La actitud de Andrea Levy levanta ampollas en el Partido Popular de Madrid. La formación conservadora no está contenta con algunas de las declaraciones públicas y actuaciones que ha llevado a cabo la actual concejal de Cultura, Turismo y Deportes del Ayuntamiento de la capital. Sobre todo, aquellas relacionadas con la trama Púnica.
La catalana se ha desligado de la línea marcada por el PP de Casado y ha incentivado la sombra de la duda sobre la inocencia de las expresidentas Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes, ambas imputadas por la presunta financiación irregular en la Comunidad de Madrid. Este desmarque no ha gustado dentro del partido, ya que las dos expresidentas cuentan con “muchos adeptos entre las bases y cuadros del PP.”
ANDREA LEVY Y SU DESCONFIANZA EN AGUIRRE
“Yo las manos en el fuego no las pongo por nadie”. Esas fueron las palabras de Andrea Levy sobre la investigación de sus excompañeras de partido. Además, añadió que la nueva dirección del PP está “limpia” y tiene “tolerancia cero contra la corrupción”. Unas declaraciones que han sorprendido dentro del PP. Fuentes del partido critican que la recién estrenada concejala hable así de Aguirre “cuando debe todo lo que tiene” a la que fuera presidenta.
Los comentarios de Levy han sido los que han roto la hegemonía popular, encasillados en no posicionarse demasiado sobre la citada imputación. Pablo Casado insiste en la presunción de inocencia y se escuda en esperar a la resolución judicial para hablar sobre el tema. Esto es algo en lo que coincide con el secretario general, con Teodoro García Egea, quien ha dicho que prefiere “opinar siempre al final del proceso”, poniendo como ejemplo aquellos casos en los que el PP ha sido imputado y finalmente absuelto.
Otros como la portavoz en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, han optado por cargar contra el magistrado de la Audiencia Nacional Manuel García Castellón. Álvarez de Toledo considera que el juez ha actuado mal al no comunicar a Esperanza Aguirre que iba a ser imputada. Algo que ha tenido que conocer a través de la prensa. “La indefensión empieza con la propia notificación”, apostillaba la popular.
DE CATALUÑA A MADRID: EL SALTO DE LEVY
El aterrizaje de Levy a Madrid es otro de los aspectos que han molestado al PP en la comunidad. Varios dirigentes, veteranos en la política de la ciudad, se han sentido molestos por quedar relegados a puestos menos relevantes, mientras que nuevas caras, como es el caso de la catalana, han ocupado cargos con más peso público e institucional.
Levy está recién llegada en la política madrileña, pero su trayectoria en la filas populares viene de largo. Es militante del partido desde 2004, cuando apenas tenía 20 años. Con Mariano Rajoy saltó al panorama nacional en 2015, convirtiéndose en vicesecretaria de general de Estudios y Programas en el PP. Un puesto que mantendría con Pablo Casado, con quien tiene una gran afinidad. De hecho, ella fue una de las que apoyó candidatura a la presidencia de la formación.
A pesar de llevar cuatro años con fuerte presencia a nivel nacional, Andrea Levy ha crecido como política en Cataluña, su tierra. Ocupó varios cargos en las Nuevas Generaciones y en 2015 se hizo con el acta de diputada en el Parlament. Un puesto que ha mantenido hasta mayo, cuando se presentó en las listas del PP de Madrid para el Congreso de los Diputados. Una posición, en parte, obtenida por su cercanía personal a Casado.
Sin embargo, Levy no llegó a coger el maletín, ya que renunció a ser diputada de la Cámara para dedicarse de lleno a la ciudad de Madrid, de la que es ahora concejala. De hecho, acudió como número dos detrás del actual alcalde, José Luis Martínez-Almeida. Una posición que no entienden en las filas populares.
“Es engreída y distante con la gente del partido en Madrid”, además, aseguran que “en Barcelona dejó mal recuerdo por poco trabajadora”. “Solo se molestaba en aparecer y llamar la atención” cuando había algún acto “con gente de Madrid para ver si podía trepar”, apostillan. Fuentes cercanas a la política afirman que su salto a la capital vino propiciado por la dificultad para “ser dirigente del PP en Cataluña.”
LEVY, UNA POPULAR DIFERENTE
Levy es la viva imagen de la nueva generación de políticos del PP. El perfil de la catalana rompe con los estándares que normalmente siguen los dirigentes del partido. Es asidua a aparecer en los medios de comunicación, algo habitual de otros líderes como Pablo Iglesias o Ada Colau que han afianzado su imagen política en los platós de televisión.
Su última intervención ha sido en el veterano programa de Telecinco, Pasapalabra. Anteriormente también ha sido colaboradora en varias tertulias en medios catalanes, como El Món a Rac 1, 8 al Dia o ha debatido en algunos espacios de TV3. Además de hablar de política, escribe de música y cultura en varias revistas como Telva o Vanity Fair.
Ha sido precisamente su perfil diferenciado el que le ha hecho ascender dentro del PP. El equipo de Mariano Rajoy apostó por ella, al igual que por Casado o Javier Maroto, con el objetivo de insuflar un toque fresco y renovado a la cúpula de la formación.