Ciudadanos continúa desmoronándose. El partido de Albert Rivera ha sufrido en los últimos cuatro meses una revolución interna que ha cambiado por completo el planteamiento con el que se lanzó a la política nacional hace apenas cinco años. Su giro a la derecha y su veto a pactar con los socialistas han sido las principales causas del desgranamiento de la joven formación.
Cerca de una decena de dimisiones, bajas de afiliados o rupturas de alianzas han sido las indiscutibles protagonistas de esta época post-electoral. De nada le ha servido a Ciudadanos cosechar uno de sus mejores resultados electorales a nivel nacional. Su ambición por convertirse en el primer partido de la oposición a la izquierda le ha hecho perder más que ganar.
FRANCISCO DE LA TORRE, ÚLTIMA SALIDA
Ya lo anunció a mediados de julio. Francisco de la Torre, el que fuera responsable de Fiscalidad, número dos de Cs en las elecciones de 2016 y diputado, ha abandonado definitivamente el último cargo que le quedaba: su acta como parlamentario. De la Torre ha sido el último en decir adiós a Albert Rivera, después de mostrar su desacuerdo con las políticas desarrolladas por el catalán, como su “no” a Sánchez o acercamiento a la derecha.
La despedida de De la Torre ha sido anunciada por él mismo en su cuenta oficial de Twitter. El ya exdiputado ha reconocido que “ha sido un honor” representar a los españoles en la Cámara. Con este paso culmina su ruptura con el partido después de que en julio ya renunciara a sus cargos en la Ejecutiva. En su carta de despedida, De la Torre afirmó que no estaba “de acuerdo con el tono, las formas, y especialmente la estrategia política adoptada en los últimos meses”.
JAVIER NART ANUNCIA SU BAJA
Era otro secreto a voces. Javier Nart abadona la militancia de Ciudadanos, como el partido ha anunciado en un comunicado, aunque seguirá manteniendo su acta de diputado en la Eurocámara. Las discrepancias del abogado y escritor con su partido saltaron a la luz el pasado junio, cuando abandonó su cargo dentro de la Ejecutiva de Cs. Y lo hizo después de que la dirección se negara a realizar una votación para revisar la estrategia de pactos tras las elecciones del 28-A.
Junto a Luis Garicano, líder de Cs en la Eurocámara, Francisco Igea, presidente de Cs en Castilla y León, y el exdiputado Fernando Maura se posicionó a favor de abrir una vía de diálogo con Sánchez. Una iniciativa que no fue apoyada por la mayoría. Estos desacuerdos provocaron una reestructuración de la Ejecutiva nacional, con la que Rivera se rodeó de los perfiles más afines a sus ideas, como Marcos de Quinto o Edmundo Bal, y alejó a los más escépticos.
TONI ROLDÁN, EL QUE INICIÓ LA FRACTURA
La primera gran dimisión fue la de Toni Roldán. El portavoz económico en el Congreso y miembro de la Ejecutiva permanente fue el primero que visibilizó la crisis interna que estaba atravesando el partido tras anunciar su despedida. Roldán, contundente en sus palabras, criticó el giro a la derecha de Cs, “¿Cómo vamos a luchar contra la dinámica de confrontación de rojos azules que vinimos a combatir si nos convertimos en azules?”, decía en su última rueda de prensa de naranja.
Tampoco estaba de acuerdo con el acercamiento de su partido a Vox, a los que calificó de “extrema derecha” y mostró su disconformidad con la implantación del cordón sanitario al PSOE. Un punto en el que coincidió con Manuel Valls, otra de las salidas más comentadas de Ciudadanos. El francés, aliado de Cs en Barcelona pel Canvi, protagonizó unas de las rupturas más sonadas, al criticar públicamente las decisiones de Rivera, como su veto a los socialistas, su rechazo a Colau o alianza con los ultraderechistas.
LOS FUNDADORES ABANDONAN EL BARCO
Xavier Pericay, uno de los 15 fundadores de Ciudadanos, decidió dejar la formación a mediados de julio. Pericay lamentó que no se permitiera el debate interno dentro del partido. También se mostró contrario a la política y cultura interna que se estaba desarrollando en estos momentos. En una entrevista con El País, el filólogo aseguraba que tenían la impresión de que en la Ejecutiva todas las decisiones “venían cocinadas” y había poco lugar para la discrepancia.
Pocos días después de la dimisión de Pericay, fue otro fundador, Francesc de Carreras, quien se alejó de Rivera. En una carta publicada en El País pedía reflexionar al líder de Cs sobre el presente. Pero de nada sirvió este consejo, ya que la situación continúo con bloqueo al PSOE y mimetismo con el PP. Algo que acabó provocando la baja como militante de Carreras.
LAS BAJAS TAMBIÉN HAN OCURRIDO FUERA DE MADRID
El candidato de Ciudadanos a la presidencia de Asturias, Juan Vázquez, también dejó su cargo a la vez que Roldán. El motivo era el mismo: su rechazo al veto a los socialistas. Vázquez se presentó como independiente y se mostró, tras las elecciones en su comunidad, favorable a negociar con el PSOE.
Otra dimisión similar a la del exlíder asturiano fue la de Miguel López Bachero. El que fuera secretario de Programas y Áreas Sectoriales de Ciudadanos en Murcia anunció su baja como afiliado tras conocer la salida de Roldán. La razón de su salida, al igual que en los casos anteriores, fue la ruptura de la formación naranja con su idea de regeneración al aspirar a convertirse en el nuevo Partido Popular.