El comisario José Manuel Villarejo hizo negocios con el dueño de la constructora Azata mientras intervenía de forma oculta en la operación Astapa, el caso de corrupción urbanística que se desarrolló en Estepona.
Los negocios no se redujeron a esta localidad. El comisario intentó sacar rendimiento a su actividad en Estepona (en el que se mezclaba su carácter de agente encubierto de la policía con sus negocios privados) con proyectos urbanísticos en Boadilla del Monte (Madrid). Esta operación madrileña afloró en las denuncias iniciales con las que comenzó la investigación del caso Gürtel.
Además, Azata fue protagonista de otra operación urbanística clave en Majadahonda, también en Madrid. Esta operación dio lugar a que dos concejales de este Ayuntamiento denunciaran lo que consideraban irregularidades a la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, sin éxito. Estas prácticas llevaron a uno de los concejales a grabar sus conversaciones con los principales protagonistas de lo que luego se convirtió en el caso Gürtel.
Otras grabaciones muy diferentes fue las que realizó el comisario Villarejo. En ellas, aparecen reflejadas gestiones presuntamente realizadas por el policía a favor del dueño de Azata, José Domingo Rodríguez Losada, en Estepona. Pero las gestiones llegaron a un asunto aún más importante.
En una conversación mantenida por el comisario con el abogado y promotor Antonio Vallejo, (imputado en ese momento en Astapa) Villarejo se quejó de que el buen trato dado al dueño de Azata no sea recíproco. El policía confesó en esa conversación haber intercedido para librar a este empresario de su imputación en el caso Astapa.
Villarejo dice en este audio que el hecho de que Rodríguez Losada no esté imputado, cuando lo estaban su socio y su abogado “no es un milagro de la Virgen María”. Además, deja caer que intervino “cuando yo conocía el asunto”. Finalmente, Villarejo muestra su enfado porque el empresario actuó luego por su cuenta.
Villarejo: Es que no me gusta tratar con los soberbios estos y tal, que luego van de prepotentes y luego no cumplen.
Antonio Vallejo: Pero además, Rodríguez Losada te puedo asegurar que…
V: No, no, no. Es un incumplidor total y es un…
AV: Y además, a la hora de pagar, es un perro…
V: No, no, no. Perro y malo.
AV: Es muy perro. Y después, si (…) está hablando contigo, te dice su información y te da una puñalada, si pueden ser dos, te da dos.
V: Sí, lo que pasa es que hasta ahora, en todos los pulsos que nos ha echado le hemos ganado y, ya te digo, los últimos meses, no te lo oculto, como comprenderás, en un proyecto donde está su socio, está el abogado, están todos imputados y no está él… Imagínate nosotros que eso no es un milagro de la Virgen María. O sea, en su día, cuando yo conocí el asunto (…) coño, este hombre y tal… Y el tipo además, eso no solamente no lo agradece, sino que, encima, cuando acuerdas pues intenta él brujulear ya por su cuenta y tal.
Azata se asoció con Hipersol, del empresario Aurelio Martín Simón, para la construcción de un centro comercial. Este último fue imputado en el caso Astapa, pero no así su socio, el dueño de Azata, José Domingo Rodríguez Losada.
Los negocios de Villarejo con Rodríguez Losada en Boadilla y los intereses en Majadahonda también aparecieron en la conversación con Vallejo, en la que habla de que “nos compró una cosa en Madrid”.
Villarejo:…….bueno, yo conozco a este, a José Domingo, el de Azata, porque nos compró una cosa, vamos todavía y no la tenemos firmada, porque nos compró una cosa en Madrid de la finca nuestra y a raíz de toda esta problemática, que estuvimos hablando, porque él ha estado a punto de estar imputado.
Vallejo: ¿Todavía?
Villarejo: Todavía está ahí y estamos intentando… echarle una mano porque además de este tema, tiene………….. (inaudible) y el tema ese de Majadahonda, qué habrás oído hablar….”
La empresa Azata, efectivamente, era propietaria de suelo en el municipio madrileño de Boadilla del Monte. Estos terrenos aparecieron citados en un documento que hizo estallar una parte del caso Gürtel en esta localidad. Concretamente, un dosier enviado a la Fiscalía incluyó entre los asuntos pendientes de verificar la reparcelación de la zona conocida como Camino Bajo.
Ese documento ya citaba que entre los propietarios se encontraba “el Sr. Villarejo (importante cargo de la Policía), que pide en torno a 450.000 euros por salir”. Curiosamente, el dosier señalaba que se trataba de “un tema ‘peligroso’, porque hay discrepancia entre las partes y, al parecer, existen grabaciones de acuerdos incumplidos”.
Este relato coincide con los detalles sobre las discrepancias que Villarejo compartió con personas en Estepona y que quedaron grabadas en los audios a los que ha tenido acceso MONCLOA.COM.
La mezcla de intereses se complica aún más si se tiene en cuenta que el comisario intervino también en el caso Gürtel. Así, por ejemplo, Villarejo mantuvo reuniones con la entonces secretaria general del Partido Popular, María Dolores de Cospedal, en las que se ofreció para informar de la investigación y también para interferir en la misma, según publicó también este periódico.
Villarejo, según confiesa él mismo en varias conversaciones grabadas, mantenía también una estrecha relación con el alcalde de Boadilla, Arturo González Panero, alias el albondiguilla, uno de los principales implicado en el caso. El policía llega a mantener en alguna de las conversaciones que fue quien puso a este al frente de este Ayuntamiento. Por si fuera poco, Boadilla era el lugar de residencia de Villarejo.
En cuanto a Majadahonda, Azata fue una de las empresas que optó a la adjudicación de las parcelas que estuvieron en el origen del caso Gürtel. Unos terrenos municipales sobre los que existían discrepancias a la cantidad en que estaban valorados fueron el centro de una polémica entre dos facciones del Partido Popular de Madrid.
MAJADAHONDA Y GÜRTEL
Las presuntas irregularidades en la concesión de esas parcelas llevaron al concejal de esta localidad, José Luis Peñas, a convertirse en el principal denunciante del caso Gürtel con las grabaciones que aportó.
Su dueño, José Domingo Rodríguez Losada, tenía una estrecha relación con el PP por razones familiares, ya que fue suegro de Juan José Güemes, que fue consejero del Gobierno de Esperanza Aguirre. Además, el empresario estaba considerado amigo de entonces todopoderoso exvicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato.
Curiosamente, el caso Gürtel, cuyo epicentro fue Boadilla del Monte, tuvo una derivada en Estepona, donde era concejal el popular Ricardo Galeote, que fue condenado a casi ocho años de prisión por este caso de corrupción. Por otra parte, Azata es la empresa que construyó el hotel de El Algarrobico, que se convirtió en el símbolo de la lucha contra la especulación en la costa por parte de los ecologistas de Greenpeace.