Desde la época en la que fue ministra de Cultura hasta su última etapa al frente del Partido Popular en Madrid, Esperanza Aguirre ha estado en el metida en polémicas debido a su tendencia de hablar sin filtro. Aguirre es una de las mujeres del PP que antes de pensar, habla.
Ahora, Esperanza Aguirre se encuentra en una situación complicada dado que es investigada desde el mes de agosto sobre la red financiera ilegal que desvió dinero público a sus propias campañas, el conocido como caso Púnica.
¿Cuáles han sido las polémicas en las que se ha visto metida Esperanza Aguirre? Vamos a conocer, a continuación, algunas de ellas.
EL CASO PÚNICA
El juez de la Audiencia Nacional, Manuel García-Castellón, ha imputado por delitos vinculados a la financiación ilícita, desvío de dinero público y falsedad electoral a las expresidentas de la Comunidad de Madrid Cristina Cifuentes y Esperanza Aguirre en la pieza de la trama Púnica en que se investiga la financiación irregular del PP regional.
En este procedimiento se investiga el desvío de caudales públicos para financiar campañas electorales, además de la entrega de comisiones y dádivas a una red de empresas de confianza, las cuales no fueron satisfechas a costa de sus márgenes comerciales sino, como se sospecha, a cargo de los contratos de diversos entes públicos a los que giran facturas que no se corresponden con trabajos reales.
Ahora, Aguirre tiene que dar la cara sobre este presunto desvío de fondos para el pago de gastos del PP de la Comunidad de Madrid y sobre cómo el partido se financió presuntamente con donaciones ilegales de Indra, dinero que llegó a la formación a través de una red societaria controlada por testaferros y empresarios amigos.
ESPERANZA AGUIRRE, SEÑALADA DIRECTAMENTE
En la operación Púnica, el nombre de Esperanza Aguirre ha sido señalado directamente ya que se la considera responsable de la supervisión y el control de las partidas de publicidad de las adjudicaciones de cualquier consejería.
«Se desprende que la presidenta se habría apoyado en Ignacio González y Francisco Granados para que ejecutasen sus decisiones, de manera que la supervisión le correspondería a Aguirre y el control directo de todos o alguno de aquellos consejeros», indica el auto judicial que la señala de forma directa.
Aguirre, según el auto, es la que actuaba como «cabecilla» al idear la búsqueda de recursos que financiarían las campañas que ella misma seleccionaba. Asimismo, también se la considera como la supervisora última de las sinergias entre sus consejeros de confianza, que impulsó con dicha finalidad.
«Las campañas iban dirigidas fundamentalmente a fortalecer y vigorizar su figura política y consolidarla como presidenta de la Comunidad», se agrega en dicho auto.
AGUIRRE SE ENCARA A LAS FISCALES DE LA OPERACIÓN PÚNICA
Hace apenas unos días, Esperanza Aguirre, la expresidenta de la Comunidad de Madrid, declaró durante casi cuatro horas ante el juez del caso Púnica, Manuel García-Castellón. En su declaración, Aguirre no ocupó el asiento central, frente al juez, sino que se sentó en los estrados junto a su defensor, Carlos Aguilar, quien pidió previamente autorización para que Esperanza pudiera consultar los documentos necesarios para su declaración.
En esta, Aguirre repitió una y otra vez que sus funciones como presidenta del PP de Madrid fueron estrictamente políticas, no de gestión ni de administración ni financieras. Las fiscales no lograron que dijera otra cosa pese a su insistencia.
El juez habló de Beltrán Gutiérrez, el exgerente del PP madrileño que también está implicado en el procedimiento y en cuyo domicilio fueron encontrados documentos que, según los investigadores, reflejan aportaciones en B para la financiación de las campañas electorales.
Aguirre contestó que al gerente lo nombra el partido y que, cuando ella llegó, Gutiérrez ya se ocupa de las finanzas del PP regional. «Nunca vi dinero en efectivo en el PP», añadió Esperanza Aguirre, que aseguró que ella no conoció ninguna contabilidad paralela mientras estaba de presidenta del PP en Madrid.
LAS DECLARACIONES DE AGUIRRE POR LAS CAMPAÑAS
En su declaración, Aguirre contradijo las imputaciones de su antiguo consejero, Francisco Granados, que declaró ante el juez el pasado febrero. En sus declaraciones, Granados admitió que en las elecciones de 2011 hubo una campaña «específica» para reforzar a Esperanza Aguirre como candidata a la presidencia de la Comunidad de Madrid «paralela y ajena al PP desde el punto de vista contable”.
No había «campañas personales» para ella, ha manifestado Aguirre en su declaración. Ella intervenía en la creatividad de las campañas y daba instrucciones sobre su foto en los carteles, megafonía, iluminación…, «nada más».
Aún así, la Fiscalía Anticorrupción sostiene que Aguirre y sus más directos colaboradores idearon un plan para obtener fuentes de financiación para el PP de Madrid fuera de las vías legales sometidas al control del Tribunal de Cuentas. Una de ellas habría sido utilizar licitaciones de Consejerías del Gobierno regional para desviar dinero público hacia el partido.
Sea como sea, el caso aún está abierto y Aguirre, a pesar de haber rebatido todas las acusaciones, sigue estando imputada por el caso Púnica.
LA VEZ QUE AGUIRRE QUISO MATAR A LOS ARQUITECTOS
En el año 2012, Esperanza Aguirre, durante una visita a Valdemaqueda, en Madrid, se dejó llevar por su peculiar sentido del humor para criticar a un colectivo al que tiene ojeriza.
«A los arquitectos los tendrían que matar a todos. Por eso tendrían que poner la pena de muerte. Me caen mal porque sus crímenes perduran más allá de su vida«.
Obviamente, estas palabras no sentaron demasiado bien al colectivo de los arquitectos y Aguirre tuvo que pedir perdón a todo el colectivo: «Pido disculpas a los arquitectos madrileños y a todas las personas que se hayan podido sentir ofendidas. Todo lo que dije es absolutamente lamentable, lo retiro, es lamentable y me siento muy mal por mis palabras».
FRANCO, EL SOCIALISTA
En un debate político en TVE, le preguntaron a Esperanza Aguirre acerca de la dictadura, a lo que ella dijo «Pero cómo voy yo a defender la dictatura, oiga». «En las sedes del PP nunca he visto una foto de Franco colgada, mientras que en la del Partido Socialista sí«, continuó diciendo.
Pero no fue lo único que comentó Aguirre en ese debate político. También dijo que creía que «Franco era bastante socialista», una frase que hizo que muchos se llevaran las manos a la cabeza. Esperanza Aguirre también dijo que «Franco era anti-liberal».
CATALUÑA, FUERA DEL TERRITORIO NACIONAL
A pesar de que nunca se demostró que fuera Aguirre quien pronunciara aquella sentencia de «antes italiana que catalana» en relación a la venta de una empresa energética (Francisco Pizarro es otro de los candidatos a la autoría), sí que la hemos escuchado hablar mal de Cataluña.
La exdirigente del PP dijo en septiembre del 2005, con todas las letras, que «es una mala noticia para la Comunidad de Madrid que la sede de una empresa eléctrica, que es multinacional, y que es una de las grandes empresas españolas multinacionales, se traslade fuera de territorio nacional«. En concreto, se refería a la posibilidad de que Endesa trasladara su sede de la capital de España a Catalunya, lo que dio mucho juego a los independentistas.