Vox sufre esta semana una serie de dimisiones que incluye la salida de una diputada nacional, la balear Malena Contestí, y de los presidentes provinciales de Zamora y Albacete, que se suman a otras registradas en distintos puntos del país desde hace meses. Contestí se va, además, lanzando por el camino duras críticas al partido de Santiago Abascal.
Estas últimas dimisiones se producen justo a pocos días de que el partido celebre en Vistalegre (Madrid), el domingo, un gran mitin con motivo del lanzamiento de la precampaña. Vox espera que sea otra demostración de fuerza como la que hizo el año pasado en esta misma plaza de toros madrileña.
CONTESTÍ ACUSA A VOX DE «criminalizar a la mujer, de ser homófobo y extremista»
Malena Contestí, exdiputada de Vox.
Sin embargo, la formación ha tenido que afrontar varios problemas internos y dimisiones tras las elecciones generales de abril, las autonómicas y municipales de mayo y su llegada a las instituciones. En algunos casos las causas son discrepancias ideológicas y en otros, problemas internos de poder, organización o por acumulación de cargos.
Entre las marchas más críticas está la de la diputada por Baleares Malena Contestí el pasado día 1 de octubre, entre acusaciones al partido de «criminalizar a la mujer, de ser homófobo y extremista». «La ilusión inicial se ha tornado poco a poco en una profunda decepción», ha dicho la diputada.
En el caso de Zamora, el presidente provincial, Javier Alcina, ha dejado el partido en el que trabajaba desde 2011 pero se ha limitado a señalar en público que es «lo que la situación exige en este momento». Su marcha se suma a la dimisión de la presidenta en la provincia de León, Elena Merino, por no compartir la dirección que estaba llevando el partido, y a la de Valladolid, Sofía Muñoz, donde la dirección nacional tiene que nombrar una gestora.
Otra de las dimisiones de esta semana es la de Rosario Velasco como presidenta en la provincia de Albacete, aunque seguirá siendo concejal de Vox en la capital y portavoz municipal del partido. Antes que ella había dimitido el número 1 precisamente en este ayuntamiento, Delfín Córcoles, poco después de tomar posesión del cargo.
También en Castilla-La Mancha, Vox registró recientemente la dimisión de sus dos concejales en el Ayuntamiento de Toledo. Uno de ellos alegó discrepancias «a nivel organizativo» con Vox y ha permanecido como concejal no adscrito. El otro abandonó también el escaño alegando que ha encontrado «dificultades y obstáculos» con los que no contaba.
HASTA UNA DOCENA DE BAJAS EN MÁLAGA
El goteo de bajas comenzó ya tras las municipales. Entre otros casos, en Andalucía dimitieron sendos concejales en Torremolinos, Mijas y Algeciras, se registró una docena de bajas de cargos internos en Málaga y el partido tuvo que afrontar una rebelión entre los concejales de El Ejido, donde gobierna junto al PP, que sin embargo al final ha reconducido.
En Madrid, por su parte, Vox pierde a un concejal en Rivas, que denunció una «tensa situación interna» en el partido local y discrepancias de criterio, pero se quedó como concejal no adscrito. Y otra edil en Calviá (Mallorca), en este caso por acumular cargos.
Las dimisiones de presidentes provinciales obligan a Vox a organizar comisiones gestoras que dirijan el partido hasta la elección de una nueva dirección. La situación en Valladolid, Zamora o Albacete es similar a la de Valencia y Cáceres, donde también dimitieron los presidentes.