Primero en Izquierda Unida, luego en Equo y después en confluencia con Ahora Madrid. La exconcejala de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de la capital, Inés Sabanés, ha mantenido una activa vida política. Su último hito, contribuir a desligar el partido al que pertenece de Unidas Podemos para lanzarlo a los brazos de Íñigo Errejón. La recompensa de Sabanés es que acudirá a las elecciones como número tres en la lista de Más País. Equo, sin embargo, se ha partido por la mitad. Y algunos de sus dirigentes, como Juan López de Uralde, se han visto obligados a renunciar a las siglas para permanecer bajo la formación con la que se presentaron a las elecciones: Unidas Podemos.
Sabanés fue, según fuentes de Equo, una de las personas clave que trabajó y propició que la formación ecologista se rompiera. La exconcejala ya tenía trato con el núcleo duro que levantó un partido frente a la formación de Pablo Iglesias. Fue parte del consistorio de Manuela Carmena y estuvo inmersa en las conversaciones que dieron forma a Más Madrid. Tras la convocatoria electoral y la puesta en marcha de Más País, con una lista en blanco por rellenar y un partido con el que negociar, Sabanés trabajó para que Equo decidiera dejar atrás a Iglesias para pasarse al bando errejonista a cambio de asegurarse (lo más posible) un sillón en el Congreso de los Diputados. Y a ser posible, cerca del candidato.
Las fuentes coinciden. Tanto las cercanas a Ahora Madrid como las de Equo. El peso de Madrid y de Valencia fue clave para llevar a la formación ecologista con Errejón. Esa consulta a las bases estuvo condicionada por el gran número de afiliados que pertenecían a estas dos provincias. Sabanés, según estas fuentes, trabajó desde la sede del partido en Madrid para convencer a los suyos de que Errejón era la mejor opción. Y de este modo conseguir un escaño en el Congreso.
Lo mismo pasó en Valencia. Mientras que en Madrid Equo se presenta a las elecciones (tanto municipales como autonómicas) en confluencia con las formaciones que crearon Carmena y Errejón, en Valencia lo hacen con Compromís, una de las primeras formaciones que decidió saltarse la colaboración con Unidas Podemos y se echó a los brazos de Errejón. Tanto el trabajo de miembros de Compromís, como el del núcleo duro de Ahora Madrid, fue clave para determinar la dirección que tomaría Equo ante los próximos comicios.
Sabanés ha mantenido una vida política activa en el seno de la izquierda. Cuando su etapa en IU no dio más de sí, la exconcejala vio una oportunidad en el partido ecologista. Equo se convirtió en una formación instrumental que se sumaba en coalición a quien se comprometiera a defender los valores del medio ambiente. Y ese partido fue la entonces marca blanca de Podemos en la capital: Ahora Madrid. Con Manuela Carmena, Sabanés tuvo uno de sus momentos de gloria al frente de la Concejalía de Medio Ambiente y Movilidad. Llevó a cabo medidas polémicas y su nombre asaltó muchos titulares. Para bien o para mal.
Con la debacle de Carmena de mayo, Sabanés vio una vía para dar el salto a la política nacional. Esa vía pasaba por Errejón y su flamante formación. Según aseguran las fuentes, los movimientos de Sabanés dentro de Equo han estado motivados por su ambición personal, pues se trataba de llevar el peso del partido ecologista a Más País a cambio de un puesto relevante en las listas. Que resulta ser el número tres.
Esta fijación de Errejón por Equo viene motivada por una estrategia ideológica. El antiguo dirigente de Podemos pretende irrumpir en un panorama político donde los partidos de izquierda sobran. Y para justificar un salto que podría llevar al bloque a perder la mayoría absoluta (y por tanto, la capacidad de gobernar), el candidato ha apostado por dar a su formación un claro tinte ecologista. Y ahí es donde entra Equo.
El principal escollo fue la parte de la directiva que se ha negado a marcharse con Íñigo Errejón. Es decir, Uralde y otros cuatro miembros de la ejecutiva que han decidido permanecer junto a Iglesias de cara a las nuevas elecciones. El problema fue que Sabanés contaba con el respaldo del partido en Madrid y Compromís con el de Valencia. Para Uralde, la razón por la que se queda junto a Iglesias es una cuestión de lealtad, en primer lugar, y de evitar fragmentar más a la izquierda, en segundo.
Para los que sí han decidido confluir con Más País, las razones son varias. Son muchos los refugiados de Podemos los que han denunciado la actitud casi dictatorial de su líder. Quien cuestiona la línea del partido morado, corre riesgo de ser apartado, según sus declaraciones. Respecto a las negociaciones para la investidura de Sánchez, Iglesias hizo una apuesta clara por los ministerios. Una decisión muy cuestionada que, según aseguran estas fuentes, motivó la fuga de algunos de los que integraban Unidas Podemos.