Estepona fue una importante base de operaciones del comisario José Manuel Villarejo. En la operación Tándem, que le ha llevado a prisión, la policía realizó registros en esta localidad, donde encontró discos duros con información sobre los trabajos realizados por Villarejo. También localizó buena parte de su patrimonio inmobiliario.
El comisario tenía Estepona como su segunda residencia. Además de su casa en la localidad madrileña de Boadilla del Monte, Villarejo tenía propiedades en esta localidad de la Costa del Sol, donde pasaba sus vacaciones. En Estepona también vivía su madre. Además, su hermano era párroco en una de las iglesias de este municipio.
La investigación realizada en el marco de la operación Tándem por parte de la Unidad de Asuntos Internos de la Policía sacó a la luz que el patrimonio del comisario era de 92 inmuebles. De ellos, 48 están en Estepona. Las propiedades están a nombre de sociedades relacionadas con el comisario.
Además de utilizarlos como instrumento de inversión, el comisario disfrutaba de alguno de ellos como residencia. Ese era el caso de un ático en la urbanización Mirador de la Cala. El ático fue el escenario de uno de los registros más importantes realizados en la operación Tándem.
Durante el mismo, la policía encontró en una caja fuerte 300.000 euros en metálico y varios lingotes de oro, además de pasaportes en blanco. Y no fue solo eso. En el ático también se encontró un disco duro. Estos dispositivos de almacenamiento contienen toda la información sobre la actividad realizada por Villarejo y sus grabaciones.
El Mirador de la Cala es una promoción en la que invirtió el comisario y en la que se encuentra también el hospital Cenyt, con el nombre de su empresa Club Exclusivo de Negocios y Transacciones. Cenyt Salud, sociedad en la que es socio, ingresó 4,5 millones de euros el pasado año y unos activos de cerca de 8 millones de euros.
ASTAPA Y TANDEM, UNIDAS
El administrador de esta empresa fue Juan Carlos Escribano, que fue detenido en primera instancia en la operación Tandem, aunque fue puesto en libertad. Escribano fue llamado como testigo en el caso Astapa. La clínica contaba con una superficie de más de 3.000 metros cuadrados. El embargo de los inmuebles realizado por el magistrado Diego de Egea señala que estos bienes pueden ser procedentes de un presunto delito de blanqueo de capitales.
Las grabaciones realizadas por el propio comisario Villarejo revelan su actuación alrededor del caso Astapa. Esta intervención es negada por David Valadez, que se convirtió en alcalde de la ciudad después de denunciar el caso que defenestró a su antecesor, Antonio Barrientos.
Es precisamente Barrientos el que en una reciente entrevista afirma que “el comisario Villarejo tuvo una participación fundamental en Astapa”. Barrientos señala hacia la licencia que obtuvo el Mirador de la Cala, la urbanización donde se encuentran los inmuebles de Villarejo y su socio, Juan Carlos Escribano. La licencia se concedió a pesar de que “faltaban 113 plazas de aparcamiento” y que no hubo compensación al Ayuntamiento ni sanción.
El informe de Asuntos Internos de la Policía que investiga al comisario Villarejo señala como socios a Juan Carlos Escribano y a Diego de Lucas. Ambos jugaron un papel protagonista en el caso Astapa. El primero porque su testimonio fue fundamental para sostener parte de las acusaciones. El segundo, Diego de Lucas, fue el gerente de urbanismo que se hizo cargo de esta área tras la detención del alcalde Antonio Barrientos y su sustitución por David Valadez.
Curiosamente, el comisario Villarejo hizo mención al caso Astapa en una conversación publicada por MONCLOA.COM en la que trataba de otro encargo: el espionaje al constructor Luis Portillo, que mantenía una deuda con el BBVA. El comisario relaciona a este constructor con el PSOE andaluz. En su relato, Villarejo señala que tras el caso Astapa se esconde una tensión entre dos clanes de este partido, encabezados por el expresidente andaluz, Manuel Chaves, y su sucesor, José Antonio Griñán.