés, hay que abrir la mesa de diálogo partiendo de la comprensión y la «generosidad» para que «las dos partes» se entiendan. El vicepresident ha asegurado entender por qué Sánchez se niega a responder a sus llamadas. Según sus palabras, el PSOE está inmerso en una campaña electoral y desde Ferraz no quieren que les penalice en las urnas el abrir conversaciones con los nacionalistas.
El discurso del conseller le ha llevado a afirmar al mismo tiempo que la independencia es irreversible y que están dispuestos a valorar y sopesar una propuesta alternativa que venga del Estado. «Pero no nos ha hecho ninguna», ha recordado Aragonés. Para ERC, el sistema de las autonomías «está muerto» y se debe renovar. El conseller ha dejado entrever su disposición a estudiar un estado federal (o confederal). Pero siempre como algo temporal y con el horizonte de la independencia en último plano.
Las encuestas auguran que los independentistas obtendrán un buen resultado en unas elecciones generales completamente marcadas por la sentencia a los líderes del procés. Y desde ERC se han mostrado convencidos de que su candidato, Gabriel Rufián (presente en el desayuno informativo de Aragonés), no solo igualará los resultados de abril, sino que los mejorará. Esto ha dado alas al partido nacionalista para recordar que existen, que tienen fuerza y que pueden determinar el próximo Gobierno de España.
«El independentismo va a ganar las elecciones generales en Cataluña», ha asegurado con rotundidad el vicepresidente de le Generalitat. Y lo que sí se han limitado a recordar desde Esquerra Republicana de Catalunya es que presionarán por conseguir lo que, a su juicio, solucionará el conflicto en la comunidad autónoma: un referéndum de autodeterminación.
Aragonés no ha querido valorar las palabras de su compañera de partido y exvicepresidenta del Parlament Carme Forcadell en las que reconocía que no tuvieron «empatía con los no independentistas». En su lugar, y sin entrar en estimar cuántas personas se consideran nacionalistas y cuántas partidarias de permanecer en España, el vicepresidente insistió en que la única manera real de conocerlo es sacar las urnas a la calle.
Aún así, desde ERC quieren hacerlo dentro del marco legal. El conseller ha confirmado que no se saltarán la legalidad para forzar la independencia; a diferencia de lo que afirmó el president de la Generalitat, Quim Torra, quien advirtió que celebrará un segundo referéndum ilegal en 2020. Unas palabras de las que ERC se ha desmarcado.
Desde el partido nacionalista han insistido en que su intención es «ceder soberanía» a la Unión Europea una vez consigan la autodeterminación. Quieren salir de España, pero quieren permanecer en Europa. Y ante las palabras que se emitieron desde la Comisión Europea que afirmaban que la UE solo respetará una solución dentro del marco constitucional español, el vicepresidente ha confirmado que así lo harán. «Hay mecanismos dentro de la Constitución para conseguir que se celebre el referéndum», ha comentado Aragonés.