sábado, 23 noviembre 2024

Endesa sospechaba de Iberdrola y Pizarro también fue espiado para el BBVA

 

Ni Endesa ni Manuel Pizarro han querido hacer comentarios sobre el descubrimiento de los servicios que Villarejo prestó a Iberdrola que les afectan. Sin embargo, altos cargos de Endesa siempre sospecharon que Iberdrola, la compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán, les espiaba.

Manuel Pizarro, por su parte, también fue espiado por parte de Villarejo durante la guerra de poder entre Sacyr y el presidente del BBVA, Francisco González. El comisario, como publicó MONCLOA.COM, trabajó para este banco para neutralizar el ataque de los inversores capitaneados por la constructora y su presidente, Luis del Rivero.

El trabajo para el BBVA prácticamente coincidió en el tiempo con el que Villarejo realizó para Iberdrola. De hecho, los informes del comisario para la eléctrica están fechados en el verano de 2004, mientras que los servicios al BBVA comenzaron en otoño de ese mismo año.

Los informes de Villarejo para el banco presidido por Francisco González desvelan que Pizarro fue controlado debido a su estrecha relación con algunos de los protagonistas de aquella guerra por el control del BBVA, especialmente con el financiero Juan Abelló.

Curiosamente, el documento realizado por Villarejo para el banco sobre Pizarro, está fechado a finales de noviembre de 2004, cuando comienzan los servicios. Sin embargo, contiene un listado de llamadas referidas al mes de septiembre. Los informes realizados por Villarejo para Iberdrola sobre la central de Arcos son de julio de ese mismo año.

El comisario, como queda reflejado en sus documentos, proyectaba seguir prestando sus servicios para esta eléctrica. Para ello, se empeñó en que Iberdrola contara con un sistema de alerta temprana de los riesgos que la podían acechar, a imagen y semejanza del que contaba su competidora Endesa. De esa manera, los trabajos para Iberdrola y BBVA podrían haber sido consecutivos o incluso haberse solapado. El informe que se encontraba en las carpetas del Proyecto Trampa, como se llamó el trabajo realizado para el banco, denominaba a Manuel Pizarro como BB, las mismas siglas que usó en el trabajo para Iberdrola.

LAS LLAMADAS DE MANUEL PIZARRO

El comisario reflejó en un documento llamado BB una relación de diez llamadas telefónicas con el día, la hora y la duración de las mismas. El policía analizó estos datos para extraer conclusiones sobre el grado de cercanía a las personas con las que hablaba. Así, llegó a señalar que se trataba “sin duda” de “una relación estable” que probablemente sólo se mantenía por teléfono.

Más adelante, en marzo de 2005, Pizarro aparece citado en otro informe de Villarejo. En esta ocasión se trataba de un análisis del tráfico de llamadas. Entre ellas se identificaban algunas como la del presidente de Altadis, César Alierta, pero también con el propio presidente del BBVA, Francisco González, o con el gobernador del Banco de España, Jaime Caruana. El trabajo de Villarejo se extendió más allá de las llamadas telefónicas, ya que realizó un “muestreo de conducta” sobre los contactos que mantenía Manuel Pizarro.

Además, Manuel Pizarro ya denunció en su día a agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) que fueron sorprendidos cuando realizaban vigilancias cerca de su domicilio. Ese es el contexto por el que no extrañan hoy tanto los trabajos realizados por el comisario Villarejo para Iberdrola, que tuvieron como objetivo a Endesa y a su entonces presidente.

Existieron también otros incidentes, como la ocasión en que descubrieron que alguien se había introducido en las oficinas de Endesa durante el intento de fusión con Iberdrola, que crean un ambiente en el que el hecho de conocer que Villarejo pudo espiar no causa sorpresa.

El incidente con los agentes del Centro Nacional de Inteligencia se produjo en el año 2007. Dos miembros de este organismo fueron sorprendidos por los escoltas del presidente de Endesa cerca de su casa. El entonces director general de la Policía y la Guardia Civil, Joan Mesquida, dijo que los agentes se encontraban realizando otro servicio que no tenía nada que ver con Pizarro, versión que también sostuvo el director del CNI, Alberto Sáiz. Tras interponer una denuncia, los dos agentes fueron condenados por una falta de coacciones, ya que le pidieron al escolta que borrara las fotografías que les había hecho.