El PNV, a favor de facilitar la investidura, tampoco confía a estas alturas en una salida pactada para la formación de Gobierno entre el PSOE y Unidas Podemos. Esta sensación ya la manifestaron desde las filas de la formación jeltzale hace días. Ahora, la presidenta del PNV en Vizcaya, Itxaso Atutxa, da un paso más en sus sospechas al manifestar sus «dudas» sobre el propio Pedro Sánchez y que «quiera de verdad un acuerdo» porque, para él, «no es el peor de los escenarios» una repetición de elecciones.
Atutxa ha manifestado sus «dudas de que Sánchez, no tanto el PSOE, quiera de verdad un acuerdo».
Atutxa ha afirmado que no entiende el «calendario de trabajo» para la negociación de una posible investidura, en la que cree que «se han juntado el hambre con las ganas de comer», teniendo en cuenta las posturas de PSOE y Unidas Podemos.
«Unas elecciones abocarían a dos grandes bloques sin mucha diferencia» con la situación actual
En una entrevista concedida a Radio Popular-Herri Irratia, la dirigente jeltzale ha advertido de que hay «mucha gente» afectada por la ausencia de «un gobierno estable». «Esto no es un juego. Estamos hablando de las cosas de comer de mucha gente», ha insistido.
En esta línea, la dirigente del PNV ha censurado que Unidas Podemos diga que «podríamos empezar la negociación en el punto que lo dejamos en julio, cuando fueron ellos los que no aceptaron la propuesta del PSOE», lo que supuso «un enorme fallo político».
Atutxa ha advertido de que, si no se alcanza un acuerdo y se repiten los comicios generales, «en el mejor de los casos, se tendría gobierno finalizando enero o febrero», lo que «es mucho decir» porque «estaríamos hablando de casi un año de interinidad».
La dirigente del PNV ha insistido en que sólo «quedan días» para evitar la repetición de elecciones y ha añadido que Pedro Sánchez «parece que no quiere ir a otra elección que no tenga asegurada» y, según ha remarcado, «asegurárselo significa trabajárselo».
ESCENARIO POST-ELECTORAL SIMILAR AL ACTUAL
Por su parte, el PNV, ha indicado, «siempre ha puesto encima de la mesa nuestra responsabilidad política» y, por ello, «la estabilidad que pedimos para Euskadi también la queremos para el Estado porque nos afecta directamente». No obstante, ha advertido de que los votos del PNV pueden «ser determinantes cuando falten seis votos», pero antes «necesita el gran apoyo». «Hay que poner un poquito más de empeño», ha reclamado.
De este modo, ha censurado que, hasta ahora, «no hemos visto hablar de cuestiones concretas», sino de «tú me humillas», «quién me ha llamado» o «hemos pasado dos horas hablando de si hay gobierno de coalición», cuando «todavía no saben sobre qué bases».
La dirigente vizcaína del PNV ha advertido de que «hay que ver qué significa pasar otra vez por unas elecciones que, por mucho que nos enseñen encuestas como las de ayer, abocarían a dos grandes bloques sin mucha diferencia en realidad» y tras las que ambos «iban a necesitar más compañía».
Tras indicar que, a su entender, «los partidos de la derecha no están para negociar absolutamente con nadie», ha considerado que «el PSOE y Unidas Podemos deberían ponerse en la mesillita de noche aquella foto de Colón, que tanto nos horrorizó y que tanto juego político les dio a ellos para hablar de posibles confluencias futuras después del 28 de abril casi como petición de voto a sus electores y que ahora parece que si pasara sería un mal menor, simplemente ellos no pueden acordar».
ESPAÑA SUMA
En relación a la posibilidad de una coalición entre las fuerzas de derecha en fórmulas como ‘España Suma’, ha afirmado que le parece «difícil», aunque «quizá sí» pudiera darse para el Senado. En su opinión, «en realidad el PP está buscando como sea, con toda su fuerza, volver a un bipartidismo mucho más fuerte» e intentar «mas ser la única fuerza representante del centroderecha».
Por ello, ha afirmado que, si hubiera elecciones, le «queda la duda de si a lo mejor por responsabilidad podrían aceptar una investidura, como hizo el PSOE».
En el caso de Euskadi, le parece «muy difícil» la fórmula ‘Euskadi Suma’. «¿El PP qué saca con eso? Alejar todavía más a ese voto más moderado que tenían y que, en cuanto vean a Cs o Vox dentro de sus siglas, se van a asustar todavía más», ha opinado.
