Las 14 grietas que impiden que Casado borre la crisis del PP

  • Pablo Casado ha aparcado la crisis autonómica del Partido Popular y tiene varias tareas otoñales.
  • Teodoro García Egea deberá esforzarse para apagar los focos que arden en algunas autonomías.
  • Génova 13 solo ha impuesto un relevo por la fuerza y con amabilidad, Asier Antona en Canarias.
  • Pablo Casado ha recuperado oxígeno y confianza en verano tras una crisis primaveral que pudo poner fin a su carrera política tras el 28 de abril, fecha en la que cosechó el peor resultado electoral para los populares en las últimas cuatro décadas.

    Por aquel entonces tuvo que esconder a su vicesecretario de organización, Javier Maroto, mientras Feijóo pedía giro al centro desde el nordeste español. El presidente gallego se postulaba para saltar a Madrid, borrado ya el nubarrón de la exvicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, pero un mes después tuvo que meter la cabeza debajo de la mesa tras la debacle municipal del PP gallego.

    Este tortazo contrastó con la felicidad de Pablo Casado, que reforzado por la vicesecretaria de Política Social del Partido Popular, Cuca Gamarra, fue el protagonista de la foto feliz del 26-M junto a dos apuestas personales con apariencia de inconsistencia, Isabel Díaz Ayuso (actual presidenta de la Comunidad de Madrid) y José Luis Martínez-Almeida (alcalde de la capital), triunfadores pese a los charcos que pisaron en una campaña electoral para olvidar en Madrid.

    Aquel doble respiro madrileño sumado a la sorpresa andaluza, (con Juanma Moreno con sus zapatos nuevos) y a los pactos en Castilla y León y la Región de Murcia, han posibilitado que Casado se ponga de perfil, sin socarrarse mediáticamente, mientras Ciudadanos humea tras la rebelión socialdemócrata liderada desde la sombra por Luis Garicano y desde los focos por Toni Roldán.

    EL PP RECUPERA FUERZA

    Casado ha premiado en verano a Javier Maroto, el senador amante de la despoblación, y ha confeccionado su equipo con dos guiños a la derecha: Ana Beltrán es la nueva vicesecretaria de Comunicación y Cayetana Álvarez de Toledo podría subir el pan en el Congreso.

    El PP quiere mantener la hegemonía en el centro-derecha y es por ello que ofrece un artefacto político que pretenden controlar, España Suma, al que no quieren unirse dos formaciones disparadas por la corrupción de Génova 13 y por la crisis de Cataluña, Ciudadanos y Vox.

    Las heridas desde las que se nutrieron Albert Rivera y Santiago Abascal parecen achicarse y hasta Pablo Montesinos, ni corto ni perezoso, le dice al PSOE que se abstengan ante una posible investidura de Casado, que necesitará mejores notas para alcanzar La Moncloa.

    CATORCE GRIETAS PARA CASADO

    Dos baronías que sufren falta de sintonía con Génova 13 son Galicia y Euskadi, comunidades que preparan dos elecciones que en principio no beneficiarán a Casado. Feijóo apuesta por dejar fuera del Parlamento a Ciudadanos y Vox, pese que algunas voces pronostican desde Madrid que el PSOE recuperará la tierra de Fraga.

    En Euskadi se prevé revolcón, pero Alfonso Alonso pide más autonomía para distanciarse de Cs y Vox con Gernika. También se aparca la crisis en Cataluña, donde el PP se está gastando dinero en hacer campaña para el nuevo líder, Alejandro Fernández, que quiere aprovechar la salida en tromba de las estrellas de Cs del Parlament.

    Fernández debe hacer malabares con sus compañeros: a Álvarez de Toledo ni está ni se la espera en Barcelona; Bou sobrevive en minoría en el Ayuntamiento de la Ciudad Condal; García Albiol oposita en Badalona; y los Fernández Díaz sufren una campaña de ostracismo tutelada desde Madrid.

    DE ASTURIAS A ARAGÓN

    En Asturias convive con tambores de guerra la bicefalia: ‘Cherines’ comanda la dirección regional y Teresa Mallada ejerce como portavoz autonómica en el Parlamento ovetense. En Cantabria María José Sáenz de Buruaga sobrevive pese a que algunas voces exigen su caída por la suciedad de las primarias que ganó.

    Casado
    Teresa Mallada posando junto a Pablo Casado. Foto: Flickr populares.

    Las espadas están en todo lo alto en La Rioja: el expresidente José Ignacio Ceniceros es considerado un cadáver político, pero apoyó a Casado en las primarias, y Cuca Gamarra, ‘sorayista’, quiere protagonizar un relevo pese a que perdió las primarias tanto en Madrid como en Logroño.

    Luis María Beamonte aguanta todavía en Aragón pese a que su campaña electoral fue socarrada por su lío académico, otra vez la Universidad Rey Juan Carlos I, y el flamante nuevo alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, está a la espera tras ver como sus compañeros no fueron capaces de convencer al PAR, socio habitual del PP.

    DE CANARIAS A MELILLA

    Ya cayó en Canarias Asier Antona, compensado como senador y responsable de Política Autonómica del PP tras dejar su plaza en las islas tras sus decepcionantes números y tras chocar en las negociaciones postelectorales: no quiso apartarse para posibilitar un pacto con Coalición Canaria y enfadó a Casado al anunciar que quería pactar con el PSOE, que se llevó el gato al agua.

    Tampoco tiran cohetes en Navarra, ya que Ana Beltrán se marchó a Madrid y los escasos militantes que se acercan a la sede de Carlos III, que sigue encima de la tienda Mango para mofa de sus adversarios, ven atónitos como UPN parece no acordarse de ellos.

    Mal están las cosas en Extremadura, donde Monago va camino de encadenar ocho años en la oposición; en Castilla-La Mancha, donde Francisco Núñez no hace sombra a Page; en Valencia, donde algunas voces preparan guerra contra la doblemente derrotada Isabel Bonig; en Baleares, lastrados por el perfil bajo de Biel Company; o en Melilla, donde el patético final de Juan José Imbroda no fue reprobado por Casado, obligado a meter mano en provincias.