Arnaldo Otegi está enfriando su relación con el Partido Nacionalista Vasco a un año vista de las elecciones autonómicas de Euskadi. El líder abertzale tiene una evidente falta de sintonía con Íñigo Urkullu por la particular estrategia identitaria del lehendakari.
El PNV, visto el naufragio catalán, ha escondido su perfil más soberanista y se ha plegado ante los últimos sondeos, que indican que en Euskadi está cayendo con estrépito el número de apoyos a la ruptura con España.
Según el último Euskobarómetro, el 67% de los vascos tiene «ningún» o «pocos» deseos de independencia. Las décadas del conflicto vivido en Euskadi y el hartazgo político tras el procés habrían contribuido a ello.
EL ‘NO’ A LA INDEPENDENCIA QUE ALARMA A BILDU
El Euskobarómetro señala que solo el 31% de los vascos votarían a favor de la independencia y el ‘no’ alcanzaría el 48%. Francisco José Llera, director del sondeo realizado por la Universidad del País Vasco, asegura que «los vascos están descubriendo el valor de la estabilidad y las consecuencias negativas de la inestabilidad».
Según el sociólogo, los vascos han visto «que la inestabilidad tiene un precio y que la estabilidad no esta garantizada, como creíamos, y que, por lo tanto, la estabilidad es un valor». El PNV, según Bildu, vive de la estabilidad desde hace décadas.
OTEGI ESTALLA CONTRA URKULLU
Arnaldo Otegi, en Euskadi Irratia, denunció hace unos días que el PNV «no tiene intención de dar pasos cualitativos en términos nacionales» porque Urkullu «sabe que los acuerdos con la coalición no son los mismos que con PSOE, con el que está muy cómodo».
El líder abertzale denuncia que el partido jeltzale «ha conseguido el liderazgo del bloque conservador y en su estrategia entra atacar a EH Bildu para mantener los votos». El PNV, en la misma tónica que sus adversarios, acusa a Otegi de articular una pinza con el PP para dejarles en minoría en el Parlamento vasco.
EL PRAGMATISMO DEL PNV MOLESTA A BILDU
Otegi ha denunciado el pragmatismo del PNV en el Congreso de los Diputados porque durante cuarenta años «ha sostenido gobiernos de todos los colores, de la derecha y de la supuesta izquierda (….) Se puede ser determinante y malgastar esa posición».
Cierto es que ambas fuerzas nacionalistas se ponen de acuerdos en algunos organismos. El último acuerdo ha llegado en la Asociación de Municipios Vascos (Eudel), donde el PNV se quedará con la presidencia, Bildu con una vicepresidencia… y el PSE-PSOE con otra.
INDEPENDENCIA Y MEMORIA
Íñigo Urkullu sorprendió a la militancia del PNV con sus declaraciones a El País a finales de 2016: «El concepto de independencia es del siglo XIX. Nuestro nacionalismo en el siglo XXI es solidario, pretende más autogobierno para desarrollar las potencialidades del país en una soberanía compartida. En un mundo globalizado, la independencia es prácticamente imposible».
El lehendakari tomaba perfil propio en pleno procés y Andoni Ortuzar tenía que salir al paso para hacer de ‘poli malo’ y agudizar el mensaje soberanista del partido que preside, el PNV, con la intención de evitar una sangría de votos hacia EH Bildu.
LA CARTA DE ARANA
Otegi y compañía creen que Urkullu que el PNV busca hacer realidad el último deseo de Sabino Arana. El fundador del partido jeltzale ideó la «Liga de vascos españolista» año y medio antes de morir.
En una carta enviada a su hermano Luis le dijo que su deseo era que «los estados vascos que son de hecho españoles, reconozcan y acaten en derecho esta anexión y alcancen dentro de esa situación de derecho, dentro de la unidad de España, la mayor felicidad moral y material que puedan».
Arana apostó por «la renuncia del nacionalismo a la independencia (…) Mi consejo es este: hay que hacerse españolistas y trabajar con todo el alma por el programa que se trace con este carácter. A mi modo de ver, la Patria nos lo exige«.
LECTURAS SOBRE LA CARTA
El creador del concepto ‘patria vasca’ y cocreador de la ikurriña decía que la idea podía parece un contrasentido, «pero si en mí se confía debe creerse. Es un golpe colosal desconocido en los anales de los partidos. Queda empañada toda mi reputación. Deshecha la obra de muchos años, levantada a costa de grandes sacrificios».
La última frase de la carta del fundador a su hermano Luis, «tú ya me comprenderás», ha sido interpretada por el nacionalismo como la intención del patriarca nacionalista vasco de acometer una estrategia con la que defenderse de los brutales ataques que recibía el PNV desde el Gobierno central, que encarceló a sus dirigentes y los persiguió porque Sabino envió un telegrama a Roosevelt para felicitar a Estados Unidos cuando le quitó Cuba a España.
Pero Sabino apuntó por el mismo camino en algunos artículos publicados con posterioridad en el semanario La Patria y en una entrevista realizada en La Gaceta del Norte. Aun así su hermano Luis mantuvo hasta su muerte un perfil independentista tan agudo que ni siquiera sufrió las consecuencias de la Guerra Civil porque no se sintió representado por ninguno de los dos bandos, «españolistas» según él. Es decir, que el debate sigue abierto…